La Importancia de la Ética para la Gestión de Calidad en las Organizaciones

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1][pic 2]

MINISTERIO DE EDUCACION SUPERIOR

CONVENIO UNIVERSIDAD DEL ZULIA - IUTECP

CONTADURÍA

MATERIA: ÉTICA DE LOS NEGOCIOS

Ensayo

La Importancia de la Ética para la Gestión de Calidad en las Organizaciones

Profesor: Victor Belisario

Presentado Por: Yariutzi Graterol C.I. 20.033.753

     Cómo punto de partida, nos debemos preguntar ¿qué es la ética? Y de acuerdo con Max Müller y Alois Halder según su Diccionario de Filosofía: “es la parte fundamental de la filosofía práctica que trata de definir el obrar recto”, también el Collins Dictionary, “es el estudio sobre cuestiones acerca de lo que es correcto e incorrecto”, pero debemos ir un poco más lejos y preguntarnos ¿y en cuanto a las empresas?, ¿qué es la ética en las organizaciones?, la European Business Ethic Network (citada por el profesor Gelinard) la define como: “La ética de los negocios es una reflexión sobre las prácticas de negocios en las que se implican las normas y valores de los individuos, de las empresas y de la sociedad”. Ya definido estos conceptos, debemos tomar en cuenta ¿Qué es la Calidad? y en virtud de varias investigaciones se tomaron las definiciones de Kaoru Ishikawa (1988) conceptualizándolo como: “es el hecho de desarrollar, diseñar, manufacturar y mantener un producto de calidad, este producto debe ser el más económico, el más útil y resultar siempre satisfactorio para el consumidor final” y de Harrington (1990) definió la calidad como “el hecho de cumplir o exceder las expectativas de los clientes a un precio que sea capaz de soportar”.  Afortunadamente estos y muchos otros más autores, dieron camino a que diversas organizaciones se vieran en la necesidad de adaptar sus productos y/o servicios a esa nueva tendencia o cultura productiva que les permite crecimiento interno y externo en las empresas, es decir, se administra calidad con información, lo que permite evaluar continuamente si se está logrando lo que se propone, esto accede hacer un ejercicio constante de rediseño de procesos con base en datos confiables, no se trata solamente de lograr calidad “echándole ganas” o de estar exhortando a los empleados a que trabajen bien o “con excelencia”, se trata de diseñar sistemas confiables, de hacer lo correcto, de seguir, como en la ética, una voz interna que dice: “hazlo mejor”, “tú mismo sé cada día mejor”.

     La importancia que tiene la ética y la calidad en las organizaciones es que puede tener un costo en el corto plazo, pero a largo plazo, actuar éticamente aumentará la identidad que necesita, competitividad y conseguirá a la empresa aportes de nuevos inversores que propicien el resurgimiento y confianza de los clientes potenciales y finales en la compañía. Para las organizaciones no se trata solo de vender, se trata de proporcionar de manera eficiente productos y servicios que cumplan o superen las expectativas que tiene el cliente. Como empresa se demandan mejoras continuas al proveedor, pero no podemos quedarnos con una visión de un nivel micro en nuestra propia empresa, de allí la ética y la gestión de calidad van de la mano, se acompañan mutuamente, se apoyan entre sí para ayudar a las organizaciones no solo a darse a conocer, sino a ir creciendo internamente (junto con los empleados, directores, inversores), sin esto último, no existiría un crecimiento e identificación con la marca que se posee. Para llegar a este crecimiento se debe creer en la excelencia, en que la organización cumple los valores por la cual se formó y hace todo lo posible para que se de cada detalle que necesita sea realizado, para llegar a ello, lo que primero que debemos tener es orientación hacia el cliente y orientación hacia los resultados, luego liderazgo y coherencia en los objetivos de la empresa, asimismo, aprendizaje, innovación y mejora continua en los productos o servicios que se desarrollen, además, es imprescindible formar alianzas estratégicas y por último pero no menos importante, la empresa debe estar identificado en que se debe a una comunidad y puede ayudarlos, por lo tanto, toda organización tiene que practicar la responsabilidad social, tanto para las personas internas que integran la compañía como para las personas externas de ella.

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