Elementos De La Imagen Directiva

Elementos de la imagen directiva

La asesoría dela imagen estudia cuatro niveles de proyección en la imagen personal desde lo más modificable y superficial de la imagen externa, que es todo aquello que nos podemos quitar y poner con relativa facilidad; el maquillaje, la modificación del cabello, la vestimenta o los complementos, hasta lo más profundo del ser, por lo tanto, lo más difícil de modificar, se trata de actitudes tales como la generosidad, la cordialidad, la discreción, el saber estar o la buena presencia.

Los niveles de proyección en asesoría de imagen personal son:

• Imagen externa

• Expresión

• Actitud

• Aptitud

La imagen externa es la forma más superficial de todo aquello que nos ponemos en nuestro cuerpo con relativa facilidad y que requieren poco tiempo para su realización física. Como el maquillaje, la ropa, el peinado, los complementos, la indumentaria.

Uno de los objetivos principales de la asesoría de la imagen es embellecer el aspecto externo de la persona, o colectivo, pero no se trata solo de embellecer nuestra imagen sino que lo que se plantea es la necesidad de adecuar la imagen externa con lo que el cliente quiere trasmitir teniendo en cuenta los canales de la belleza y el entorno del cliente.

Una vez planteado el objetivo el asesor debe descifrar cada uno de los mensajes que transmite el cliente, observando cuales deben ser modificados y cuales deben permanecer, esta observación se hace a través de las costuras de la indumentaria, el color de su piel, ojos, forma, volumen, líneas de la indumentaria y el movimiento de traslación o proyección.

La aptitud

Es la fase más elaborada de la imagen personal, la imagen externa junto con la expresión y las actitudes encuentran su punto de unión en las aptitudes siendo las más básicas dentro de la asesoría de imagen el saber estar y la buena presencia.

Se llaman aptitudes porque las personas para poseerlas ha bebido realizar un proceso intelectual de comprensión y adaptación de los elementos de la imagen, para adecuarlos a las circunstancias sin dejar de ser uno mismo.

El estilo

El estilo trata de conceptos como el color, la luminosidad, el patronaje, los tejidos, los complementos o el volumen. Mientras que la belleza se relaciona con los canales clásicos ya establecidos, el estilo se forma a partir de los complementos externos.

En la industria de la moda existe la necesidad de etiquetar los productos nuevos para motivar el consumo en las temporadas de primavera, otoño, veranó e invierno, de esta manera es como encontramos un gran número de denominaciones para identificar las tendencias, cuyas clasificaciones parten de criterios muy diferentes algunos estilos son:

• Clásico

Propuesta de larga temporada en cuanto a colores, formas y patronages, que no incorpora ningún elemento que no sea necesario.

• Romántico

Blondas, encajes, volantes, puntillas, colores pálidos, estampados florales y colores muy suaves.

• Minimalista

Solo lo imprescindible en cuanto a líneas, volumen y formas, usa colores monocromáticos básicamente el negro, el blanco y el gris.

• Yuppy

Viste con trajes sobrios oscuros con cortes impecables, camisas blancas, corbatas monocromáticas y de buena calidad, trasladan una imagen un poco agresiva por las líneas de la vestimenta.

• Hippie

Viste con ropa de los años 60s, con motivos florales y estampados étnicos

• Punk

Formas agresivas, colores negros, pelo rígido y metales

• Deportivo

Prendas que pertenecen a una etiquetación deportiva como sudaderas, zapatillas o camisetas.

• Ejecutivo

Similar al yuppy pero con líneas menos agresivas.

• Gótico

Agresividad en formas, usan mucho el color negro en el maquillaje en los ojos, ropa y accesorios.

• Animal

Estampados inspirados en animales como el leopardo, el tigre y la cebra.

• Vintage

Combina estilos que incluyen prendas de años pasados

• Vanguardista

Prendas siempre a la última moda.

La elegancia

La elegancia no se puede definir, la elegancia tiene que ver con el movimiento, con el porte de loe elementos externos de la imagen, con la riqueza interior y con una cierta forma de ser especial, todo ello hace que no dudemos en calificar a una persona como elegante.

La buena presencia.

La buena presencia consiste en adecuar la imagen a las necesidades de comunicación de un individuo con su entorno y se basa principalmente en:

• Estética: que incluye el cuidado e higiene de la piel, así como los tratamientos aconsejados

• Maquillaje: se basa en el embellecimiento del rostro, a través de técnicas que disimulen los desperfectos faciales o bien potencien el atractivo si no los hubiera.

• Peluquería: no consiste precisamente en el cuidado del cabello, sino que también en el corte, el color, y el volumen adecuándolo a la imagen que el cliente quiera producir.

• Vestuario y complementos: elementos de la imagen externa como collares, pendientes, pulseras, gafas, bolsos o guantes

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