La película de El Club del Emperador

La película de El Club del Emperador es una crónica sobre un problema latente en nuestra sociedad. Entre estos están: la sublevación de los padres y madres de familia, el creer saber y poder todo de algunos alumnos y/o alumnas, la exigencia o presión que algunos padres y/o madres realizan sobre sus hijos e hijas, el pensar de algunos maestros y maestras que al asignarle a un alumno que merece o ha ganado esperando que en el futuro mejore.

A todos estos factores se le pueden incluir en los llamados fraudes en la escuela. Aparte de todos los mencionados, podemos incluir los que la mayoría de alumnos y/o alumnas realizan en las aulas escolares, periódicamente, como: el hacer los comúnmente llamados chivos, el prestar trabajos para que otros u otras los copien, el copiar trabajos de compañeros y/o compañeras y otras formas de fraudes que en nuestra sociedad se dan y en muchos casos se pasan desapercibidos.

La película narra la historia de un joven, hijo de un senador estadounidense, que llega a un colegio de prestigio y de solo varones. Este es relación que tiene con su padre. A la vez existe un profesor que intenta ayudarlo. Al ver éste que el joven no atiende la clase, busca otros métodos para lograr que asimile la temática tratada y a la vez incentivarlo a esforzarse para lograr el objetivo.

El pecado del prestigioso profesor fue asignarle un lugar que no le correspondía, ya que había otro joven que se había esforzado más que éste. El estudiante creyó que lo había logrado ganar por sí sólo, esto hizo que no se preparará para la verdadera competencia y cometiera, fraude. En la toga que utilizaba pegó la teoría. El docente se percató de ello y le dijo al director pero este último, le pidió que lo dejará. Al recibir está respuesta, decidió cambiar la última pregunta para confirmar su sospecha y por ello no logró ganar.

Luego de 25 años el estudiante que había cometido trampa, pidió a sus compañeros la revancha. A cambio de ello él realizaría una cuantiosa donación económica al colegio. Debido a que éste pasaba problemas financieros. Se volvió a repetir la competencia y nuevamente perdió, debido a que realizó trampa nuevamente. Él mismo docente realizó la actividad, y se arrepintió de la decisión que había tomado 25 años atrás.

Al terminar la actividad, el profesor le hizo ver al estudiante su error y le pidió reflexionar. Mientras que éste por su misma rebeldía e inmadurez se negaba a comprender. Logró analizar y reflexionar cuando se dio cuenta que su hijo había escuchado la conversación; con esta experiencia los dos recibieron una importante lección.

Con esto, nos hacemos una idea de la magnitud del fraude en las escuelas. Como también que el fraude se evidencia cuando se comete injusticias con estudiantes que en realidad sí se lo merecen. Es necesario que como estudiantes y docentes realicemos actividades para concientizar a todos

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