Organiza su empresa: habilidades directivas

Sergio Mota se graduó en Biotecnología y a continuación cursó un programa de postgrado en Administración y dirección de empresas. Una vez finalizada su etapa de formación, encontró trabajo en un laboratorio farmacéutico, donde fue pasando por diversos departamentos, lo que le sirviópara adquirir una valiosa experiencia en diferentes áreas dentro de la empresa. Estaba contento en su trabajo, pues se adecuaba a lo que había estudiado y además creía que podía tener por delante una prometedora carrera profesional.

Sin embargo, su afán por seguir formándose y aprender cosas nuevas le llevó a cambiar de trabajo, y en cuanto tuvo la oportunidad, se presentó a una vacante en el Instituto de Salud María Cristina, un organismo público de investigación biomédica. Primero como contratado, y después como funcionario, fue desempeñando diferentes puestos, hasta que terminó siendo nombrado director de departamento de epidemiología, con 45 personas a su cargo. En dicho puesto era necesario tener grandes conocimiento técnicos para dirigir a científicos expertos en el área, habilidades para motivar a las personas y una visión amplia sobre los objetivos de la Administración, para poder llevar a cabo la actividad del instituto con eficacia. El departamento consiguió grandes logros bajo su dirección, sin embargo, sus objetivos personales no estaban totalmente satisfechos: sus ideas innovadoras chocaban contra una administración demasiado burocrática y lenta, y la remuneración tampoco era la que él aspiraba.

Con 40 años recién cumplidos decidió dar un giro a su vida; su espíritu aventurero y emprendedor, heredado de su padre, le llevó a la decisión de montar su propia empresa. Para ello contaba con el apoyo y la experiencia de su familia, y sus propios conocimientos, ya que desde pequeño había estado involucrado en diversas tareas relacionadas con la administración del negocio familiar.

Así pues, con tres de sus mejores amigos -un médico y dos antiguas compañeras de facultad- se embarcó en esta nueva aventura, constituyendo una sociedad dedicada a realizar trabajos de asesoramiento técnico a empresas relacionadas con el área de la salud, tanto humana, como animal.

Desde el principio la empresa funcionó estupendamente. Sergio estaba muy satisfecho, y sentía que su experiencia anterior le había proporcionado las habilidades necesarias para desempeñar su puesto de administrador, compartido con los otros socios. En la actualidad, la empresa cuenta con ocho personas en plantilla además de los cuatro socios, y colaboran de manera puntual con otros profesionales, quienes realizan trabajos que ellos no se sienten capaces de abordar, pues requieren de cierta especialización o conocimientos que ninguno de ellos posee (por ejemplo, un informático o un veterinario). No quieren contratar a más personas porque este tipo de empresas de servicios tiene un comportamiento muy irregular, ya que su volumen de actividad depende de los proyectos que vayan consiguiendo.

Sergio es la persona que lleva el peso de la organización: se ocupa de las cuestiones económicas, realiza gran parte de las labores de supervisión de los trabajos técnicos, está en contacto con todos los clientes y además se encarga de orientar y motivar a los trabajadores para que realicen todos los trabajos correctamente y en los plazos establecidos. Algunas veces piensa que estaría bien no tener que estar siempre pendiente de todo... “si cada uno se responsabilizase más de su trabajo, no tendría que verme implicado en la toma de todas y cada de las decisiones...” piensa en ocasiones, aunque rápidamente se da cuenta de que los demás solo tienen conocimiento de su propia tarea y les falta una visión global del negocio, por lo que suelen recurrir a él, buscando suopinión y consejo.

Un martes lluvioso de febrero, al llegar a la oficina, justo en la puerta coincide con Blanca, una de sus socias, quien le recuerda que se va a Granada a ver a un cliente que quiere proponerles una serie de cambios y mejoras para incorporarlas en su proyecto; Sergio le hace algunas

consideraciones sobre cómo afrontar la entrevista y se despiden. Blanca fue premio extraordinario de su promoción y tiene una gran experiencia de campo, así que seguro que sabe resolver satisfactoriamente las cuestiones planteadas por el cliente, sin embargo, han quedado en comentarlo todo detalladamente a su vuelta.

Según va por el pasillo hacia su despacho, sale a su encuentro uno de los técnicos para contarle que tiene un problema con la interpretación de unos datos; Sergio le acompaña para echar un vistazo, y una vez visto el problema, le hace algunas sugerencias que podrían solventar el problema. El técnico se lo agradece aunque también aprovecha para quejarse de la carga de trabajo que tiene. Sergio le dice que es consciente de ello y le felicita por su labor además de prometerle que va a estudiar un posible reajuste en el reparto de tareas.

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