Empresas Pyme
Enviado por urbinaya05 • 5 de Marzo de 2015 • 9.899 Palabras (40 Páginas) • 211 Visitas
INTRODUCCIÓN
En todos los países, las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) constituyen una parte fundamental de la economía. De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (2006), constituyen la forma dominante de la organización de negocios, sumando más del 95% y hasta el 99% de las empresas dependiendo del país. Son responsables de entre el 60-70% de la creación neta de empleos en países de la OCDE. El fomento de las Pymes se justifica considerando su importancia estratégica en la globalización, ya que se distinguen por su flexibilidad productiva, alta generación de empleo, adaptación a cambios del mercado y capacidad de reconversión de estrategias y estructura empresarial (Beck, Asli, & Ross, 2003). En el caso particular de México, las Pymes generan 52% del PIB y 72% del empleo (Pavón, 2010). No obstante, se caracterizan por una alta tasa de mortalidad, aún en los países industrializados. En los Estados Unidos por ejemplo, 24% de las nuevas empresas cierran dos años después de su creación y el 53% antes de los cuatro años (Benavente, Galetovic, & Sanhueza, 2005). Por su parte, en América Latina y el Caribe la tasa de supervivencia de las Pymes también es muy baja, “…sólo un 45% a los tres años después de creada,” (SELA, 2010, pág. 15) Para el entendimiento de este estudio, se definirán a las pymes como las pequeñas y medianas empresas basado en los criterios de personal ocupado y el de sector económico según lo establecido por la Secretaría de Economía y publicado como el “acuerdo por el que se establece la estratificación de las micro, pequeñas y medianas empresas” en el Diario Oficial de la Federación el 30 de junio de 2009.
Como un factor determinante de la supervivencia y prosperidad de las Pymes, tanto en México como en el mundo, se encuentra el acceso a financiamiento. Según un estudio del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), “En general, en la casi totalidad de países de la región se observan serias dificultades y limitaciones para el acceso de las PYMES a los mecanismos de crédito y financiamiento.” (2010, p.40). Según Clarke (2005), en países emergentes, donde el sector bancario tiende a ser menos competitivo, un banco multinacional grande puede entrar y crecer rápidamente, y por ello puede depender menos de hacer préstamos a pequeños negocios. En México, los 7 bancos más grandes concentran el 90% de los activos y cartera de crédito. Aproximadamente 42% de la cartera de crédito vigente de los bancos está colocada en la actividad empresarial y comercial, casi otro tanto se destina a los hogares (vivienda y consumo) y el resto a entidades financieras y gubernamentales.
La estructura de capital de las Pyme.
El primer punto a considerar es el rol de las Pyme en nuestro país. Las pequeñas y medianas empresas no deben ser consideradas como un modelo a escala de una gran corporación. La mayor contribución a la economía de las Pyme está dada por su flexibilidad, capacidad innovadora y su potencialidad empleadora. La importancia de las finanzas, en particular de los fondos propios, para el crecimiento de jóvenes y pequeñas empresas es bien reconocido. El tema de la flexibilidad financiera, por otro lado, es un tema completamente ignorado. La necesidad de contar con financiamiento disponible para aprovechar oportunidades comerciales inesperadas, o reaccionar a shocks externos es particularmente importante para la vitalidad de las Pyme. Estas nuevas oportunidades para vender productos o servicios primero afectan a los activos corrientes, y se asume que existirán varias maneras de financiar estos activos, ya sea internas, a través de fondos propios, o externas, principalmente a través de bancos.
Respecto de su rentabilidad, existen características distintivas para las Pyme en comparación a las grandes compañías que trascienden su nacionalidad. Las Pyme cuentan con una mayor eficiencia del capital empleado y un mayor grado de transformación del producto
Consecuentemente, la rentabilidad de las Pyme medida por su producto bruto sobre el capital empleado es mayor que para las grandes empresas. Sin embargo, las Pyme soportan una tasa mayor de costo de personal y una mayor tasa de requerimiento de capital de trabajo.
De esta manera, para maximizar su rentabilidad, las Pyme deben focalizarse en productos, tecnologías y tipos de organización que incentiven una alta rotación del capital empleado.
Respecto al tipo de deuda, y consistentemente con el mayor requerimiento de capital de trabajo, en la mayoría de los países, la importancia del financiamiento de corto plazo es mayor para las Pyme que para las grandes corporaciones. Asimismo, las pequeñas empresas deben soportar una mayor prima de riesgo de insolvencia, principalmente por la falta de información sobre el riesgo que representan.
A partir de estas observaciones, resulta vital para las Pyme mantener buenas relaciones con bancos y otras entidades financieras, y estar insertas en net Works que contribuyan a mejorar estas relaciones.
Financiamiento Pyme en el mercado de capitales.
Antes y durante la crisis económica de 1999-2002, la dificultad del acceso al financiamiento bancario para las Pyme, principalmente por el colapso del sistema en 2001, pero anterior a ello por el rol del estado nacional como competidor de las empresas en el acceso al crédito disponible, y la elevada incertidumbre política e institucional que precedió a la negociación de la deuda pública y privada, que en alguna medida aún persiste, han hecho casi imposible la planificación financiera para las Pyme.
Esto es un problema para las Pyme si se tiene en cuenta el menor poder de negociación con clientes, proveedores y entidades financieras.
Paralelamente a esta situación, la necesidad de encontrar soluciones de financiamiento para las empresas, seguida de un “aggiornamiento” de la legislación, buenas oportunidades comerciales, gran liquidez del sistema financiero e inversores institucionales y una “mutación” del mapa de bancos e instituciones financieras locales, los instrumentos del mercado de capitales se han convertido en una buena opción al alcance de las Pyme para satisfacer sus necesidades de financiamiento.
El auge de estos instrumentos de financiamiento estructurado después de la crisis obedece en gran medida a la necesidad de los prestamistas financieros de mitigar el riesgo de prestar a empresas en un contexto de insolvencia generado por las numerosas renegociaciones de deuda y la baja valuación de sus activos físicos. Por lo tanto, una manera de lograr este objetivo es prestar contra la garantía de activos con una liquidez mayor, es decir, flujos
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