Holanda.
Enviado por cesararias_bpe • 20 de Octubre de 2013 • Tesis • 293 Palabras (2 Páginas) • 271 Visitas
umbral de la conciencia. La verificación empírica de este axioma psicológico procede,
por ejemplo, de los experimentos sobre las emociones inconscientes, como el descubrimiento de que las
personas relacionan concretamente cosas que ni siquiera saben que han visto anteriormente. Cualquier
emoción puede ser —y normalmente es— inconsciente.
El correlato fisiológico de la emoción suele tener lugar antes de que la persona sea consciente del
sentimiento que le corresponde. Cuando, por ejemplo, a las personas que temen a las serpientes se les
muestra la imagen de una serpiente, sensores convenientemente colocados en su piel detectan el sudor —un
signo de ansiedad— antes de que los sujetos afirmen experimentar miedo. Y esta respuesta tiene lugar aun en
el caso de que el sujeto se vea expuesto a la imagen una fracción tan corta de tiempo que no tenga la menor
idea consciente de lo que ha visto y que sólo sepa que está comenzando a sentirse ansioso. Sin embargo, en
la medida en que esa emoción preconsciente sigue intensificándose, llega un momento en el que logra
atravesar el umbral y emerge en la conciencia. Existen, pues, dos niveles de la emoción, un nivel consciente y
otro inconsciente, y el momento en que llega a la conciencia constituye el jalón que indica su registro por el
córtex frontal.
Pero. aunque no tengamos la menor idea de ellas, el hecho es que las emociones que bullen bajo el
umbral de la conciencia pueden tener un poderoso impacto en nuestra forma de percibir y de reaccionar.
Tornemos, por ejemplo, el caso de alguien que haya tenido un encuentro desagradable y que luego
permanezca irritable durante muchas horas, sintiéndose insultado por el menor motivo y respondiendo mal a la
menor insinuación. El sujeto puede ser completamente inconsciente de su susceptibilidad y sorprenderse
mucho si alguien le llama la atención a este respecto, aunque no cabe la menor duda
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