Obsolescencia programada. Todo comienza cuando algún producto falla, en este caso daré el ejemplo de una impresora.

Obsolescencia programada

Introducción:

Todo comienza cuando algún producto falla, en este caso daré el ejemplo de una impresora. La computadora lanza un aviso donde dice que alguna pieza de la impresora no funciona, es recomendable llevarla con un técnico. Al llevarla con tres diferentes técnicos los tres dicen que sería muy difícil encontrar la pieza y que saldría demasiado caro repararla, ellos recomiendan comprar una nueva. Si el dueño de la impresora acepta comprar una nueva, sería una víctima más del motor secreto de la sociedad de consumo.

 Nuestra sociedad está programada a comprar cosas que no necesitamos, y está dominada por una economía de crecimiento donde el objetivo no es crece para satisfacer necesidades sino crecer por crecer. Si la gente no compra la economía no avanza.

La obsolescencia programada ha definido nuestras vidas desde los años XX, donde los fabricantes decidieron acortar el tiempo de vida de los productos para aumentar las ventas. Donde también los diseñadores tuvieron que adaptarse a nuevas formas de trabajo para hacer los productos más frágiles

Desarrollo:

Livermore, California, es el hogar del foco más antiguo del mundo. En 1972 se descubrió que un foco de la estación de bomberos era demasiado importante, nadie tenía ni idea de lo antiguo que era, hasta que un reporteo empezó a investigar y pudo hablar con algunos bomberos ya jubilados que tenían más de 90 años y confirmaron que dicho foco había funcionado sin interrupción desde 1901, el foco lleva más de 115 años encendido.

El origen del foco, los fabricaron en Shelby, Ohio, hacia 1895. Este producto se convirtió en la primera víctima de la obsolescencia programada. El día de navidad de 1924 varios caballeros de reunieron para crear el primer cartel mundial para controlar la producción de los focos y repartirse el mercado mundial. El objetivo era controlar la producción y al consumidor, querían de las personas compraran más seguido los focos para así aumentar las ganancias  porque si los focos duraban mucho eso era una desventaja para ellos. En 1925 se creó el “comité de las 1.000 horas de vida” para reducir la vida de los focos. Presionados por el cartel los fabricantes realizaron experimentos para hacer un foco más frágil que cumpliera con el tiempo de vida de las 1.000 horas, los fabricantes eran multados seriamente si se desviaban de los objetivos marcados, y en los años 40 el cartel consiguió su objetivo, cada foco duraba menos de 1.000 horas.

Volviendo al tema de la impresora, el consumidor ha ignorado el consejo de los vendedores de comprar una nueva impresora él quiere repararla, buscando información en internet se da cuenta de que no es el único con problemas en las impresoras.

La obsolescencia programada surgió a la vez que la producción en masa y la sociedad de consumo ya que el problema de los productos de menos duración es un patrón que empezó con la revolución industrial.

Con la producción en masa bajaron los precios, y muchos productos fueron más alcanzables,  en 1928 una revista advertía que “Un artículo que no se desgasta es una tragedia para los negocios”,

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