La imprudencia en la consideración de los accidentes de trabajo

1- La imprudencia en la consideración de los accidentes de trabajo.

El derecho al trabajo es uno de los derechos fundamentales de todas las personas, la Constitución española lo recoge en su artículo 35 y en su artículo 40.2 encarga a los poderes públicos vigilar por seguridad e higiene del trabajador en su puesto de trabajo.

Pero a pesar de las políticas de prevención, leyes, normativas, decretos desarrollados para favorecer la mejora de las condiciones de trabajo y aumentar el nivel de protección de la salud y la seguridad de los trabajadores los accidentes de trabajo continúan sucediendo.

Ley General de la Seguridad Social (LGSS) define accidente de trabajo como aquella lesión corporal que el trabajador sufre debida a un  trabajo que realiza por cuenta ajena. Dentro de los accidentes de trabajo se denomina accidente "in itínere" el que sufra el trabajador al ir o volver del lugar de trabajo. Entonces para que un accidente se considere de trabajo es necesario que se  cumplan las siguientes premisas: que el trabajador/a sufra una lesión corporal, que realice una labor por cuenta ajena y que el accidente se produzca con ocasión o por consecuencia del trabajo.

Por lo tanto los trabajadores teniendo en cuenta su formación y las instrucciones de los empresarios, para prevenir accidentes de trabajo deberán utilizar correctamente todos los medios con los que desarrollen su labor: máquinas, aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte; usar adecuadamente los equipos de protección facilitados por el empresario; emplear correctamente los dispositivos de seguridad existentes; avisar inmediatamente a su superior de cualquier situación que pueda entrañar un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores; cumplir las normativas establecidas y cooperar con el empresario para garantizar las adecuadas condiciones de trabajo.

Pero a pesar de las medidas de prevención que tomen los trabajadores y empresarios los accidentes de trabajo ocurren. Tradicionalmente, cuando sucede un accidente de trabajo es frecuente que a menudo, en el primer momento, se trate de culpar al trabajador accidentado. Por ello se deberá realizar una investigación y determinar si el accidente de trabajo ha sido motivado o no por una imprudencia del trabajador/a en el ejercicio de sus funciones.

Si el accidente de trabajo provocado por un trabajador ha sido cometido por una imprudencia del mismo se tendrá que dilucidar si esa imprudencia ha sido profesional o temeraria. Los conceptos de imprudencia profesional y temeraria se encuentran muy próximos resultando difícil determinar en qué momento sucede cada uno, teniendo que ser los tribunales los que en numerosas ocasiones valoren cada caso en particular.

En el ámbito penal, se consideraría imprudencia temeraria de un trabajador cuando este lleva a cabo su trabajo sin tener en cuenta las normas más elementales de precaución ni prudencia, y asumiendo voluntariamente riesgos graves e innecesarios que pueden poner en peligro la vida o los bienes de los demás. Mientras que imprudencia profesional es la que se produce cuando un trabajador en el desempeño habitual de su trabajo comete una equivocación por una omisión o por una aplicación equivocada de esos conocimientos.

La diferencia fundamental entre las dos recae en que la imprudencia profesional está considerada como accidente de trabajo, mientras que la imprudencia temeraria se considera como accidente no laboral o enfermedad común, debido a que en este tipo de imprudencia se ha retirado la relación entre el trabajo y el accidente. Del mismo modo en la imprudencia temeraria el trabajador se responsabilizará por no haber tomado las medidas preventivas necesarias. Mientras que en la imprudencia profesional no se deberá responsabilizar de ese error a la persona que lo ha cometido.

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