OFERTA Y DEMANDA DE LA EDUCACIÓN
Enviado por kiojns • 3 de Abril de 2018 • Ensayo • 2.229 Palabras (9 Páginas) • 100 Visitas
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UNIVERSIDAD XOCHICALCO CAMPUS TIJUANA
CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
OFERTA Y DEMANDA DE LA EDUCACIÓN
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SANDRA CORTÉS AMADOR
2DO CUATRIMESTRE
ECONOMÍA I
PROF. ANGÉLICA GONZÁLEZ COBIÁN
Introducción
En el presente documento se exponen diferentes conceptos y situaciones en las que están involucrados. Partiendo desde el desglose del tema, la oferta, la demanda, educación, junto a los factores que se involucran al contexto social en el que se vive, mercado laboral, brecha salarial, inequidad, formaciones específicas y formaciones educativas, crisis económica, entre otros temas de interés para el público general, ya sean padres de familia con hijos que en un futuro entrarán a la educación superior, estudiantes universitarios en formación educativa como futuros profesionistas competentes en busca del desarrollo productivo de sus conocimientos, al igual que trabajadores que actualmente su entorno es el mercado laboral, mujeres profesionistas consientes de las desigualdades en busca de cambio y futuros educadores quienes estarán en las aulas observando los avances de los escenarios educativos.
Este ensayo no tiene más que fines académicos para evaluación.
Desarrollo
En un inicio Andrade (2006) define la oferta como el conjunto de propuestas de precios que se hacen en el mercado para la venta de bienes o servicios y la demanda como la cantidad de bienes o servicios que el comprador o consumidor está dispuesto a adquirir a un precio dado y en un lugar establecido, con cuyo uso pueda satisfacer parcial o totalmente sus necesidades particulares o pueda tener acceso a su utilidad intrínseca.
Por otra parte, se entiende la educación como un proceso de humanización que lleva al individuo una realización, productividad y felicidad. Se caracteriza por el acompañamiento o la acogida de diferentes instituciones como son las escuelas, organizaciones, familia, iglesias, etc.
Este último se desenvuelve en un contexto social que en México es de suma importancia y objetivo de interés para investigación y pues la educación es la vía más segura con que cuenta el estado para formar a los ciudadanos que van a construir la sociedad, nación y su bienestar.
Mas adelante, se cuentan con las dos herramientas de análisis, puesto que con la demanda se puede realizar diagnósticos del estado en el que los servicios educativos son solicitados; con la oferta, se amplía el campo de observación de los servicios educativos y sus factores que le integran como la infraestructura, mobiliario, recursos humanos y que tanto están disponibles para su uso.
También, la educación es una pieza de valor en cuanto a términos de resultados activos sobre la productividad y la competitividad. Levin y Kelley (1994) señalan que la educación ejerce efectos potenciales muy poderosos en cada una de las áreas económicas, criminalidad, participación política, niveles de salid entre otros, si las condiciones necesarias y los insumos requeridos se encuentran presentes.
Y bien, cuando se hablan de insumos, se da a entender la existencia de empleos productivos y el comúnmente fenómeno llamado ‘’empleos bien pagados’’ coexistiendo en la sociedad, esto incluye, desde un punto de vista social, el hecho de que no bastará que estudiantes egresen de las distintas facultades, pues para que la educación tenga el impacto benéfico que se espera, es necesario que hayan oportunidades donde se ofrezcan los dos términos anteriormente mencionados, empleos productivos y empleos renumerados.
De aquí parte la importancia del análisis de la estructura y las características del mercado laboral de los profesionistas y su potencial educativo, este solo se verá completo si en su ámbito de desarrollo (empleo) es renumerado y le permita aplicar, de manera productiva, los conocimientos y habilidades que formaron a lo largo de sus estudios.
Sin embargo, hablando del valor de la educación superior en el sector productor y basándose en Becker (1964) destaca formación académica y la formación continua como la principal inversión que realizan los individuos para incrementar su productividad. Como resultado, las personas ven reflejada su productividad en mayores ingresos una vez que se incorporan a la dinámica productiva. Esto lleva a crear una diferencia con la educación general que provienen de las instituciones como lo son las universidades y la formación específica para el desarrollo de actividades a una organización especifica.
Actualmente, la problemática surge en el hecho de que no resulta sencillo la incorporación de los jóvenes al mercado laboral debido a diversos factores como la crisis económica, poca oferta laboral, saturación de las carreras tradicionales, aspiraciones personales, contexto socioeconómico, antecedentes familiares, entre otros.
Estudios realizados a partir de los datos obtenidos en la Encuesta Nacional de la Juventud (2015) apuntan a que los jóvenes asalariados en nuestro país están situados en empleos de precariedad moderada a muy alta; siendo que sólo la tercera parte está situada en un empleo con bajas o nulas condiciones de precariedad
Pero el disturbio no termina aquí, pues existe una irregularidad en el número de trabajadores en cuanto sexo y la brecha salarial. En los últimos 16 años, la participación de las mujeres en el empleo en México ha crecido apenas tres puntos porcentuales a 36.6 por ciento señala Del Pilar (2017)
María se basa en datos del Instituto Mexicano del Seguro Social donde se señala que el empleo formal ocupado en el 2016 por mujeres representa apenas un 36.6% de las formales totales. Es decir, su incremento se ha mantenido en el margen.
Más adelante, para el cierre del 2016, hay 6 millones 869,183 puestos de trabajo ocupados por mujeres; mientras que un año antes el número de empleos reportados fue de 6 millones 534,148; es decir, un incremento de 5.1% en un año; pese a ello, la cifra se mantiene por debajo de la participación, incluso del empleo que reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Si bien las estadísticas presentadas no dan para comparar lo que se paga por el mismo trabajo, pero sí refleja que hay muchas menos mujeres dónde se paga mejor. Y eso, pese a estar mejores formadas.
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