La Argentina Es El 5to País Con Mayor Presión Tributaria En El Mundo.

Según un informe del IARAF, la Argentina es el octavo país con mayor presión tributaria en el mundo. Y según otro informe de la CEPAL, está vez estamos en el quinto lugar. Pero ¿qué es la presión tributaria? La presión tributaria representa cuánto de lo producido durante un año es destinado al pago de impuestos. Esto es tomando en cuenta todos los niveles de gobierno, ya sea nacional, provincial y municipal. El estado actualmente recauda un 44,6% del PBI, siendo el país con mayor presión tributaria de América latina, según un informe preliminar del INDEC. El problema acarreado no es el porcentaje de impuestos sobre PBI, sino la estructura de tipo regresiva el cual demuestra los problemas en la distribución de los ingresos del país. Respecto a los impuestos sobre el consumo (IVA e impuestos sobre las ventas), representan el 34% del total de la recaudación, mientras que los impuestos a la renta y las ganancias y los impuestos de seguridad social representan el 20% y 24,7% respectivamente, sumado al impuesto sobre comercio exterior, que llega a un 13,4% y a los impuestos sobre la propiedad, que representan el 7,8% del total de lo recaudado. Que más de 1/3 de lo recaudado sea por el impuesto al consumo (y va en ascenso desde el 2003 hasta la actualidad) se debe principalmente, a la presencia de inflación y a la falta de posibilidades de inversión segura que tienen la clase media y los sectores productivos. Pero la realidad, que afecta principalmente a los sectores más humildes, ya que al tener que consumir el total de los ingresos, a medida que suben los precios puede consumir menos, pero sigue pagando impuestos por la misma alícuota, lo que hace que a medida que más avanza la inflación, mayor cantidad de impuestos sobre ingreso paga. Por otro lado, más del 35% de los impuestos sobre renta y el 45% del impuesto a las ganancias son pagados por personas físicas (personas como uno) y esto afecta mayoritariamente a trabajadores, que si bien no ganan el mínimo, mientras más cerca de la franja inferior se encuentran, más sienten la presión fiscal sobre ellos y muchas veces, un aumento salarial termina siendo contraproducente. Como dijo una vez el cardiólogo español Oscar Franco: “trabajar menos y reírse más”.

Por otra parte, uno supone que paga impuestos para recibir una contraprestación acorde por parte del estado. Sin embargo, en el país no ocurre y encima, a medida que avanza el déficit fiscal, el gobierno retira subsidios generando así un aumento directo al bolsillo de los consumidores. Todo esto con los peores trenes del cono sur americano, el peor servicio eléctrico, la peor telefonía móvil, un abastecimiento deficiente de gas y cloacas, hospitales y escuelas abarrotados y con salarios mediocres para los trabajadores, lo que lleva a continuos paros y deficiencias en los servicios. Es decir, pagamos cada vez más y lo que recibimos es cada vez menos. Y la población se cansa, de que los impuestos

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