Jet Airways: despido, insomnio y empleo año de 1993

Jet Airways: despido, insomnio y empleo

INTRODUCCIÓN:

Nos encontramos frente a una empresa que inició sus operaciones a mediados del año de 1993. Quince años más tarde era reconocida como la compañía de aviación comercial “Número 1” en la India, ya que contaba con una de las flotas aéreas más jóvenes del mundo; y, sostenía acuerdos comerciales con más de 100 aerolíneas internacionales. Además de ser exitosa y haber obtenido numerosos premios por ser considerada de igual manera la empresa más sólida

A lo largo de su vida su tendencia fue a la alza, lo cual se vio reflejado en la cotización de sus acciones en la Bolsa de Bombay. Su éxito era evidente al ampliar su cobertura de rutas, gracias a las alianzas realizadas con otras líneas aéreas, así como en el incremento de su planta laborar.

Parecía que todo estaba perfectamente calculado y planeado, sin embargo en el año 2008 no se escapó de los daños provocados por la crisis económica mundial. Durante ese año, sucedieron eventos para los cuales Jet Airways simplemente no estaba preparada, viéndose en la necesidad de tomar acciones consideradas como las óptimas, que a la postre demostrarían ser lo contrario.

Lo anterior se vio reflejado simplemente en pérdidas, las cuales pronosticaban un clima catastrófico para los siguientes años. Aunado a ello, la toma de malas decisiones por parte de sus directivos para enfrentar tales acontecimientos, que traería mayores y graves consecuencias, como la decisión por parte del Consejo de Administración de despedir a 1,900 empleados tras las pérdidas económicas sufridas y la incertidumbre derivada de los efectos y duración de la crisis económica mundial y la del presidente y fundador Naresh Goyal de dar marcha atrás a la misma y recontratar a los 1,900 empleados despedidos.

DESARROLLO:

En el presente caso, podemos ver que la empresa Jet Airways adolecía en su Administración, ya que los hechos narrados no transmiten ni demuestran una coordinación y supervisión en las actividades de cada uno de los involucrados, lo que inevitablemente los hace vulnerables frente a factores externos, en este caso la crisis económica mundial del 2008. Esa falta de administración conjunta, nos muestra que no se adaptaron a los entornos en los que, con el paso del tiempo la empresa se iba colocando, y por lo tanto las partes involucradas, distaban en su cultura organizacional, ya que cada uno tenía su forma para realizar las cosas dentro de la empresa.

Como consecuencia de lo anterior, la ética que manejaba el Presidente del Consejo de Administración, no era compartida con el resto de los miembros, mucho menos su responsabilidad social. El presidente antepuso su lado humano, por encima de una decisión ya tomada y ejecutada. Allí yo veo una dualidad en su ética, ya que si bien es cierto, toma una decisión caritativa en pro de los empleados despedidos, también es cierto, que violó los principios de las decisiones de un órgano colegiado; lo cual evidenció los vicios en el proceso de toma de decisiones, como lo fue el despido de 1,900 empleados.

Su falta de planeación fue evidente, ya que mientras sus escenarios comerciales se mantenían en situaciones iguales, nada les afectaba, sin embargo nunca planearon estrategias ante posibles contingencias, por lo cual ante la crisis del 2008, se encuentran sin un Plan B para enfrentar el cambio del precio de la turbosina, ni el impacto que esta tendría en sus precios y mucho menos, la demanda de sus servicios.

Aunado a lo anterior, ante sus alianzas con otros competidores, nunca se ve que haya establecido una estrategia por cada proyecto, pareciera que simplemente hizo una suma de esfuerzos, sin llevar a cabo un análisis en cuanto a los puestos que habrían de permanecer y mucho menos captar a las personas que mejor desempeñarían esos puestos, incrementando sin planeación su nómina, donde a la postre se presentaría el mayor impacto. Impacto que tampoco supieron manejar, ya que se basaron en una sola premisa parad decidir sobre adelgazamiento de la plantilla laboral, sin hacer un previo análisis sobre las personas con las que contaban, se basaron en el simple tiempo y no en capacidades y conocimientos de sus empleados, motivo por el cual era muy probable que hayan retenido personal incapaz y con falta de conocimiento, y haya prescindido de personas capaces, creativas y útiles, que bien podrían ayudado a enfrentar y salir de la mejor manera de la crisis que enfrentaban. Incluso alertando de manera negativa a las personas que permanecerían laborando.

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