La UME Y El Euro

INTRODUCCIÓN

No puede hablarse de un verdadero mercado común si no existe unión monetaria. Aún consiguiéndose plenamente las libertades de circulación, es decir, la perfecta movilidad de los productos y de los factores, la existencia de monedas nacionales con diferentes cotizaciones entre sí es un obstáculo muy importante como para que no puedan llevarse plenamente a cabo tales libertades. Dicho de otro modo, la unión económica y monetaria es un requisito necesario para la existencia de un mercado interior real que evite los costes de transacción derivados de los tipos de cambio de las monedas que forman parte del área.

Hasta el uno de enero de 1999 no se realizó la integración monetaria en la Unión Europea, por ello, hasta esa fecha los aspectos financieros de la U.E se resolvían mediante la creación de unidades de cuenta que requerían su previa reconversión en moneda nacional. Si las relaciones cambiarias entre las monedas cambiarias nacionales son estables, los problemas pueden resolverse de forma relativamente fácil, pero si no ocurre de esta forma, se complican los problemas, ya que a los habituales costes de transacción hay que sumarles los de incertidumbre en la variación del tipo de cambio.

El Tratado Constitutivo de la Comunidad Económica Europea de 1957 fue muy sobrio en cuanto a la regulación de la política monetaria y cambiaria, ya que sólo hacía referencia a ella de forma vaga en unos cuantos artículos. Estos artículos se preocupaban por la coordinación de las distintas políticas monetarias entre los Estados miembros, de los tipos de cambio y de intentar asegurar el equilibrio en la balanza de pagos y la confianza en sus divisas. Este trabajo de coordinación no perjudicaba al desarrollo y control de las respectivas políticas económicas que eran de soberanía nacional. La política monetaria fue regulada con mucho cuidado y con pocos compromisos por parte del TCEE.

Conforme se iba consolidando el mercado común, la unión monetaria se revelaba más necesaria. Por ello, desde las instituciones comunitarias, ya desde los 70 con el Informe Werner se venía defendiendo la creación de una unión económica y monetaria que quedó en parte frustrada por la crisis económica, pero antes de eso por la Serpiente Monetaria y posteriormente del Sistema Monetario Europeo, se sentaron las bases para una mayor coordinación y disciplina en la política cambiaria entre los Estados miembros. Es con el Tribunal de Justicia de la Unión Europea cuando, definitivamente, se aborda completamente la unión económica y monetaria de la U.E.

La historia monetaria de la U.E hasta alcanzar la U.E.M puede dividirse en varias etapas que analizaremos más tarde.

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