Foro - La creación de una mejor cadena de suministro
Enviado por Fabio Villanueva • 11 de Septiembre de 2021 • Ensayo • 1.990 Palabras (8 Páginas) • 51 Visitas
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Escuela de Postgrado y Estudios Continuos
DIPLOMADO: PROCESOS Y MEJORA CONTINUA
GEST. DE COMP. PARA LA MEJORA CONTINUA
Trabajo Final
Docente:
Cesar Augusto Montoya Ramirez
Gestión del Cambio y Adaptabilidad
Presentado por:
Asencio Alva, Danery Pamela
Espinoza Murrugarra, Jonathan
Ocola Gadea, Raúl Alfonso
Olivares Rosas, Nilton Genaro
Villanueva Chapoñán, Fabio Enrique
Trujillo, Marzo 2021
Índice
Índice de Tablas 3
Resumen 4
Introducción 5
Marco Teórico 6
Recomendaciones 7
Índice de Tablas
Resumen
Introducción
La vida de las empresas es un mar de cambios en el que algunas veces hay grandes mareas y otras veces hay calma, pero siempre hay oleaje. Día a día las empresas enfrentan nuevos retos, ya sea una organización consolidada o una pequeña empresa que apenas está empezando siempre se presentan cuestiones nuevas que inciden en su comportamiento y en su desempeño.
En estos tiempos de cambios rápidos, los nuevos desafíos atentan seriamente sobre la supervivencia de las organizaciones, nuevos competidores externos, movilización de capitales, dificultad para retener al talento humano y tecnologías cambiantes son elementos que obligan a las personas que llevan las riendas de las firmas a estar preparadas para el cambio y no solo a eso sino a tener la habilidad de motivar a su gente para alcanzar la renovación continua.
La gestión del cambio no consiste en implantar nuevos modelos de gestión que a la postre resultan ser solamente teorías pasajeras, más bien consiste en aprovechar los cambios del entorno empresarial para el bien de la firma, por ello, las compañías no solo deben ser flexibles, sino que quienes las manejan deben desarrollar una aguda percepción para anticiparse a los cambios y poder estar así siempre a la vanguardia.
La gestión del cambio es un proceso, herramientas y técnicas que se utilizan para gestionar el lado humano del cambio, con el fin de alcanzar los objetivos de un proyecto. Es decir, la transformación de objetivos, procesos y tecnologías inmersas en una compañía es fundamental para sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo. Para lograrlo, es necesario que los colaboradores estén inmersos en la gestión del cambio.
¿El tiempo pasa muy rápido? Lo sabemos y también sabemos que el mundo cambia con el paso del tiempo. Pero lo que no podemos permitir es quedarnos atrás. ¿Qué ocurre si un día, como gerentes de una empresa, descubrimos que nos hemos quedado parados, de que no hemos sabido evolucionar y que, por tanto, hemos de cambiar nuestra forma de hacer, de actuar o de responder? Después de todo, eso es lo que esperan nuestros clientes que seamos y hagamos: ser lo suficientemente ágiles para adaptarnos a los cambios que nuestros clientes nos marcan. Es ahí cuando la gestión del cambio es necesaria.
¿Cómo llevar a cabo la gestión del cambio?
Las compañías deben tener en cuenta cómo los ajustes o reemplazos internos impactarán en los procesos, sistemas y trabajadores. Por ello, es importante que haya un procedimiento distinto para las siguientes acciones: un proceso para planificar y probar el cambio, para comunicarlo, para programarlo e implementarlo, para documentarlo y un método final para evaluar los efectos de la transformación. Existen tres tipos de gestión del cambio que toda organización puede implementar:
- Cambio de desarrollo. Permite mejorar los procesos y procedimientos de una empresa previamente establecidos.
- Cambio de transición. Aleja a las compañías de su estado actual hacia uno que le permita resolver determinados problemas (fusiones y adquisiciones).
- Cambio transformacional. Altera la cultura y el funcionamiento de una organización.
Los requisitos para convertirse en líder del cambio:
- Visión clara de lo que se pretende lograr: lo primero con lo que debe contar el directivo promotor, es claridad en los objetivos, una visión de la situación futura que se pretende alcanzar, capacidad de focalizar lo fundamental.
La visión es un requisito previo e imprescindible, es la imagen mental del estado futuro y posible de un proyecto, que resulta atractivo para todos los que intervienen en su ejecución; es la imagen clara de la situación futura, que mejora el estado actual, de ahí que la misma proceda de la realidad.
- Preparación, buena reputación y competencia profesional: no es preciso ser el que más sabe, pero si la persona que domina la problemática fundamental en los diferentes ámbitos en que intervendrá con una imagen positiva de la organización.
- Confianza en sí mismo, madurez y equilibrio emocional: las dificultades y obstáculos que sobrevienen al cambio son inevitables, se requiere serenidad y equilibrio emocional para conducir al equipo sin sobrepasar la tensión normal que todo cambio produce.
- Convicción, entusiasmo y coraje: además del convencimiento el directivo promotor debe estar ilusionado y entusiasmado con el proyecto.
- Poder y autoridad personal: antes trabajamos el tema del poder y la autoridad, en todo proceso de transformación es necesario superar resistencias y hacer frente a los opositores, para lo cual serán necesarias ciertas formas de poder como las coercitivas o utilitarias, las cuales deberán ser sabiamente administradas. Para ejercer el poder es necesaria la autoridad, moral o de liderazgo, de jerarquía.
- Capacidad de persuasión e influencia: capacidad de influir sobre los seguidores para que ejecuten y lleven a buen fin el proyecto.
- Proactividad: el directivo proactivo no espera a que sean las circunstancias o factores externos los que resuelvan sus problemas o le propicien un entorno favorable para el cambio, sino que, él mismo toma la iniciativa, actúa, recorre y hace su propio camino, en cada momento opta por la mejor alternativa y asume la responsabilidad de los resultados.
¿Por qué implementar la gestión del cambio en una empresa?
- Aumenta el éxito de proyectos e iniciativas. Además, mejora la capacidad de una organización para adaptarse a los cambios constantes que sufre el mercado.
- Permite aprovechar el talento humano. Al estandarizar la consistencia y eficiencia del trabajo, la gestión del cambio se asegura que el activo de los colaboradores no sea pasado por alto. A medida que se producen cambios en la compañía, los empleados son capacitados para comprender sus nuevos roles y construir una cultura orientada al cambio.
- Garantiza el crecimiento organizacional. La gestión del cambio fomenta la estabilidad, posicionamiento y el crecimiento futuro de la empresa, al permitirle permanecer dinámica en el mercado.
- Facilita los periodos de cambio comercial. Permite a las compañías mantener un estado constante de evolución. De este modo, los trabajadores permanecen motivados y productivos durante la introducción de nuevas tecnologías o procedimientos.
- Aumenta la moral de los empleados. Impulsa la creación de equipos de trabajo y el enriquecimiento laboral. Gracias a estos factores, la productividad y la calidad de trabajo se ven beneficiadas, reduciendo los ciclos de producción.
- Reduce los costos de una organización. Al tener colaboradores preparados para los cambios que se llevarán en los procesos, las empresas no necesitarán contratar personal externo. Eso permite la disminución de costos y la retención y satisfacción de los empleados.
Resistencia al Cambio.
En muchas organizaciones, a pesar de su importancia, existe cierta tendencia a resistirse al cambio. En el libro Gestión del cambio, el autor Juan Ferrer identifica los principales motivos por los que ciertas organizaciones son reacias al cambio.
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