La Administración De Uno Mismo

idea central del autor: La capacidad que se debe tener de manejarse y desarrollarnos a uno mismo. Para abordar esta necesidad el autor plantea seis ideas centrales:

1) ¿Cuáles son mis fortalezas? – El autor afirma que solo se puede construir a partir de las fortalezas, por lo tanto, necesitamos saber cuáles son nuestras fortalezas, siendo la única forma de descubrirlas mediante el análisis de resultado (feedbank analysis). Esta consiste en que cada vez que tome una decisión o una medida clave, escriba lo que creo que sucederá. De esta se derivan varias guías para la acción: Primero, concentrarse en las fortalezas; segundo, trabajar para mejorar las fortalezas; tercero; descubrir si la soberbia intelectual está provocando una ignorancia inhabilitante, y superarla; y, cuarto, lo esencial de corregir los malos hábitos, las cosas que uno hace o deja de ser y que inhiben la eficacia y desempeño.

2) ¿Cómo hago las cosas? – El autor afirma que la manera de hacer las cosas depende de la personalidad de cada uno y que los rasgos de esta determinan la manera en que una persona ejecuta el trabajo. Es importante para la persona determinar si es “lectora” u “oyente”. Lo segundo que se debe considerar sobre cómo hacemos las cosas, según el autor, se vincula con el hecho de cómo aprendemos. Un error es pensar que hay una única manera correcta de aprender, siendo que hay por le menos seis maneras de hacerlo.

3) ¿A qué lugar pertenezco? – Referente a esto, el autor dice que se debe y se puede decidir a dónde pertenezco, o más bien, a qué lugar no pertenezco. Esto implica la capacidad de decir “no” o “sí” frente a una oportunidad, una oferta o una misión. Si dice “si” también debe decir cómo hará las cosas, cómo debe estructurase las tareas, qué forma deberían adoptar las relaciones, qué resultados espera y en qué tiempo. Saber esto transformará a una persona competente, pero mediocre, en una persona sobresaliente.

4) ¿Cuál debe ser mi contribución? - para responder a ésta pregunta se está obligado a considerar tres elementos distintivos. Primero: ¿qué requiere la situación? Segundo: dadas mis fortalezas, mi forma de hacer las cosas y mis valores, ¿cómo puedo hacer mi mayor aporte a lo que debe hacerse? Y, finalmente, ¿qué resultados hay que alcanzar para que la contribución sea significativa?

5) Hacerse cargo de las relaciones – En este punto el autor parte de la base que muy pocas personas trabajan solas y logran resultados por sí mismas, sino que la mayoría trabaja junto a otras personas y así logran la eficacia. Es por ello que para poder manejarnos a nosotros mismos tenemos que hacernos responsables de las relaciones y ésta responsabilidad que tiene dos partes. La primera consiste en aceptar el hecho de que los demás son tan individuos como nosotros y la segunda parte de hacernos cargo de las

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