Ensayo El carácter científico transdisciplinar de la Administración

Ensayo

El carácter científico transdisciplinar de la Administración

Introducción

En la actualidad, uno de los debates más significativos en el campo de la Administración, es si dado su desarrollo, esta alcanza el estatus suficiente para ser considerado como una ciencia o más bien debe ser considerada como una disciplina / técnica. A través del desarrollo histórico se observa una coincidencia de numerosos autores que respaldan la consideración como ciencia. Al respecto, Ortiz (2008) apoya el carácter científico de la administración, ya que, desde su perspectiva esta posee un conjunto de conocimientos organizados sistemáticamente que se basan en la acumulación de conocimiento de larga data y que tiene sus propios principios. Adicionalmente, cuenta con un objeto de estudio que es la organización, tiene varios métodos y posee teorías de aplicación general cuyas conclusiones son confiables y susceptibles de adquirir carácter unitario. Estos procedimientos y recursos que se moldean sobre la base de la profesión de administrador, requieren de un ejercicio constante para adquirir mayor pericia y habilidad al utilizarlos, en la solución de problemas prácticos y como un arte, se caracteriza por contar con virtud, disposición y personalidad para construir un escenario favorable en una organización de seres humanos con atributos variados y complejos. La administración en este enfoque, rescata la necesidad de usar la creatividad en la solución de problemas que impiden el avance de las estrategias que se proponen las organizaciones para alcanzar su objetivo. El carácter de arte en complemento también la encontramos presente al seleccionar soluciones simples, armónicas e integradoras.

De esta forma el cómo hoy comprendemos la administración ha cambiado, permitiendo ampliar el enfoque debiendo plantearse en su amplio entendimiento si:

¿Es la administración una ciencia en sí misma o

es más bien área aplicada de distintas disciplinas?

Esta relación de convergencia/divergencia no es sencilla de abordar, debido en gran medida a los distintos matices en los cuales la administración es comprendida. Para entender la perspectiva de lo que consideramos ciencia, se debe considerar las diferencias en la naturaleza de lo que estudian, ya que difieren de las ciencias naturales, las cuales están encargadas de explicar los fenómenos naturales, físicos y químicos. y se ve naturalmente asociado dentro del objeto de estudio de las ciencias sociales, buscando hacerse cargo de las relaciones sociales en un contexto organizacional.

No obstante, no basta categorizar a la administración dentro de las ciencias sociales para llegar a clasificarlo como tal, ya que la existencia de la psicología, la sociología, la historia, y la economía engloban en sí mismas, ámbitos de fertilización cruzada que pudiesen explicar las dimensiones de la administración sin diferenciarla de su conjunto. Sobre esto, se hace necesario cuestionar qué características diferenciadoras posee la administración y cuáles no se enmarcan en su objeto de estudio, demarcando así que es terreno propio y cual pertenece a las otras ciencias.

Dada la diversidad de disciplinas que han construido conocimiento con motivo central de estudio en las organizaciones, es que se hace posible encontrar conceptos experimentales que van desde cómo se conciben, desarrollan y promueven las estrategias de productos y servicios las organizaciones, a cuáles son las características neuronales que poseen los individuos en la toma de decisiones, estudiando también características del comportamiento de los consumidores en los distintos procesos de elección de consumo y cuales son las motivaciones que producen ciertas acciones. El ámbito de participación en donde la administración abraza los principios de ciencia, abarca un abanico tan extendido de investigación, que limitar el carácter de ciencia a solo un método o un área de investigación de las cuales en la actualidad se ha nutrido, no solo es desaprovechar las potencialidades existentes al abrazar y fusionar disciplinas que se complementan sino también es restringir la integración de otras áreas del conocimiento que por su desarrollo temprano, están en la búsqueda de consolidación.

La administración de esta forma, en su carácter científico se desarrolla más bien como una disciplina joven que acoge todas las fuentes que tiene a su alcance para explicar, fundamentar y cuestionar el concepto más amplio del comportamiento de las organizaciones involucrando sujeto, comunidad, contexto y recursos para los fenómenos existentes en todo proceso de administración.

Es por ello que la Administración en su entendimiento empírico tiene más virtudes de ciencia transdisciplinar, que muchas otras ciencias, rescatando un carácter creativo, que no solo le permite mirar el fenómeno desde lo macro/micro, sino que también le permite “pensar fuera de la caja” para explicar las cosas desde una perspectiva integradora aprovechando la juventud del conocimiento en el fundamento de los conceptos propios en cómo las organizaciones funcionan para crear valor.

La Juventud del carácter científico de la Administración requiere que en su comprensión y  metodología de construcción del conocimiento no sea abordado ni entendido como una ciencia tradicional, ni considera un carácter metodológico estático, pauteado y/o estricto, de esta forma, el desarrollo epistemológico que ha forjado el conocimiento que desarrolla la administración, Abraza mejor los conceptos de libertad metodológica que Feyerabend en el año 1970 en su libro “contra el método” plantea, evidenciando que la existencia de métodos infalibles inalterables entra en dificultades al enfrentarse a los resultados de investigación histórica, y quien más tarde en 1975 en su libro “la ciencia en una sociedad libre”, fundamenta que toda profesión tiene una ideología y una tendencia que va más allá de sus logros, fundando de esta manera que las virtudes del pluralismo cultural permiten nutrir el conocimiento y son meros cambios de estilo, negando así la racionalidad existente en el mundo planteando sus ideas años más tarde en un libro llamado “adiós a la razón” en 1987. De esta forma, la idea de un principio de dadaísmo epistemológico en el desarrollo de la administración le permite a esta, quitarse el sesgo predominante en la mayoría de aquellas ciencias que buscan términos absolutistas para explicar los fenómenos y en donde el estatus epistemológico actual de la administración establece la base de enfoque para la construcción de su conocimiento e integración entre disciplinas.  

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