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2.1. Control de la activad de producción

El CAP puede reducir los inventarios de trabajo en proceso y los tiempos de entrega así como mejorar el desempeño de os proveedores. Un elemento clave de un sistema efectivo

Este capítulo está organizado alrededor de tres temas:

* Marco de referencia para el control de actividades de producción.

* Técnicas de Control de Actividades de Producción.

* Ejemplos de Control de Actividades de Producción

Planeación

Para realizar una planificación efectiva ha de comenzarse con la definición de Objetivo General de la actividad.

Este debe ser definido por la empresa particular, no obstante, debe ir orientado a la reducción de costes, incremento de la calidad de sus productos y dirigido a la mayor satisfacción de los clientes y sociedad.

Para que la persecución del objetivo definido cumpla esos conceptos han de establecerse unas metas concretas.

Establecimiento de Metas

• Activo de la sociedad. Es decir, la empresa será consecuente con su misión generando productos que sean útiles y de alta calidad.

• Líder en su sector.

• Como la más económica en el precio de sus productos. Es decir, deberá procurar reducir sus costes promoviendo la eficiencia y eficacia en todos los estamentos dela organización.

• Como una empresa financiera estable.

• Como empresa que remunera y motiva a su personal.

2.2. Asignación de prioridades

Los sistemas de gestión tradicionales, tanto personales como empresariales, se basan en la asignación de prioridades a cada uno de los proyectos o acciones a realizar. Es tan habitual que, en mayor o menor medida, todos estamos acostumbrados a trabajar de esa manera.

El problema de asignar prioridades a las tareas es que, normalmente, lo hacemos según su urgencia en vez de su importancia. Al asignar prioridades a lo más urgente, las cosas menos urgentes no se hacen nunca. Bueno, hasta que producen una crisis; entonces, en buena lógica, pasan a ser urgentes. De esta manera, entramos en un círculo vicioso, en el que estamos siempre actuando en situación de emergencia.

Para romper esta dinámica, es necesario hacer un alto en el camino y analizar todos nuestros proyectos, tanto los que están en marcha como los que tenemos pendientes. Y decidir en qué proyectos es importante—no urgente—avanzar. La mayoría de las crisis ocurren porque, en su momento, decidimos que algo no era prioritario.

En GTD, la “prioridad” de las cosas está marcada por nuestro compromiso a realizarlas. Todo aquello que estamos comprometidos a hacer se encuentra en nuestra lista de proyectos. Todo aquello que nos gustaría hacer en el futuro, pero con lo que todavía no estamos comprometidos, está en la lista de algún día/tal vez.

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