Estudio De La Economía (Políticas, Escuela Clásica, Revolución Marginalista, Economía Neoclásica, Historia Del Pensamiento Económico)
Enviado por M1610 • 7 de Abril de 2013 • 5.435 Palabras (22 Páginas) • 892 Visitas
EL ESTUDIO DE LA ECONOMÍA
ECONOMISTAS QUE HAN CAMBIADO EL RUMBO DE LA HISTORIA
LAS POLÍTICAS ECONOMICAS EN LA HISTORIA.
• MERCANTILISMO.
• FISIÓCRATAS.
LA ESCUELA CLÁSICA
• ADAM SMITH.
• DAVID RICARDO
• JOHN STUART MILL
• KARL MARX
LA REVOLUCIÓN MARGINALISTA
ECONOMÍA NEOCLÁSICA
TEORÍA DEL "ESTADO DEL BIENESTAR GENERAL": Arthur Cecil Pigou
JOHN MAYNARD KEYNES
NUEVAS TEORÍAS
HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO.
INTRODUCCIÓN:
Los asuntos económicos han preocupado a muchos intelectuales a lo largo de los siglos. En la antigua Grecia, Aristóteles y Platón disertaron sobre los problemas relativos a la riqueza, la propiedad y el comercio. Los griegos hicieron importantes aportaciones, al igual que los escolásticos de la edad media.
Durante la Edad Media predominaron las ideas de la Iglesia, se impuso el Derecho Canónico, que condenaba la usura (el cobro de intereses abusivos a cambio de efectivo) y consideraba que el comercio era una actividad inferior a la agricultura. Desde esa época hasta el presente las actividades económicas como se observa en la "escalera de la Historia" cómo han ido evolucionando desde los peldaños inferiores (Prehistoria) hasta el mundo actual.
Estas etapas ocurrieron debido a aquellos hombres que estudiando el comportamiento de los individuos en su ambiente económico formularon teorías que en su momento fueron aplicadas en su entorno y más allá y dieron paso a las Principales escuelas de pensamiento económico a través del tiempo
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ESCUELAS DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO -. ECONOMISTAS QUE HAN CAMBIADO EL RUMBO DE LA HISTORIA
Previo a la obra de Adam Smith estuvieron vigentes dos escuelas del Pensamiento Económico. Los Mercantilistas y los Fisiócratas. El mercantilismo y las especulaciones de los fisiócratas precedieron a la economía clásica de Smith y sus seguidores del siglo XIX.
A. Mercantilismo
Esta filosofía y política económica estuvo en boga por parte de los pensadores, hombres de Estado y mercaderes de los siglos XVI y XVII en Europa Occidental. La época se caracterizó por la desaparición final de los lazos económicos y sociales propios del feudalismo, por el aumento de las manufacturas y por la expansión de los viajes intercontinentales y del comercio internacional.
En este contexto surgieron diversas ideas que, a pesar de no conformar un cuerpo sistemático de doctrina, tuvieron algunos rasgos importantes en común que hoy permiten agruparlas bajo el rótulo general de MERCANTILISMO.
Entre ellas cabe mencionar la importancia asignada al papel del Estado, especialmente en cuanto a favorecer la expansión de los mercados y proteger los intereses comerciales de las naciones como un todo.
El desarrollo de los modernos nacionalismos a lo largo del siglo XVI desvió la atención de los pensadores de la época hacia cómo incrementar la riqueza y el poder de los estados nacionales. Los mercantilistas consideraban que la riqueza de una nación dependía de la cantidad de oro y plata que tuviese.
Aparte de las minas de oro y plata descubiertas por España en el continente americano, una nación sólo podía aumentar sus reservas de estos metales preciosos vendiendo más productos a otros países de los que compraba. El conseguir una balanza de pagos con saldo positivo implicaba que los demás países tenían que pagar la diferencia con oro y plata.
Esta preocupación mercantilista por acumular metales preciosos también afectaba a la política interna. Era imprescindible que los salarios fueran bajos y que la población creciese. Una población numerosa y mal pagada produciría muchos bienes a un precio lo suficiente bajo como para poder venderlos en el exterior.
Se obligaba a la gente a trabajar jornadas largas, y se consideraba un despilfarro el consumo de té, ginebra, tejidos de seda, entre otros. De esta filosofía también se deducía que era positivo para la economía de un país el trabajo infantil.
Las prácticas mercantilistas, todavía usadas en el mundo de hoy, incluían la regulación de los intereses y de los salarios, el otorgamiento de privilegios y concesiones monopólicas a las industrias, el proteccionismo y diversas otras restricciones al libre movimiento de los bienes y de los factores productivos.
Esta doctrina económica imperó en Inglaterra y en el resto de Europa occidental desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII.
FISIÓCRATAS. Escuela de pensamiento económico surgida a mediados del siglo XVIII, que se opuso al mercantilismo entonces dominante. Los fisiócratas, que fueron conocidos en su tiempo como “Los Economistas”, tuvieron su figura principal en Françoise Quesnay, quien publicó su famoso Tableau Economique en 1756.
El pensamiento de los fisiócratas fue importante porque abogó por el libre comercio, oponiéndose a las restricciones mercantilistas que buscaban por todos los medios aumentar el excedente de metales preciosos y preanunciando así las concepciones de los economistas clásicos.
El término “ fisiocracia”, que puede traducirse como norma de la naturaleza o ley natural, tenia como idea principal, que puede sintetizarse diciendo que la riqueza económica sólo se produce en la actividad agrícola, pues es la única que crea nuevo valor.
La industria, en tal sentido, es improductiva, pues sólo combina diferentes cosas ya creadas previamente por la agricultura; así sucede también con el comercio, pues éste se limita a trasladar y cambiar de manos lo ya producido.
Esta doctrina económica estuvo en boga en Francia durante la segunda mitad del siglo XVIII y surgió como una reacción ante las políticas restrictivas del mercantilismo.
Los fisiócratas eran partidarios del libre comercio y del laissez-faire (doctrina que defiende que los gobiernos no deben intervenir en la economía). Su objetivo era el establecimiento de una economía de mercado sin obstáculos. Con el fin de alcanzar dicho fin abogaban por la abolición de todas las leyes que prevenían que gente más eficiente superara a competidores menos preparados.
También sostenían que los ingresos del Estado tenían que provenir de un único impuesto que debía gravar a la actividad primaria, la única fuente de riqueza
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