La Economía social y solidaria como estrategia de desarrollo en el contexto de la integración regional latinoamericana
Enviado por rene.eduardo59 • 19 de Abril de 2015 • Tesis • 2.896 Palabras (12 Páginas) • 253 Visitas
La Economía social y solidaria como estrategia de desarrollo en el contexto de la integración regional latinoamericana
José Luis Coraggio
Otro desarrollo, otra economía
Para encarar el tema que nos han propuesto podemos comenzar aclarando que, si vamos a usar el término “desarrollo” será en el sentido que le han impreso los pueblos originarios: el bien vivir de todos y todas. Desarrollarnos es ampliar y efectivizar nuestras capacidades como sociedades para construir e institucionalizar una economía donde quepan todos, una economía de lo suficiente, una economía solidaria que dé respuesta material a los deseos legitimados de todos sus ciudadanos miembros. Esto nos diferencia de la búsqueda del bienestar, concepto propio de la modernidad occidental que terminó definiendo la riqueza como la masa de mercancías que se generan y distribuyen, y el bienestar individual como la cuota de esa riqueza de que se podía obtener.
Por eso la Otra Economía, sea que la propongamos discursivamente o a través de nuestras prácticas, debe ser social, porque no sólo debe producir y distribuir bienes y servicios materiales sino también generar y posibilitar otras relaciones sociales, otras relaciones con la naturaleza, otros modos de reproducción, otras opciones de vida en sociedad diversas del paradigma del capitalismo posesivo individualista. Como consecuencia, tampoco tenemos como indicador de desarrollo el crecimiento económico medido por el Producto Nacional Neto anual ni presuponemos que cuánto más se produzca mejor (maximización). Porque el famoso derrame por arte del mercado ha mostrado ser, antes bien, un proceso de concentración en pocas manos de la riqueza, como medio para la explotación o simplemente la exclusión de los trabajadores. Y porque el crecimiento industrial capitalista y estatal-socialista ha mostrado que su lógica inmanente de la ilimitación ha llevado a trasponer umbrales que generan desequilibrios ecológicos posiblemente ya irreversibles.
Sentidos para una posible estrategia
Se planteó en el titulo de este panel el término “estrategia”. Esto implica ir mas allá de la reacción ante el problema inmediato, por vital que este sea, poder ver el sistema que está detrás del caos que genera el capitalismo y sus contradicciones, poder pensar sistémicamente también cuando proponemos alternativas. Por ejemplo, advertir que aunque logremos que el precio de un dado bien sea justo, es imposible lógicamente llegar por agregación a obtener un sistema de precios justos coherentes según las reglas del mercado. Que la justicia social no se logrará sólo por esta vía, que hace falta la redistribucion por medio de la producción de bienes públicos, reconocer y promover producciones y distribuciones fuera del mercado y del dinero. Que es parte de nuestra plataforma no sólo la lucha por el acceso a escuelas y universidades sino por otra escuela y otras universidades, desmercantilizadas y comprometidas con el proyecto de una ESS, una reconstrucción que llevará décadas.
Una estrategia de desarrollo en el sentido antes propuesto debe proponerse ampliar las opciones de vida de todas y todos los individuos y comunidades y de las sociedades como un todo (autodeterminación). Se trata, de hecho, de generar las bases materiales de una libertad efectiva. Esa estrategia debe incluir, por supuesto, una redistribución del ingreso monetario generado en estas sociedades en que el mercado y el dinero se han vuelto tan determinantes, pero esto es no sólo insuficiente sino que puede ser funcional a la reproducción del mismo sistema que polariza la sociedad, que aliena y excluye a las mayorías (como cuando el ingreso popular fluye a las mismas estructuras monopólicas de comercialización minorista, o se deposita en los bancos que concentran el poder económico). Se trata en realidad de transformar la estructura de la economía misma y no sólo la distribución de sus resultados. Se trata de transformar el modo de organizar socialmente el trabajo para la producción, la distribución, las formas de propiedad, de circulación y de consumo.
Esto no puede hacerse como un ejercicio de ingeniería civil. No estamos hablando de construir un puente. Esa nueva construcción implica deconstruir el edificio economicista capitalista, exacerbado en su negatividad por los treinta horrorosos años de neoliberalismo. Implica confrontación de intereses, de visiones del mundo, implica una lucha contra el dominio o, lo que es más difícil, contra la hegemonía manifestada en buena medida en el sentido común legitimador del sistema de mercado capitalista. Esa lucha implica que los sujetos populares deberán construir un “nosotros” para enfrentar los proyectos de las clases hegemónicas en los espacios democráticos, ensanchados y radicalizados, e incluso tener que confrontar la violencia de quienes se resistan defendiendo sus intereses particulares. La ESS no puede ser un nicho dentro de un sistema capitalista, como no lo pudo ser el cooperativismo sin volverse indiferente a la misión original como proyecto de emancipación de los trabajadores. No alcanza con que emerja un emprendimiento donde no lo había, su sostenibilidad y posibilidades de desarrollo no dependen meramente de su eficiencia y competitividad, sino de que se cambie su propio contexto societal.
Las estrategias tienen sujeto. Considero que el sujeto de la ESS no es ni una clase ni un segmento de la sociedad civil, ni siquiera los autodenominados movimientos por la ESS. El sujeto de otra economía irá configurándose como la convergencia flexible de múltiples movimientos de liberación, de resistencia, de reconstrucción orientada por la crítica a este sistema que hoy se globaliza en medio de severas contradicciones, y por los aprendizajes aún dispersos de la diversidad de experiencias populares en marcha.
El punto de partida y la transición
Partimos de una economía mixta e hibridada. Mixta en tanto puede ser analizada como la combinación de un sector de economía empresarial capitalista, orientado por la acumulación ilimitada, un sector de economía pública, orientado por una combinación variable de sentidos (como podemos advertir comparando hoy los sentidos de las políticas de los distintos gobiernos nacionales en la región): la acumulación de poder político, la gobernabilidad, el bien común; y un sector de economía popular cuyo sentido es la reproducción ampliada (es decir: en condiciones siempre mejores, orientados por la concepción -siempre en construcción- del bien vivir) de la vida de individuos, grupos y comunidades. Hibridada en tanto hay diversas relaciones de producción -desde las capitalistas hasta la de los productores autogestionados pasando por las formas de producción
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