LA REVALUACIÓN DE LA PROPIEDAD, PLANTA Y EQUIPO, UN TEMA POLÉMICO

LA REVALUACIÓN DE LA PROPIEDAD, PLANTA Y EQUIPO,

 UN TEMA POLÉMICO

Desde la entrada en vigor de las famosas NIIF, ha convertido la vida de los contadores en un verdadero calvario de nunca acabar, existen muchos asuntos que todavía no se sabe porque y para que se hacen o se deben hacer, debido a la complejidad de sus contenidos son difíciles de entender que en algunos casos esto ocasiona que sean mal interpretados, por tanto, mal aplicados, desde luego sin descartar que la propia norma pueda ser deficiente.

Un claro ejemplo, es el caso de las revaluaciones de la propiedad, planta y equipo, que en cumplimiento de una de las alternativas propuestas en la NIC 16 permite llevarlos al valor RAZONABLE, debido a que este procedimiento no tiene efecto tributario, muchas empresas proceden a su aplicación.  

Uno de los argumentos para proceder a las revaluaciones, es incrementar el valor de los activos con el propósito de mejorar la presentación de la información financiera, de esa manera obtener financiamiento para la empresa, o por haber adoptado las NIIF por primera vez.

El problema de efectuar revaluaciones, entre otros radica en que el registro del mayor valor incrementa la cuenta de patrimonio excedente de revaluación, mientras que las depreciaciones de estos activos revaluados son cargados a los resultados del periodo.

Esto se manifiesta en la información financiera de la siguiente manera: Los accionistas socios de la empresa verán mermados sus participaciones debido a que las depreciaciones de los activos revaluados disminuyen las utilidades obtenidas, asimismo esta situación permitirá tener una falsa imagen de la gestión de la gerencia al mostrar pérdidas que no existen.

Si bien es cierto la NIC 16 establece que el excedente de revaluación sea trasladado a la cuenta resultados acumulados, cuando se da de baja el activo o conforme se vaya utilizando, este procedimiento ahonda el problema, debido a que en el nuevo estado de Resultado Integral el efecto de la depreciación de las partidas revaluadas aparecería dos veces, uno por la depreciación que se registra como gastos del periodo, y otro por el ajuste del excedente de revaluación que se presenta en el ORI.

Considero como un caso polémico este tema, en mi modesta opinión creo que se debe modificar la norma contable en el sentido que las depreciaciones de los activos revaluados se carguen al Excedente de Revaluación.

Sería interesante conocer la opinión de los colegas.

Dr. CPC Pascual Ayala Zavala

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