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La competencia imperfecta: El monopolio


Enviado por   •  9 de Mayo de 2023  •  Biografía  •  4.375 Palabras (18 Páginas)  •  80 Visitas

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Capítulo 7: La competencia imperfecta: el monopolio

Capítulo 7

LA COMPETENCIA IMPERFECTA: EL MONOPOLIO

El análisis realizado hasta el momento se circunscribió al estudio de aquellos mercados en los cuales se verificaban los supuestos de competencia perfecta. No obstante, la realidad nos muestra que existen otros tipos de estructuras de mercado que presentan características sustancialmente distintas al modelo puro. En este sentido, los mercados en los que los compradores o los vendedores tienen en cuenta su capacidad de influir en el precio a la hora de tomar sus decisiones se denominan imperfectamente competitivos. Para que se presente esta condición debe violarse por lo menos uno de el supuesto básicos de la competencia perfecta: la existencia de un mercado atomizado, donde ningún agente individual concentra una gran proporción de las compras ni de las ventas. Las principales formas de la competencia imperfecta son el monopolio, el oligopolio y la competencia monopolística.

Un mercado tiene características monopólicas cuando existe sólo un vendedor para el bien que en él se intercambia y no es posible que ingresen nuevos oferentes. Esta situación provoca que la empresa posea poder de mercado, entendido como la capacidad de elevar el precio de su producto reduciendo su propia producción. Más allá de este caso extremo, el poder de mercado puede aparecer en estructuras no monopólicas, aunque en menor grado.

El oligopolio constituye el caso de un mercado donde la producción se encuentra concentrada en unas pocas empresas, que al tomar decisiones influyen directa o indirectamente en el precio de venta del bien. En este tipo de estructuras, los oferentes no eligen las cantidades que llevarán al mercado sin tomar en cuenta la conducta de las otras empresas rivales (como en competencia perfecta), ya que existe una interdependencia estratégica entre las firmas, considerando que lo que cada una haga influirá en el precio y en las condiciones del mercado.

Por su parte, la competencia monopolística tiene rasgos tanto del monopolio como de la competencia perfecta, ya que si bien existen múltiples oferentes, cada empresa produce un bien que los compradores consideran diferente al de los demás vendedores. En otras palabras, se viola el supuesto de homogeneidad del bien, a través de la diferenciación del producto por parte de los oferentes. La diferenciación del producto le otorga a cada oferente un cierto poder de mercado, ya que los consumidores tendrán preferencias por el artículo de algún productor particular, y estarán dispuestos a pagar más por él. En otras palabras, los productos son considerados parecidos pero no sustitutos perfectos[1].

Por el lado de los compradores también puede darse que no se cumpla el supuesto de atomización. Esto es el caso del monopsonio, donde la totalidad de la demanda se encuentra concentrada en un agente, o del oligopsonio, donde las compras se reparten entre pocos demandantes.

En este capítulo se presentará el análisis neoclásico de los mercados que presentan características monopólicas, la forma extrema de la competencia imperfecta.

  1. EL ESTUDIO DE LA CONDUCTA DEL MONOPOLISTA

En términos generales, existirá un monopolio en un mercado cuando la oferta total de bienes se encuentre concentrada en un único productor. Es decir, en el caso más puro, no hay rivales directos en condiciones de competir con la empresa monopolista por las ventas en el mercado. Esto supone la existencia de algún tipo de barrera a la entrada al mercado, a diferencia del caso competitivo en el que suponíamos la libre movilidad de capitales.

Más allá de las causas que lo determinen, algunas de las cuales veremos más adelante, una situación de monopolio ubica a la firma en una posición distinta a la del productor competitivo, puesto que cuenta con el poder de fijar precios, es decir, ya no actúa como precio-aceptante o tomador de precios.

Sin embargo, este poder no es ilimitado, ya que, por un lado, depende de las condiciones de demanda del mercado, y por el otro, existen formas de competencia indirecta o potencial que lo pueden limitar. En este sentido, la falta de sustitutos perfectos es uno de los principales determinantes del poder de mercado de una firma monopólica. No obstante, generalmente existen sustitutos imperfectos, y el poder del empresario monopólico depende del grado en que éstos puedan ser utilizados como reemplazos de su producto. Por ejemplo, si asumimos que el sistema de estufas a gas es la mejor forma de calefacción de una casa, quien distribuye el gas tendrá incentivos a aprovecharse de su situación y cobrar precios altos de forma tal de maximizar sus beneficios. Estos incentivos se verán reducidos al tomar en cuenta la posibilidad de utilizar la energía eléctrica, otros combustibles minerales o la leña para calentar un hogar, ya que si el precio que fija el monopolista proveedor de gas es muy elevado los consumidores tenderán a sustituir este sistema por otro menos preferido pero más económico.

Por otra parte, la amenaza de la competencia potencial tiene efectos similares. En muchas ocasiones pueden ingresar competidores al mercado si las perspectivas de beneficios son muy altas. En estos casos, el monopolista podrá mantener su condición si no explota su poder al máximo (es decir, no obtiene tasas de ganancia excesivamente elevadas).

Hechas estas consideraciones, el análisis neoclásico del monopolio mantiene la hipótesis de racionalidad económica en el comportamiento del empresario (al igual que cualquier otro productor estudiado hasta el momento): la lógica de conducta es la maximización de beneficios. En otros términos, tanto un monopolista como un productor competitivo actúan esencialmente de la misma forma. No hay diferencia en cuanto a objetivos, métodos, etc. Sólo difiere, ligeramente, en que está sólo en el mercado, entonces puede elegir, en primer lugar, con qué factores producir cada cantidad de producto (igual que el productor de competencia perfecta, minimizando costos), y –como veremos- decidir además una combinación óptima de cantidad-precio..  

¿Cómo es que tiene esta capacidad? Tomando en cuenta que un monopolio representa el mercado de una sola empresa, el productor se enfrenta a toda la demanda, la cual -como vimos anteriormente- tiene por regla general pendiente negativa (a menos que se trate de un bien Giffen, posibilidad descartada en la práctica por los teóricos neoclásicos). Esto implica que, en contraposición a lo que ocurría en un mercado de competencia perfecta, el ingreso marginal del monopolista será distinto a su ingreso medio, lo que determinará cambios en el proceso de fijación de precios. Con un simple ejemplo quedará clara esta cuestión.

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