El oro liquido Aceite de oliva
Enviado por Alejandro Sánchez de Ibarguen • 27 de Enero de 2020 • Documentos de Investigación • 811 Palabras (4 Páginas) • 80 Visitas
En esta nueva entrada voy a tratar el producto estrella de la cocina mediterránea, el aceite de oliva, que últimamente está sufriendo muchos reveses en forma de tratados económicos, sobre todo por culpa de los aranceles de Trump. Sin embargo, este no es el único problema con que se está encontrando.
Comencemos hablando del consumo, y más concretamente del mercado español, que es el principal consumidor del mundo. No obstante, el consumidor para el consumidor patrio, el aceite de oliva se ha convertido en un producto indiferenciado, de escaso valor añadido. El aceite de oliva ha pasado a ser considerado como una grasa alimenticia más. El principal beneficiado en nuestro país está siendo el aceite de girasol, que ya representa el 40% del consumo de aceite de nuestro país.
En España, al consumidor solo le importa comprar al precio más bajo. Y es así como el mercado español ha acabado por estar dominado en un 65% por las marcas blancas. Si bien aquí hay que matizar, que existen marcas blancas de una calidad excelsa, y de precio incluso superior a los marquistas.
Este proceder del consumidor español se puede empezar a observar en otros mercados con alto potencial de crecimiento tanto en volumen, como en margen. Alguno de los mercados qué destacaría son: Reino Unido, Alemania u Holanda. Sin embargo, todos tienen algo en común, y es la poca presencia de este elemento culinario en su cocina tradicional, por lo que les resulta más fácil cambiar de grasa alimenticia, aunque sea de inferior calidad.
A pesar de lo comentado anteriormente, el consumo mundial, ha pasado de 2.700 millones de toneladas en el año 2.010, a más de 3.100, en la última campaña. Este incremento ha sido posible, gracias al incremento de la utilización del “oro líquido “en países que no solían tener este producto en sus cocinas. Por ejemplo, Estados Unidos ha incrementado su empleo en cerca de 200.000 Tm en los últimos 15 años, si bien desde el año 2015, la utilización del aceite ha quedado estancado, debido probablemente al alto precio de este. Tras los aranceles de Trump, probablemente el consumo se resienta aún más.
Otros países como Rusia, Brasil, Canadá, Japon o China han incrementado mucho sus consumos en los 10 años, aunque salvo en el caso de Canadá, el consumo ha quedado estancado en el último bienio.
En el lado contrario nos encontramos a la Unión europea donde a pesar de que es el máximo consumidor de esta grasa vegetal, su consumo se ha resentido enormemente en estos años, disminuyendo en casi 450.000 Tm, desde los máximos de consumo en el año 2005. Desde entonces el consumo europeo no ha parado de bajar, siendo substituido este aceite por otros más baratos, como el de Girasol.
¿Y que hay de la producción? La producción mundial según datos del “International Olive Oil Council”, ha pasado en los últimos 20 años de 2.500 millones de toneladas a sobrepasar los 3.000 millones, lo que también supone un gran incremento. Cuando hablamos de producción de aceite de oliva, debemos destacar a la unión Europa, con grandes productores como Italia, Grecia, desde hace unos pocos años Portugal, y especialmente España. Nuestro país es el primer productor del mundo, representando aproximadamente el 60% de la producción de la Unión Europea y el 45% de la producción mundial.
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