Finanzas Publicas

Dependencia e inequidad tributaria de los gobiernos estatales en México

El federalismo fiscal está referido al análisis de las interrelaciones entre cada una de las haciendas de los diversos ámbitos de gobierno que conforman el país, que surgen en el proceso de ingreso y gasto público. El federalismo fiscal es el arreglo espacial expresado a través de las finanzas públicas y como función pública representativa del poder político. Determina las facultades del estado para el cobro de impuestos, recaudar y administrar los recursos, para responder a las necesidades de la población. Durante las últimas décadas, aun con los cambios en el federalismo fiscal, el país ha sufrido de desequilibrios muy grandes entre lo recaudado por la federación, y lo recaudado por las entidades federativas, donde los ingresos propios de cada municipio resultan insuficientes. En promedio el 90% de los ingresos que reciben los estados proviene de la federación y solo el 10% vienen de la recaudación propia. Aunado a esto, las participaciones federales a los estados y municipios se asignan de una manera ineficiente y arbitraria y no de una manera que promueva y responda a las necesidades de desarrollo de las entidades dependiendo de sus características, lo cual provoca distorsiones y desequilibrios. El Federalismo tiene dos dimensiones: política que es un pacto entre regiones que controlan diferentes jurisdicciones de territorio delimitadas y el proceso de descentralización y económico como forma de expansión de los mercados en términos de competencia y especialización regional.

Las atribuciones que actualmente pueden desempeñar los gobiernos locales son: educación superior, salud, bienestar social, infraestructura entre otras. Mientras que las de distribución y crecimiento son propias de la administración central. Es indispensable que los gobiernos locales tengan recursos para satisfacer estas atribuciones que se les han transferido. Actualmente estos recursos que transfiere el gobierno federal a los estatales forman parte del gasto federalizado, conforme a la ley de coordinación fiscal.

La estructura de los ingresos de las 32 entidades federativas está constituida por ingresos propios tributarios y no tributarios, transferencias federales, excedentes petroleros y financiamientos. El ingreso promedio de las entidades federativas respecto al total de los ingresos representa 6.7%; de los cuales, 2.5% provienen de fuentes tributarias y 4.2% de ingresos no tributarios. El problema de desequilibrio entre lo que se recauda por las entidades y las transferencias que hace el gobierno federal se debe principalmente a la ineficiencia de los estados para recaudar y a las restricciones constitucionales para que los estados impongan contribuciones con mayor base monetaria.

Los estados que recaudan mayores recursos propios son aquellos con alta actividad empresarial y turística, con buen desarrollo y actividad económica

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