La Historia Del Dinero Y La Inflación En Venezuela
Enviado por gdelgadoc • 9 de Febrero de 2014 • 4.483 Palabras (18 Páginas) • 400 Visitas
Parte I - Una pequeña introducción histórica..
Es un hecho ampliamente conocido por todos los economistas del mundo entero que de aumentar la cantidad de dinero en un país sin que aumenten la cantidad de bienes y servicios, tienden a aumentar los precios de todos ellos. Obviamente, no todos los precios aumentan al mismo ritmo; unos aumentarán primero y otros después, dependiendo de la demanda relativa de cada uno de ellos.
Cuando a España llegaron enormes cantidades de oro y plata procedentes de las Américas, al hacerse más abundantes estos metales, perdieron valor y, por ende, los demás bienes y servicios se hicieron más valiosos relativamente. De esta manera, pues, se produjo una inflación de precios, por cuanto se había alterado la relación entre la cantidad de bienes y servicios frente a la cantidad de dinero disponible.
En esa época, cuando el dinero lo constituían los metales nobles, no había forma ni manera de que el gobierno pudiese demandar bienes y servicios del resto de la población, como no fuera por medio de disponer de oro o plata, o simplemente quitarle las cosas a la fuerza, con lo cual el pueblo se daba cuenta inmediatamente de la violencia que el gobierno pudiese llegar a ejercer en su contra. Pero, con el paso del tiempo y la llegada del papel moneda y el monopolio gubernamental sobre su emisión, esta claridad de la forma con que el gobierno despojaba al pueblo se llegó a perder y el pueblo dejó de entender lo que ocurría y como era dañado por su gobierno, cosa de la que antes, con el dinero metálico, se daba cuenta de inmediato.
Lo habitual era entonces, en esa época, que los reyes (los gobiernos de ese momento), junto a su nobleza, le quitaran a la gente parte de lo que ésta producía, ya fuese directamente quitándole bienes u obligándolos a servirles, o quitándoles sus monedas, por medio de los impuestos, que se sabía servían sólo para mantener muy bien al rey y sus nobles, quienes no trabajaban ni producían nada de utilidad sino que se dedicaban tan sólo a luchar. Bueno, no toda la nobleza era luchadora, ya había algunos nobles que se habían empezado a dedicar a la producción y el comercio, y que en una visita al ministro de hacienda del rey, y éste le preguntara que podía hacer por ellos, la respuesta fue: Laissez nous faire monseigneur, Laissez nous faire - Déjenos hacer. De allí que el eslogan del capitalismo, o lo que ellos veían como la libertad llegase a ser este término: Laisser Faire - Dejar hacer, que en esa época implicaba: no nos despoje, déjenos en paz.
La revolución francesa fue justamente la rebelión del pueblo en contra de los abusos del gobierno. A pesar de que el rey Luis XVI era un hombre relativamente pacífico y tranquilo, tenía junto a sí una burocracia como la actual (en tamaño) que le chupaba al pueblo su esencia vital - el fruto de su trabajo.
Pero, desafortunadamente, si bien el rey y su burocracia le chupaban al pueblo su esencia vital, tenían una característica muy deseable: mantenían el orden, y aplicaban las leyes, por injustas que éstas fueran. La llegada al poder de la plebe, inició lo que se conoció como la época del terror, en la cual le cortaron la cabeza a media humanidad. Todos aquellos que se oponían a los caprichos de quienes poseían el poder en el momento, eran llevados a la guillotina. Y hasta Dantón y Robespierre, que en un momento estuvieron formando parte del poder, fueron guillotinados. Así pues, vemos que una revolución para impedir los abusos gubernamentales, puede acarrear consecuencias peores que las de la situación que la produjo.
La revolución francesa y la independencia americana fueron el fruto del avance del pensamiento de libertad, como también lo fue el adelanto que significó la revolución industrial, o el nacimiento del capitalismo. Hasta esa época, a todos les había resultado sumamente difícil acumular riqueza; pero de allí en adelante, esta acumulación, comenzó a tener lugar de manera cada día más difundida. Debido a las revoluciones, los pueblos, al darse cuenta de la naturaleza depredadora de los gobiernos, se oponían denodadamente a este despojo; pero quienes siempre tuvieron ambiciones de mando y naturalezas depredadoras, se dieron cuenta de que no podían seguir empleando la violencia abierta en contra del pueblo para despojarlo, por lo que se inventó una justificación: Como hay pobres y ricos, y la riqueza, por ello, no está bien distribuida, nosotros, el rey (el jefe del momento) y la nobleza (la burocracia) tenemos que despojar a unos para darle a los otros. Y... como quiera que quienes tenían menos eran más, muchísimos más que quienes tenían más, esta idea le gustó mucho al pueblo, quien luego de haberse quitado de encima el enorme peso que representaba el despojo del rey y su burocracia, creyó que ahora se le iba a quitar a quienes antes le quitaban al pueblo para sí mismos, y cayeron mansitos en esta trampa re-distribucionista, que se iba a demostrar le seguía quitando al pueblo para beneficio de la nobleza (o burocracia) del momento.
Otra de las consecuencias de las revoluciones fue el concepto de la democracia aplicada. El rey ya no iba a ser una posición vitalicia y hereditaria, sino que el rey iba a ser electo, y por un período determinado de tiempo, así como parte de la burocracia: el poder legislativo; pero el resto de ella, la de los funcionarios que emplean su poder coactivo, el que les confiere el empleo monopólico de la violencia legal, para despojar a la población, sigue dedicándose a su actividad depredadora hasta el día de hoy. Pero con una gran diferencia: antes se veían los esfuerzos de la gente para quitarse de encima el poder hegemónico del rey y su nobleza, como una actividad valiosa, y hoy en día se acusa a quien trate de llevar a cabo tal actividad, de tramposo sin corazón, falto de sensibilidad social, quien no quiere compartir con los demás su fortuna de tener.
Antes quienes tenían riquezas era generalmente por haber despojado a otros, por medio de su mayor fuerza; pero desde cierto momento hacia acá también comenzaron a tener quienes servían a los demás produciendo bienes y/o servicios, los que vendieran a precios que le resultaran convenientes a los demás. Y ésta es una diferencia bien importante que debemos tener muy en cuenta, si queremos llegar a entender las razones del empobrecimiento masivo de la mayor parte de la gente de nuestro país.
La riqueza obtenida por medio del despojo de otros la consideramos mala e inaceptable. Y es socialmente objetable, por cuanto tiende a empobrecer, a desincentivar la producción, y a generar más violencia y pobreza. La obtenida, por el contrario, por medio del trabajo productivo y el servir para satisfacer los deseos y necesidades de los demás, por un precio, es socialmente deseable por cuanto sirve para aumentar la producción
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