POLITICA DE DIVIDENDOS

POLÍTICA DE DIVIDENDOS

El pago de dividendos de las utilidades tiene un impacto directo sobre la estructura del capital, el crecimiento y el valor de la empresa. Por esta razón se demanda de los gerentes financieros un adecuado manejo de las políticas de dividendos dado que cualquier decisión puede ser perjudicial para la el futuro de la organización.

Los dividendos son pagos en efectivo realizados a los accionistas de la empresa y que proceden de las utilidades generados, más nunca del capital aportado por los socios.

Se catalogan en ordinarios cuando se originan en las utilidades del periodo fiscal que se está liquidando o de periodos anteriores; extraordinarios cuando se originan en periodos de grandes utilidades y de acciones preferentes únicamente para poseedores de este tipo de acciones, las cuales son igualmente pagadas en efectivo y suele ser una cantidad fija o acumulativa.

Los dividendos pueden ser pagados en acciones, es decir, que por cada cierto número de acciones que se posean, se pueden recibir acciones de una nueva emisión. Se denomina escisión de acciones cuando la proporción de distribución de las acciones es mayor que una nueva acción por cada cuatro existentes.

Así mismo, en caso de cierre de una empresa, existen también los dividendos de liquidación, los cuales pueden ser pagados en efectivo o en especie.

De otra parte, los analistas de los fenómenos económicos afirman, que mantener una imagen de estabilidad por parte de una empresa es importante para mantener baja la prima por riesgo que se le atribuye a las acciones de la misma ya que del modelo de dividendos se extracta el factor esencial para determinar el precio de las acciones; se presume que la inestabilidad en el pago de dividendos crearía inestabilidad en el precio de la acción, es decir, al aumentarse el valor de la prima de riesgo se reduce proporcionalmente el precio de la acción.

Dada la importancia de mantener una estabilidad en el pago de dividendos, ésta puede lograrse mediante la distribución de la misma cantidad de dividendos ordinarios año tras año y en periodos significativamente mejores pueden pagarse también dividendos extraordinarios, son la salvedad de que los accionistas sean informados de su excepcionalidad.

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