Equilibrio Entre Trabajo Y Vida Privada

Sobre equilibrio entre el trabajo y la vida privada, según Jack y Susy Welch

Este equilibrio significa tomar decisiones, concesiones y vivir con sus consecuencias. Es así de simple y así de complejo.

Pero recuerde que no está solo. Su empresa también resiente el impacto de sus decisiones y acciones. Con eso en mente, seamos realistas y analicemos el equilibrio laboral-vida privada desde el punto de vista de su jefe.

1La máxima prioridad de su jefe es la competitividad. Por supuesto que quiere que usted esté feliz, siempre y cuando eso ayude al éxito de la empresa. De hecho, si está trabajando correctamente, su jefe está haciendo que su labor sea tan emocionante que su vida personal cada vez lo atrae menos.

No es que los jefes quieran que renuncie a su familia, pasatiempos u otros intereses. Simplemente los mueve el deseo de aprovechar toda su energía a favor de la empresa. Más que nada, los jefes quieren ser exitosos, para eso les pagan.

En la mayoría de los casos, los jefes consideran que una buena forma de atacar consiste en defenderse lo más que puedan contra los anhelos de la vida, y la estrategia es hacer que el trabajo sea tan atractivo y tan divertido que la gente de hecho no quiere ir a cenar a sus casas, y ni hablar de jugar ajedrez de aficionados.

2La mayoría de los jefes se muestran perfectamente dispuestos a acomodar desafíos de equilibrio laboral-vida personal si esta flexibilidad ha sido ganada con desempeño. Las palabras claves aquí son: siempre y cuando.

Estos equilibrios realmente funcionan como los antiguos sistemas de puntos. La gente con excelente desempeño acumula puntos que puede intercambiar por flexibilidad. Entre más puntos tenga, mayor será la oportunidad de trabajar en el momento y lugar que quiera.

No puede hablar de este sistema de puntos, empero, sin mencionar tiempo de trabajo cara a cara. A despecho de todas las tecnologías que posibilitan el trabajo virtual, la mayoría de los gerentes simplemente se sienten más cómodos promocionando gente que han visto en las reuniones y pasillos o con las que han trabajado durante una crisis muy severa.

3Los jefes saben que las políticas de equilibrio laboral-vida privada descritas en la publicidad informativa de la empresa simplemente están allí para propósitos de reclutamiento, y que estos acuerdos en la vida real son negociados individualmente en el contexto de una cultura de respaldo.

Los acuerdos reales sobre estos equilibrios son negociados por los jefes y los individuos con base al grado de necesidad, utilizando el intercambio de puntos por flexibilidad que recién hablamos. Este sistema de puntos requiere una cultura organizacional de apoyo en la que se alienta a los jefes a pactar acuerdos creativos de equilibrio con trabajadores de alto desempeño, y éstos se sienten cómodos hablando con sus jefes sobre sus desafíos laborales y privados.

En este tipo de cultura, los departamentos de recursos humanos no tienen que autorizar los acuerdos pactados por los jefes, y éstos no se sienten forzados a adherirse a políticas formales de equilibrio laboral-vida privada que de hecho pudieran limitar su capacidad de éxito.

Si quiere un verdadero balance laboral-vida privada encuentre una empresa que lo contemple como parte de sus actividades cotidianas.

4La gente que públicamente lucha con problemas de equilibrio laboral-vida privada o que recurre continuamente a la empresa en busca de ayuda es encasillada como ambivalente, protegida o incompetente, o como todas las mencionadas.

Las personas que ocupan el 20 por ciento superior de cualquier organización raramente se queja de su equilibrio laboral-vida privada. En casa, al igual que en el trabajo, son tan competentes que han ingeniado y aplicado soluciones sustentables.

Los trabajadores por debajo del promedio, en contraste, tienen tres cosas en su contra. Primero, tienden a tener menor experiencia para organizar su tiempo y jerarquizar, no sólo en el trabajo sino que también en su casa. En segundo lugar, debido a su mediocre desempeño se les ha dicho que tienen limitadas oportunidades de crecimiento. Eso reduce su confianza y aumenta su ambivalencia.

Y finalmente, no tienen tanta seguridad financiera como el 20 por ciento superior, lo que los deja con menos recursos para 'comprar' equilibrio laboral-personal con niñeras o lo que sea. Al juntar estas tres dinámicas se evidencia porqué estas personas con pobre desempeño luchan públicamente con dilemas de equilibrio y por qué piden ayudan tan frecuentemente.

Por tanto, antes de abrir la boca por quinta vez para solicitar que le restrinjan los viajes y que le dejen libre los jueves por la mañana, sepa que está a punto de dejar algo en claro. Sin importar qué palabras utilice, sonará como: "realmente lo mío no es esto". 5Incluso los jefes más flexibles creen que el equilibrio laboral-personal es problema de cada cual. De hecho, la mayoría sabe que realmente apenas hay un puñado de estrategias efectivas que ayudarán, y les gustaría que las usara.

Mire, sólo usted sabe cuáles son sus valores y prioridades. Sólo usted sabe qué concesiones está

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