MICROEMPRESAS
Enviado por Lichacruz • 9 de Noviembre de 2013 • 1.575 Palabras (7 Páginas) • 277 Visitas
MICROEMPRESAS
Redacción Guayaquil 11:12 DOMINGO 03/11/2013 Ecuador mueve al año USD 200 millones en ventas en línea, según el Instituto Latinoamericano de Comercio Exterior. En cambio, las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) son superiores y señalan que en el país se generan USD 540 millones. Esos números reflejan el aporte de las tiendas virtuales en las actividades comerciales en el país y que abarcan productos como electrodomésticos, ropa de diseñadores, zapatos, productos mecánicos..., cuyas ventas se apoyan en la Internet. Por ejemplo, algunas incorporan un botón de pago de Facebook, otras de entidades bancarias y la más común que tiene las opciones de pago por Pay Pal. Bertha Serrano, propietaria de la marca de zapatos y ropa Fulgore, empezó con ese tipo de venta cuando fusionó su Fan Page de Facebook con Pay Pal. Por esta red concretaba ventas a todo el país. Antes de ello usaba otra modalidad, que consistía en que el cliente depositara el dinero de la prenda en una cuenta bancaria y finalmente recibía el producto. Aún realiza transacciones de esa forma, pero hoy más del 80% de sus ventas on line son pagadas con Pay Pal. Serrano tiene ese servicio hace un año, las entregas realiza a través de Correos del Ecuador. Rafael Campos, especialista en comercio electrónico, señaló en el E-Commerce Day (julio), que un 60% de los paquetes manejados que se distribuyen en el país son productos de Amazon.com para el Ecuador. Esto refleja el crecimiento de un consumidor que prefiere las compras en línea. La marca Fulgore ha logrado vender sus productos en países como Chile, Argentina, México. A escala nacional, recibe pedidos de todas las provincias del país. En promedio, vende unos 250 pares de zapatos vía on line, lo que representa el 30% de sus ventas al mes. Nathalie Prado es la propietaria de Dear One. Esa marca guayaquileña comercializa prendas para mujer en su portal. Los clientes cancelan por medio de una tarjeta de crédito o débito mediante el sistema 2Chekout, y son entregadas por Correos del Ecuador. Para Prado, las ventas por este medio son vitales para su negocio y para facilitar el proceso de comprar decidió incorporar un botón de pago del Banco del Pacífico. Su página web está siendo reestructurada para incorporar la nueva opción de pago, que aspira un incremento de sus ventas, pues este acepta tarjetas de crédito nacionales. Antes de abrir un local en Urdesa (norte), todas las ventas las realizaba en línea. Ahora, las compras se hacen en línea y además se han incrementado, estas últimas representan el 40% de las ventas mensuales, de un total de 200 piezas. Los diseños de Prado han podido llegar a Quito, Manabí, Galápagos, Loja, Esmeraldas... "Vender en línea es una plataforma que permite diversificar mi mercado", indica Prado. Martha Yépez, vive en Manta (Manabí) y compra por internet al menos una vez por mes. "Casi siempre me enteró por Facebook de los sitios de compra", indica. Ella adquirió una tarjeta de pago Pay Pal en una entidad bancaria, y afirma que es una forma efectiva de comprar. Clóset Púrpura es otro emprendimiento que se sustenta en las ventas en línea. En su portal promociona las creaciones de 16 diseñadores nacionales. La página tiene la opción de crear una cuenta en la que se concretan los pedidos y detalles. Para los actores de este mercado, una venta es un desafío, ya se corre el riesgo de que el consumidor se decepcione del producto.
LUNES 28/10/2013 Marcelo Hidalgo conoció el extracto de malta cuando trabajaba en la cervecería La Vitoria, en Quito. Era el año 1967 y allí utilizaban este edulcorante de origen natural para fabricar la bebida. Durante 10 años trabajó en esa empresa, como encargado de un departamento dedicado a la extracción de malta de la cebada. "Pero en 1975, la empresa entró en un proceso de liquidación", cuenta. Entonces este emprendedor tuvo la oportunidad de comprar parte de la maquinaria que, hasta ese año, había utilizado en su trabajo. Lo primero que hizo este ingeniero químico fue buscar financiamiento. El Banco de Fomento le dio un crédito de 800 000 sucres que al cambio de 1975 representaban unos USD 32 000. Con ese dinero compró tanques de filtración de impurezas, tanques de cocimiento de la cebada y de sacarificación, indispensables para producir malta. "También fue necesario darles mantenimiento, estaban muy desgastados". Con la maquinaria en sus manos, comenzó a adecuar un espacio en un terreno en el sur de Quito, en donde construyó la planta e instaló la maquinaria. En este proceso invirtió unos USD 28 000. Hidalgo se propuso fundar Maltasa para producir extracto de malta. Sin embargo, este emprendedor tuvo que esperar hasta 1983 para ver
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