Empleados Extraorinarios

SUBTÍTULO 1. Idea central

La existencia de los empleados extraordinarios está, en gran medida, condicionada por la excelencia de los directivos, para desarrollar buenos empleados se necesita tiempo, buenas ideas y habilidades gerenciales. Escuchar permite a los directivos acercarse al personal, generando un ambiente de respeto en el que las personas se sienten valoradas. En cuanto a la entrevista a los nuevos candidatos, una herramienta de utilidad son las “entrevistas situacionales”.

La manera en un directivo ayude a empezará un nuevo empleado dependerá el éxito y permanencia de éste en la empresa. Por otro lado, si un directivo cree en el potencial de su personal y lo orienta, sin duda, obtendrá buenos resultados.

Los directivos deben delegar responsabilidades, ofreciéndoles a sus colaboradores el tipo y cantidad de apoyo que necesitan para desempeñarlas.

El despido de personal debe realizarse de forma respetuosa y lo menos doloroso posible, que minimice los efectos negativos.

SUBTÍTULO 2. Aspectos relevantes.

• ”Un buen gestor de personal debe saber escuchar al personal a su cargo”.

Se estima que aproximadamente un 10% de la comunicación humana es verbal ya que el 90% restante se expresa mediante otras formas de comunicarnos, que reflejan también nuestras emociones: el tono de voz, la vehemencia al dar una explicación, gestos, movimientos, etc. En todos los casos, la brecha entre los emisores de mensajes y los receptores se debe a no tener el buen hábito de prestar atención a quién nos habla. (Zunni, 2013).

• Aplicar los principios de la entrevista situacional ayuda a los entrevistadores a elegir a los mejores entre los disponibles o a buscar a otros.

En una prueba situacional, el entrevistador nos plantea una situación que simula las condiciones y exigencias de una actividad laboral. Le permite ver cómo aplicamos nuestros conocimientos, habilidades y experiencia para poder juzgar nuestras actitudes y competencias. Se clasifican en: Role-playing (adaptación), Dinámica grupal (trabajo en equipo), bandeja de entrada o “in basket” (organización y planificación) y presentaciones (comunicación). (León, 2010).

• Delegar responsabilidades eficazmente

Los 3 pasos básicos necesarios para delegar, de manera efectiva, son:

1. Clasificar: establecer que actividades concretas delegaremos. Esto incluye no sólo el listado de actividades concretas sino también en qué consiste cada una de ellas. Es decir, donde empieza cada tarea y donde termina.

2. Delegar: asignar la tarea a la persona indicada explicando los puntos importantes, destacando lo que debe tener en cuenta y comunicando expectativas.

3. Controlar: definir qué mecanismos de control emplearemos para verificar que el trabajo fue realizado. (Miles, 2010).

SUBTÍTULO 3. Comentarios, críticas

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