Notas Sobre Política Fiscal

Hemos querido colaborar con la redacción de estas notas generales, que describan en forma muy somera una visión de un sistema tributario que propugne un modelo respetuoso de los derechos de las grandes masas empobrecidas, y que armonice con el Estado Social Federal, Descentralizado de Derecho y de Justicia imperante en nuestra Carta Constitucional.

Para ello breve y resumidamente expondremos en adelante tanto los principales objetivos del sistema, la inconsistencia de la realidad vivida con este fin y las soluciones adaptables para la consecución y logro de nuestra visión de país.

VISION

1. Coexistencia de un sistema tributario federal y descentralizado, que además de las administraciones fiscales para cada nivel (nacional, regional y local), incluya una Administración Fiscal concertada que gestione tributos cedidos y fondos derivados de rendimientos impositivos compartidos, facilitando y economizando al contribuyente el cumplimiento de sus deberes; y a la Administración, disponer de información cierta sobre la realidad económica de los sujetos a imposición.

2. Diseño de un sistema de tributos maestros, de los cuales dependa la racionalidad, efectividad y progresividad del mismo, y que mantengan una flexibilidad tal, que se adapte a las modalidades o especificidades regionales o por ramos económicos que cada exacción presente, evitando apelar a la creación de una multiplicidad de contribuciones desordenadas, que por ello comporten una sobrecarga o tributación excesiva del obligado.

3. Reforzamiento de una cultura tributaria del obligado, que propenda al pago voluntario y consciente, y comparta una visión comprometida con el desarrollo del país, todo ello bajo un riguroso esquema de defensa contra las arbitrariedades, que motive al sujeto pasivo apoyar la labor de divulgación y eventualmente la función fiscalizadora del Estado.

4. Implementación de un mecanismo de colaboración entre la función ejecutiva y la legislativa, en la cual se asegure un control responsable y dinámico de la administración y percepción de los ingresos tributarios, y un gobierno al que se le facilite el cumplimiento de sus metas fijadas con antelación sin estorbos agobiantes de parte del parlamento nacional.

REALIDAD

1. Presencia de un sistema profundamente Centralizado, negador de las potestades regionales y locales, en el que el poder nacional interviene y usurpa dichas potestades, crea entes paralelos que se arrogan estas competencias y revierte los servicios administrados atribuidos en la Constitución a otros entes territoriales, en favor de entidades u organismos dependientes de la República.

Ausencia de normas que prohíban la doble imposición interna entre los diversos entes político territoriales, y de otras que pongan límites impositivos a los gravámenes que recaigan directamente sobre la actividad económica del pagador, asegurando la generación de un mínimo de ganancia, o en todo caso, evitando la sanción a empresas o personas que sigan actuando en ambientes financieros de pérdida. Este panorama ahuyenta la inversión y genera más inseguridad sobre la utilidad y la propiedad.

2. Alta dispersión impositiva en gravámenes especiales y de carácter parafiscal, que erosionan la unidad del Fiscal y desordenan la buena administración de las finanzas nacionales, alejándose así de una estrecha relación o consulta con tributos progresivos que permitan adaptarse a las capacidades contributivas del venezolano.

La inclusión de “aportes” de diversa índole y de otras contribuciones parafiscales representa más que soluciones, salidas impositivas que reprimen y desalientan la actividad económica. El estudio de algunos casos exitosos por breve tiempo pero por desgracia suprimidos, son buen ejemplo del uso de la política fiscal como instrumentos de fomento de la inversión, y de premio a los ramos de actividad que interesan al país.

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