Ensayo de liderazgo “GDP” VENTA DE TRACTORES Y REFACCIONES AGRICOLAS está ubicado en prolongación degollado #347 Ahualulco de Mercado.
Enviado por Rosy Ayala Meza • 7 de Febrero de 2018 • Tesina • 3.814 Palabras (16 Páginas) • 166 Visitas
Nombre de la asignatura: Liderazgo Globalizado
Nombre del programa: Especilidad en Sistemas de calidad
Nombre alumno(s): María del Rocío Ayala Meza
Paulina Lisette Díaz Barajas
Matrícula: 2570105/ 2565275
Tema: Proyecto de Evaluación del Primer Parcial
HISTORIA DE LA EMPRESA
“GDP” VENTA DE TRACTORES Y REFACCIONES AGRICOLAS está ubicado en prolongación degollado #347 Ahualulco de Mercado.
“GDP” VENTA DE TRACTORES Y REFACCIONES AGRICOLAS. Nace en el año 2011; el significado de sus siglas es -General Díaz Pérez- comienza como una empresa familiar con sus asociados enfocada en la demanda suscitada en el sector cañero puesto que en la zona donde está ubicada la empresa se encuentra en medio de 3 ingenios cañeros cerca; así como el principal factor de economía el cual es el agrícola. Sucesivamente la región se ve poblada por inversionistas extranjeros reflejados en invernaderos de chile morrón y arándanos, como uno de los principales factores de economía de la región; así no olvidemos también al sector agavero.
La empresa se comienza a estructurar ya que el fundador el Ing. Mecánico Automotriz Iván Enrique Díaz Haro el que tenía conocimientos y experiencia en venta de maquinaria agrícola ya que este había pertenecido a un consorcio de tractores ubicado en la zona metropolitana de “Guadalajara Jalisco” el cual este quebró por acciones mal empleadas de la empresa; el ING. decidió emprender un nuevo camino y seguir independiente estabilizándose con una nueva idea, un nuevo enfoque empresarial ubicado en la zona cañera de Ahualulco de Mercado Jalisco de donde el Ing. es originario.
La empresa se da a conocer por redes sociales inaugurando una página de internet; por clientes anteriores que por el buen trato y capacitación del Ing. lo siguieron frecuentando, así como amigos y familias enfocados en la agricultura, y por supuesto dándose a conocer en exposiciones y ferias como la: Ganadera; la expo alimentaria por mencionar entre otras.
El buen trato; la confianza y la forma de optimizar recursos para que los agricultores y no solo las grandes empresas cuenten con el apoyo empleado en su sector fue un punto clave en la venta de los mismos; así también como la restructuración de maquinaria; importación y servicios de mantenimiento se concentraron en una empresa que daba un servicio igual e incluso mejor que evitar la fatiga de trasladarse a Guadalajara y buscar por agencia el tipo de maquinaria; refacción o el mantenimiento deseado dado que cuenta con personal capacitado encargado de cada punto brindando apoyo y soporte a la empresa
La propuesta expresa la calidad de vida y desempeño profesional que una capacitación integral y la certificación como profesional de modelaje aseguren un desempeño 100% garantizado.
ANTECEDENTES
Históricamente, la actividad agropecuaria ha desempeñado un papel importante en el crecimiento económico de México al proveer de alimentos, materias primas, capital y mano de obra a la población, así como la consolidación del mercado interno para los productos de otros sectores económicos como el de servicios y el industrial. Por ello, la determinación óptima del uso de insumos o factores de la producción es fundamental al incidir directamente sobre los niveles de producción del sector agropecuario, como es el caso de la maquinaria agrícola. Ocampo y colaboradores (2003) señalan que en México existen aproximadamente 21.9 millones de hectáreas agrícolas, de las cuales, se estima, considerando las características de la pendiente, que 18.6 millones son potencialmente mecanizables.
La modernización acelerada de la tecnología agrícola en México se produjo en el periodo posterior a la II Guerra Mundial, con la hegemonía indiscutible de Estados Unidos y la reorganización mundial. La tendencia de tractorizar desde las propuestas extranjeras, sobre todo norteamericanas, se acompañó de una amplia intervención tecnológica que incluyó educación e investigación, formación de instituciones, agrupación de comunidades con emergencia de liderazgos, definición de políticas y de orientaciones económicas, de extensionismo y de divulgación tecnológicas (Ocampo et al., 2003). La presencia amplia de las empresas productoras de tractores e insumos condujo a un acelerado proceso de
modernización, donde destaca la subordinación tecnológica y la formación de la cultura agrícola moderna, reforzada desde la visión del Estado.
Entre 1941 y 1946, con todo y la guerra mundial, se importaron de Estados Unidos 50,700 arados de hierro. Si para 1930 se tenían en el país 3,875 tractores, en ese mismo periodo se importaron unos 9,000 con un costo de 60 millones de pesos. En el periodo del presidente Miguel Alemán (1946 a 1952), esa cantidad se gastó por año para adquirir maquinaria agrícola. Entre 1940 y 1950, el valor de la maquinaria de los grandes propietarios se había quintuplicado, mientras que la de los pequeños productores privados había crecido dos veces y media y la de los ejidos se había duplicado (Palacios et al., 2003). Entre 1940 y 1960, con el apoyo del gobierno, las existencias de tractores se incrementaron once veces (Macera, 1990). Hasta 1970 ingresaron principalmente en las zonas de riego, para enseguida centrarse en los distritos de temporal. Hacia 1981, 89% de la superficie de riego se trabajaba con tractores, en una relación de 60 ha/tractor, mientras que en las de temporal la relación era de 144 ha/tractor. Los créditos, los subsidios en precios de maquinaria, combustibles y otros, permitieron un incremento sostenido de la compra de tractores. Según datos de la FAO (2011), 1991 fue el año con un mayor número de tractores: 317,313 unidades en servicio. A partir de este año, la existencia de tractores ha ido disminuyendo (Figura 1). Calva (1998) menciona que la disminución en la cantidad de estos equipos se ha debido al incremento en los costos de combustible, la inversión y operación de los tractores que resultó costosa.
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Sobre la producción de estos equipos, desde principios de los años sesenta se empezaron a producir los tractores en México de marcas como Ford (más adelante New Holland), Massey Ferguson (MF), John Deere (JD) e International Harvester (Palacios et al., 2003). La producción de los mismos se localiza en Querétaro, Coahuila y Nuevo León (Flores et al., 2007).
Sobre su comercialización, se concentra en una red de distribuidores a nivel nacional; así, JD incluye 159 puntos de venta en México, NH agrupa 140 puntos de venta y Case 121, mientras que MF 86 y McCormick 35. Los principales comercializadores son John Deere (JD), New Holland (NH) Massey Ferguson (MF), McCormick (McC) (Figura 2). JD es considerado como el principal productor y distribuidor de maquinaria agrícola, con una presencia importante en el mercado mexicano (38%); NH es su más cercano competidor en este rubro; cabe resaltar que éste y Case forman una sola empresa y juntos acaparan el 29% del mercado, mientras que MF tiene 27%.
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