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Franquicias y Alianzas Estratégicas para la expansión de negocios


Enviado por   •  27 de Enero de 2016  •  Trabajo  •  1.713 Palabras (7 Páginas)  •  373 Visitas

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Franquicias y Alianzas Estratégicas para la expansión de negocios

Introducción

Hablar de franquicias, no es hablar de una industria, es hablar de una estrategia de crecimiento, de expansión de negocios, adoptada por miles de empresarios y emprendedores para crecer o bien, para incursionar de manera más firme en el mundo de los negocios.

Sus inicios son motivo de controversia, algunos, los menos, argumentan que desde la época de las cruzadas, al otorgar la potestad para conquistar nuevas tierras, se daba “licencia de uso de marca” por ir los caballeros con la venia del rey a poner su sello imperial[1][2], por lo que bajo este argumento podríamos hablar de una antigüedad de por lo menos cinco siglos. Aunque otros expertos, argumentan que hace más de 150 años, tiempo en el cual, han dejado en manifiesto ser un modelo de negocio con alto grado de crecimiento.

Cualquiera que sea el origen, lo cierto es que las franquicias día con día crecen y han demostrado ser una alternativa de expansión real y confiable, aunque no por ello garantizan el éxito, más bien, disminuyen la posibilidad de fracaso. Como resultado, aprovechando las ventajas que ofrece este formato, muchos negocios incursionan a diferentes mercados no solamente nacionales, sino también internacionales, enseñando a propios y extraños que hay maneras de crecer a través del capital de terceros sin el temor de ser plagiados porque para ello existe ya, legislación en la materia.

1. Antecedentes de la Franquicia.

Cuando hablamos del término Franquicia, específicamente de sus orígenes, las opiniones son de lo más variadas. La más aceptada de manera general es que el término franquicia era empleado en la Edad Media, al cual se le adjudica un origen francés con el término FRANC, con el que se hacía referencia a las autorizaciones o privilegios que los soberanos otorgaban a favor de algún súbdito en relación a determinadas actividades comerciales, o también de pesca y explotación de recursos forestales; inclusive a opinión de algunos estudiosos mexicanos en el tema como Ferenz Feher y Juan Manuel Gallástegui entre otros, se habla que se utilizaba la fórmula durante el periodo de las cruzadas, cuando a los caballeros se les otorgaba el derecho de conquistar territorios e imponer contraprestaciones a quienes los habitaran, es decir, que los caballeros acudían en nombre, en representación del rey a realizar las labores propias de éste, teniendo como única obligación compartir las ganancias generadas con el soberano que les hubiera encargado emprender la cruzada. [3] En otras palabras mientras el rey en sus aposentos o en el palacio se dedicaba a otras cuestiones, otros con su venia trabajaban a nombre suyo y él ganaba por todos lados.

Sin embargo, todo esto no pasa de ser interpretación histórica. Ya que para que algo sea contundente se requiere documentación para dar testimonio fiel, por lo tanto el primer documento que refleja la concesión de una franquicia con el que se puede dar por comprobada su existencia, está fechado en marzo de 1.232 , y fue otorgado en la localidad francesa de Chambey, por lo que se puede dar esta fecha como la de inicio de las franquicias (sin que sea un dato generalmente aceptado).

Con la llegada de la Edad Moderna perdemos la pista al término franquicia en Francia, sin que esto quiera decir que dejó de practicarse del todo, ya que el hecho de que el documento de Chambey exista es muestra fehaciente de dos cosas: 1) que SI se llevó a cabo esta concesión otorgada y 2) que milagrosamente sobrevivió a todos los conflictos que en esos lares se desataron durante los siglos subsecuentes; por lo que no es de extrañar que no se tenga constancia documental hasta ya entrado el siglo XIX, y esta vez en los Estados Unidos de Norteamérica. Las necesidades de expansión de la industria del Norte, triunfante tras la guerra civil, lleva a los empresarios a buscar la colaboración de los comerciantes del Sur y del Oeste. Reaparece pues el término franquicia, y esta vez ya contiene la esencia que lo caracterizará hasta nuestros días, es decir la colaboración entre empresarios independientes para la obtención de un fin común.

La Franquicia en América.

Si bien es cierto que posterior al  final de la guerra civil, el ambiente reinante propició el surgimiento de nuevas formas de colaboración empresarial, siendo una de las alternativas las franquicias, algunos comentan fue entre los años 1850 y 1858 cuando, en búsqueda de un sistema de distribución comercial, surge Isaac Singer, quien desarrolló el Singer Sewing Center (Centro de Costura de Singer), toda vez que después de inventar la máquina de coser, Singer se encontró con dos problemas para comercializarla. En primer lugar los clientes tenían que aprender cómo utilizar su invención antes de comprarla y en segundo lugar, no tenia bastante capital para fabricar su máquina en grandes cantidades. Entonces surgió la idea de vender los derechos a hombres de negocios locales para que se capacitaran en la utilización y vendieran la máquina de coser enseñando en consecuencia a los clientes a utilizarla. Con esta fórmula el negocio se desarrolló rápidamente, permitiendo que el ingreso obtenido por la venta de derechos, le financiara la fabricación de sus propias máquinas, y con el panorama de que cada unidad de negocios se autofinanciaba, pudo de esta manera sacar provecho de los talentos de cada uno de los franquiciados.

Otros argumentan que fue a mediados del siglo XIX, gracias a las cadenas de bares, cuya expansión de la población trajo consigo un aumento en la demanda de cerveza en las ciudades, razón que motivó a los fabricantes de cerveza a buscar la solución acerca de cómo abastecer el mercado sin la necesidad de abrir centenares de puntos que implicaban problemas de gestión y tramitología. La respuesta que encontraron fue que debían alquilar locales a bajo precio a “franquiciados” que se comprometían a obtener su suministro de fábrica, (lo que posteriormente resultaría, como veremos más adelante, en lo que actualmente se le conoce como COMISARIATO). Con esta medida el franquiciado quedaba en cierta medida, a merced del proveedor por lo que se refiere a precio y calidad, pero en definitiva, los intereses de ambos eran idénticos.

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