INNOVACIÓN E INNOVACIÓN EMPRESARIAL
Enviado por Diego Arcentales Fernández • 4 de Abril de 2019 • Ensayo • 2.467 Palabras (10 Páginas) • 108 Visitas
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FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
LAB DE INNOVACIÓN EMPRESARIAL
TÍTULO DE LA INVESTIGACIÓN:
INNOVACIÓN E INNOVACIÓN EMPRESARIAL
AUTOR:
Carmen Olinda Párraga Solórzano
FECHA DE ENTREGA:
Marzo 30 de 2019.
Como trabajo de recuperación se solicita:
- Elaboración de un ensayo reflexivo sobre Innovación Empresarial. El documento debe considerar los siguientes lineamientos.
Revisión de literatura sobre innovación, innovación empresarial (Proquest – artículos últimos 5 años)
Detallar ejemplos de 2 empresas que apliquen innovación empresarial.
Conclusiones (Reflexión personal)
Extensión del ensayo obligatorio (2.500 palabras)
Formato APA 6
Revisión de literatura sobre innovación, innovación empresarial
A continuación, se muestra la revisión de literatura, inicialmente de parte de un libro que refiere su documentación a la innovación e innovación empresarial; también se realiza el análisis de cuatro artículos científicos publicados en revistas relacionados al concepto de innovación.
Innovación es un concepto que se refiere a creaciones o modificaciones pensadas por emprendedores para objetos, ideas, procesos, actividades y demás; que son productos de la aplicación de una habilidad innata del ser humano, que puede ser habilidad de asociación, cuestionamiento, experimentación, networking u observación; su implementación representa un riesgo para quien la implemente, pero a su vez puede ser la oportunidad de superarse.
La solución de problemas que se pueden presentar en las empresas también está relacionada con la innovación, innovación en el control interno de la compañía, innovación en protocolos de los procesos que se desarrollan, innovación en las estrategias de servicio de calidad de atención al cliente, innovación en la comunicación entre clientes internos – empresa; clientes externos – empresa; alianzas empresa – empresa. En consecuencia, todo en la empresa puede ser innovado, con el único objetivo de permanecer en el mercado.
“Innovar implica que las empresas introducen cambios ya sea en sus productos o servicios, en sus procesos de producción, en su forma de organizarse y gestionar sus recursos o en los medios utilizados para llegar al mercado y a sus clientes. Estos cambios se producen, entre otros factores, debido a la de una competencia muy intensa, al aumento de la exigencia de los mercados y/o consumidores y al avance tecnológico; factores que obligan a las empresas a innovar de forma continua para mantener su competitividad. En este sentido, la capacidad de las empresas para generar innovaciones y asimilar aquellas nuevas que provienen del exterior se muestra como un factor fundamental para que puedan sobrevivir en unos mercados altamente competitivos. Esta circunstancia se produce tanto en mercados nuevos o de crecimiento rápido como en aquellos mercados maduros donde el factor precio debe combinarse con elementos como el diseño, la calidad o la capacidad de adaptarse a las exigencias de los clientes como vía para mejorar los ingresos” (Cerverón & Ybarra, 2016)
Actualmente, la innovación es un proceso y habilidad que deben obligatoriamente adoptar las empresas; esto, gracias a la existencia de un mercado muy competitivo, no basta con producir el mismo producto siempre, ni ofrecer de la misma manera un servicio, puesto que, siempre hay personas, a las que se les llama emprendedores, con nuevas ideas que revolucionan el mercado y quien no innova queda atrás.
“En el contexto de las transformaciones económicas, tecnológicas y político-institucionales de las últimas décadas, la innovación adquiere una importancia estratégica y en su promoción resultan esenciales las características de cada territorio, la presencia de actores locales y la creación de redes formales e informales de cooperación, capaces de impulsar procesos de desarrollo territorial sustentables.
Las rápidas y profundas transformaciones que experimentan nuestras economías y sociedades han promovido en las dos últimas décadas un evidente esfuerzo de adaptación al cambio, que se hace patente tanto en las empresas, como en las instituciones públicas y los ciudadanos, sometidos a una rápida mutación del entorno en que viven y actúan de forma cotidiana. En la búsqueda de orientaciones capaces de permitir un mejor aprovechamiento de las oportunidades abiertas por el nuevo contexto de mundialización, revolución tecnológica acelerada y liberalización o desregulación de mercados, la innovación se ha convertido en una referencia obligada –incluso tópica– como respuesta necesaria ante los retos del presente.
Si desde la óptica empresarial “la innovación es la herramienta específica de los empresarios emprendedores, el medio con el cual explotar el cambio como una oportunidad para un negocio diferente” (Drucker, 1994: 29), desde la perspectiva de los investigadores interesados en el análisis de la realidad socioeconómica y territorial, la innovación también despierta creciente interés como instrumento que puede mejorar el funcionamiento de las actividades económicas, elevar su capacidad competitiva y la de los territorios que las albergan, mejorar la calidad del empleo y la sostenibilidad ambiental, ayudando a superar los riesgos de una globalización excluyente, que condena a buena parte del mundo a la precariedad o la marginación” (Méndez, 2015)
La innovación en la empresa también es de circunstancial importancia, esto se ha logrado observar en el mercado en todo tipo de entidades, puesto que, los consumidores son cada vez más exigentes, y las innovaciones permiten a las pequeñas, mediante y grandes industrias posicionarse y mantenerse en el mercado; por ello, la innovación se ha convertido en un índice que puede determinar el crecimiento económico de la empresa.
“Al analizar el concepto de innovación en los ambientes económicos, se pueden identificar dos tipos de líneas o direcciones para este importante eje temático: por un lado, como fuente de ingresos; por el otro, como mecanismo de sostenibilidad. Según hipótesis planteadas por varios investigadores, en su función generadora de ingresos la innovación se enfoca en el trabajo creativo, que busca dar origen a nuevos productos o servicios orientados a satisfacer necesidades tangibles o intangibles, sin desconocer la rentabilidad que toda empresa debe arrojar como producto de su proceso operativo. Por otro lado, la innovación como fuente de sostenimiento se ocupa de todos los procesos que hacen que una empresa pueda solventar sus obligaciones e imposiciones y estar en constante dinamismo para estar a tono con las exigencias de un mercado cada vez más vertiginoso” (Sáenz, Chang, & Martínez, 2016)
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