El nuevo El dilema de la productividad ¿Como las empresas pueden entenderla y mejorarla?

El dilema de la productividad: ¿Cómo las empresas pueden entenderla y mejorarla?

Por Constanza Díaz

El concepto de productividad suele ser normalmente utilizado como un sinónimo de eficiencia, es más, muchos altos mandos, empresarios y aquellos que recién comienzan en la travesía de iniciar su primer negocio, suelen creer que son lo mismo. Sin embargo esto es un craso error ya que si definimos ambas palabras entenderemos cuál es la gran diferencia que estas mantienen; comenzando con eficiencia en el trabajo que significa “el número de horas de trabajo necesarias para realizar una tarea determinada en relación con el estándar de esa misma industria”. La eficiencia vendría siendo la reducción de horas para producir un determinado producto o servicio, es decir que simplemente es hacer lo mismo pero con menos recursos (en este caso tiempo).

Luego tenemos a la productividad cuya definición es “la relación existente entre la producción de bienes o servicios y las horas de trabajo dedicadas a la producción de los mismos.” O sea, la productividad sería el conseguir incrementar la cantidad de bienes y servicios producidos con los mismos insumos utilizados en su producción. Resumiendo, es hacer más con lo que ya se tiene (recursos). Ya habiendo introducido el primer conflicto podemos entender mucho mejor el problema actual con la productividad en las empresas.

Debemos saber que mejorar la eficiencia no es ahora la solución para mejorar la rentabilidad de la empresa. Durante el último tiempo en lo único que se ha incurrido es en ser eficientes pero esto ha provocado la reducción de la fuerza laboral. La productividad, siendo contraparte, está focalizada en incrementar la rentabilidad de la empresa manteniendo la misma cantidad de mano de obra. Y la incrementación de la rentabilidad es lo que busca la empresa.

Hay que tomar en cuenta tres fundamentos que han de formar parte de nuestra manera de interpretar la productividad en el futuro. El primero es que la mayoría de los empleados quieren ser productivos, pero la organización a menudo se interpone en su camino. ¿Qué quiere decir esto? Las empresas pierden capacidad productiva debido a estructuras y procesos que consumen un tiempo valioso impidiendo que los empleados lo dediquen a su trabajo real, Lo necesario vendría siendo crear formas de dedicar el tiempo de trabajo a aportar valor a los clientes y a los accionista, para así facilitar el desempeño de sus trabajadores incrementando la productividad.

El segundo fundamento es que empresas tienen una gran cantidad de personas con talento que pueden contribuir al éxito de la empresa, pero muchas veces se encuentran en funciones que limitan su efectividad. Lo que se debe hacer aquí no es más que asignar aquellas tareas más complejas a quienes tengan el mayor potencial. Y por

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