Ensayo de Etica durante el proceso de planificación

Ética durante el proceso de Planeamiento Estratégico

Quintanilla.

        En el presente es posible que no exista compañía que no pase por un proceso de planeamiento estratégico, de forma explícita o de forma tácita, este proceso se lleva a cabo con tanta importancia como un proceso de producción o de servicio, cualquiera que sea el objeto de la compañía. En el presente documento se tratará de fundamentar la relevancia de la presencia ética para la sostenibilidad de los planes estratégicos, en base a la concepción de que la compañía al ser un ser vivo tiene la virtud de la conciencia.

Antes de profundizar en el vínculo o relación virtuosa de la ética y planeamiento estratégico debemos tener claro ambos conceptos claves. Existen diversas definiciones de Planeamiento estratégico sin mayor cambio estructural del concepto y si articuladas entre sí. Por ejemplo, Steiner (1983), nos dice que:

“La planeación estratégica es el esfuerzo sistemático y más o menos formal de una compañía para establecer su propósitos, objetivos, políticas y estrategias básicas, para desarrollar planes detallados con el fin de poner en práctica las políticas y estrategias, y así lograr los objetivos y propósitos básicos de la compañía”.

El Ministerio de Economía y Finanzas Peruano (2000), en el instructivo para la formulación del Plan Estratégico Institucional de los Pliegos Presupuestarios del Sector Público lo define como:

“En cuanto a proceso, constituye un conjunto de acciones que comprometen al personal de una Entidad en la búsqueda de claridades respecto a las estrategias a adoptar para llegar a la visión de la organización, teniendo en cuenta el potencial institucional actual y futuro…En cuanto a instrumento, constituye un marco conceptual que orienta a la gestión institucional con el objeto de llegar a realizar la visión (imagen futura) de la Entidad, el cual se plasma en el plan estratégico institucional”.

En base a estos conceptos podemos señalar que el planeamiento estratégico es un proceso que reúne una serie de actividades con el fin de implementar estrategias que permitan lograr los objetivos y en consecuencia hacer realidad la visión de la compañía, es entonces un documento que orienta y guía.

Al realizar un plan estratégico, la dirección expresa en realidad entre las diversas formas financieras, comerciales, operativas y otras, de conducir y competir en función a los activos y valores a disposición de las empresas; se toma una decisión particular de planteamientos tácticos, operativos y competitivo para llevar a una empresa a la meta, fortalecer su posicionamiento, su competitividad, y así mejorar su desempeño.

Durante esta pequeña explicación de planeamiento estratégico se dieron a conocer etapas claves de este proceso; la visión, meta u objetivo, políticas y estrategias. Normalmente estas etapas apuntan a mantener acciones en los márgenes de la legalidad, cumplir con reglamentos y no generar impacto alguno en el medio ambiente. Se busca incorporar durante este proceso a la ética, involucrando accionistas y ala alta gerencia en primera instancia, para luego sensibilizar al respecto a la gerencia media, operativa, así como a todo el personal, para desarrollar estrategias empresariales éticas que tengan como resultado una buena participación de mercado, rentabilidad, calidad integrada (procesos, productos y personas) (Fernández, 2012).

El proceso de planeamiento estratégico cuenta con características que permiten el desarrollo de la ética como pilar de la sostenibilidad de la compañía, una de las características más relevantes de este proceso que evolucionó es que el planeamiento estratégico trata del futuro, es decir, “tiene como punto de partida el futuro y no el pasado. Esta es la gran diferencia con la planificación tradicional, que tenía como punto de partida y principal preocupación el diagnóstico de la realidad, que como sabemos se presta a diversas interpretaciones, relieva los problemas (y no las oportunidades) y está sujeta a corrientes de pensamiento e ideologías” (Villaran, 2004). Otra de las características relevantes mostradas por Villaran en el 2004 para este proceso es el futuro compartido:

“Este añadido a la visión de futuro es crucial, pues se trata de explorar en forma sistemática cuáles son las ideas, propuestas y aspiraciones compartidas por todos”.

Se considera el futuro compartido como base a un proceso de planeamiento estratégico ético pues no solo queremos involucrar a las personas dentro de la compañía, donde se realiza este proceso meramente lucrativo y pasivo con la sociedad, sino que este debe involucrar el futuro de la sociedad donde se desempeña; no solo es dejar las cosas como estaban, sino dejarlas mejor para todos.

El otro concepto clave a explicar es la ética, que según Debeljuh (2008), la ética es el saber práctico que se encarga de investigar cuál la finalidad del actuar, para que la persona y organización pueda tomar una decisión sobre su comportamiento, cómo ordenar sus objetivos y estrategias para conseguirlo, buscar en la conciencia esos valores que priman en nuestro actuar y hacerlos hábitos para lo correcto y adecuado, ponderando el bien sobre el beneficio individual. Entonces, debemos entender ética como la visión, objetivo, políticas y estrategias de una mejor empresa y una mejor sociedad.

Algunos consideran que la aplicación de la ética está lejos o presenta un divorcio con las actividades empresariales pero por el contrario, estas reflexiones acerca de la ética son fácilmente aplicables en este campo, fundamentalmente cuando las organizaciones, que son un ser vivo, usan la conciencia al momento de establecer cuáles serán los lineamientos a seguir para conseguir sus objetivos como una gran cultura organizacional, es decir, la ética es la plataforma perfecta básica para diseñar visiones, objetivos, estrategias y políticas con un fuerte componente ético, para alcanzar los objetivos con eficacia así como con responsabilidad hacia dentro y fuera de la compañía.

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