Los “tigres menores” del sudeste asiático
Enviado por yazminchaparro • 15 de Mayo de 2014 • Tutorial • 9.763 Palabras (40 Páginas) • 700 Visitas
TIGRES ASIATICOS
ábricas a los países del sur para beneficiarse con los salarios más bajos.
Es importante destacar no sólo la rapidez del crecimiento económico, sino la mejora en el bienestar humano debido a una mayor equidad en el reparto de las ganancias. El aumento del ingreso per cápita poco común, se vio reflejado en la disminución de la pobreza. Por ejemplo: Tailandia, en la década de 1960 tenía un 59% de su población por debajo del umbral de pobreza y en la década de 1980 este índice había disminuido al 26%. Otro ejemplo de ello es Indonesia, en la década de 1970 tenía el 58% de su población debajo del umbral de pobreza y diez años más tarde este índice había descendido al 17%. Además, mejoraron otros indicadores sociales como el porcentaje de analfabetismo.
Japón fue el primero que comenzó este crecimiento económico, después de su derrota en la Segunda Guerra Mundial. Transformó su industria liviana con gran utilización de mano de obra, en una industria pesada de gran complejidad con alta inversión de capital. Se convirtió en una de las primeras potencias económicas del mundo mediante la importante participación en el mercado mundial, compitiendo con las firmas europeas y estadounidenses. Entre sus principales rubros industriales se encuentran las industrias automotriz, de microelectrónica, de comunicaciones, biotecnológica y de robots.
Con respecto al resto de los países (los dragones o tigres), numerosas empresas multinacionales, especialmente de Japón y Estados Unidos han instalado plantas
en ellos para el armado de aparatos electrónicos. Por lo que los derivados de estas industrias ocupan los primeros lugares en sus exportaciones.
Estos países siguieron el modelo de desarrollo japonés. En la actualidad enfrentan abultadas deudas externas a la banca internacional contraídas para sustentar su proceso industrializador. Estos créditos fueron tomados alrededor del año 1990 cuando las tasas de interés eran bajas, pero en la actualidad, al haberse elevado, les es difícil cumplir los compromisos adquiridos.
Japón también enfrenta dificultades financieras, entre otros motivos por la enorme cantidad de créditos incobrables que tiene. En este mundo globalizado los problemas de estos países de Asia Oriental expone a los mercados mundiales a un grado de incertidumbre que también es tenido en cuenta a la hora de analizar las inversiones. Algunos economistas afirman que es esencial que Japón depure su sistema financiero y vuelva a prestar dinero al Sudeste Asiático, porque todos estos años fueron los préstamos y la liquidez de Japón, los que alimentaron el crecimiento de estos países.
Los nuevos países industrializados (NPI) o ”tigres del sudeste asiático” constituyen un caso muy especial de desarrollo económico. Los primeros cuatro fueron Taiwan, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong (antigua colonia británica, ahora perteneciente a China).
Estos países tomaron algunos elementos de la economía japonesa: apostaron al máximo ahorro y a la inversión, a una industria orientada principalmente a la exportación, a largas jornadas de trabajo ya una fuerte disciplina laboral. Recibieron, sobre todo Taiwan y Corea del Sur, ayuda militar y financiera de los Estados Unidos. Además, privilegiaron la capacitación y la calificación de la mano de obra local. Entre la década de 1980 y los primeros años de 1990, todos ellos ahorraron entre un 30% y 45% del producto bruto interno (PBI> y reinvirtieron entre A un 25% y un 40%. Estos países aprovechan la infraestructura manufacturera que les legó el Japón cuando los ocupó, durante la Segunda Guerra Mundial. Los nuevos países industrializados se pusieron al día con los adelantos tecnológicos de un modo muy rápido. Comenzaron con una política sustitutiva de las importaciones a mediados de 1950, para después orientar plenamente la industria a la exportación.
En poco tiempo los países del sudeste asiático pasaron a ser países con escaso crecimiento tuvo como contrapartida los bajos salarios de los trabajadores, hecho que resultaba, y resulta todavía, atractivo para las empresas extranjeras que se instalan en la región. Precisamente, una de las medidas consistió en favorecer selectivamente la llegada de empresas multinacionales y de capitales extranjeros, en especial japoneses y estadounidenses. Así, se favoreció la inversión extranjera siempre y cuando fuera compatible con los intereses nacionales y no arruinara la competitividad y las expectativas del empresariado local. El Estado no estuvo al margen. En estos países, como en el Japón, su intervención llevó adelante el proceso de modernización. Incluso las inversiones extranjeras se realizan con un marcado control por parte del Estado. Esta política desafía la idea común que asocia globalización con capitalismo exitoso con achicamiento del Estado. Por ejemplo, en Taiwan, las industrias mecánicas y petroquímicas consideradas estratégicas pertenecen a empresas públicas. Y se controla que las importaciones no sean superiores en valor a las exportaciones. En Corea del Sur, existe un fuerte proteccionismo al sector industrial respecto de la competencia extranjera e incluso de la entrada de capitales extranjeros. En cambio, en Singapur, las multinacionales ocupan un lugar más importante que en el resto de la región. Dado que, a causa de la limitación de la cantidad de tierras y recursos naturales, el crecimiento general no podía apoyarse en la exportación de productos primarios, la industria constituyó el factor clave por estimular, tanto la orientada al mercado interno como la dirigida al externo.
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Los “tigres menores” del sudeste asiático
Más adelante, comienzan a desarrollarse otros países del sudeste asiático, los llamados “tigres de segunda generación” o “pequeños dragones’. Iniciaron más tardíamente su camino a la industrialización pero tomaron a los nuevos países industrializados como modelo. Ellos son Malasia, Indonesia, Tailandia (de los cuales se afirma que fueron “inventos” del Japón por el volumen de sus inversiones) y Filipinas. Forman parte, junto con Singapur y Vietnam, de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Gran parte de los productos electrónicos japoneses son montados en alguno de estos países, con salarios bajos, jornadas de trabajó de diez horas, seis días por semana y pocos beneficios sociales para los trabajadores. En todos ellos se manufacturan tecnologías de punta. Y, sien un comienzo fueron los productos textiles, plásticos y juguetes los que más se exportaban, ahora son los correspondientes a la industria electrónica y las tecnologías de ¡a información.
Malasia fue el país que tuvo un crecimiento más rápido. El nivel de pobreza se redujo considerablemente, al igual
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