POLÍTICA FISCAL Y MONETARIA EN MÉXICO 1980-1990

El tipo de cambio es una de las variables más importantes para la economía mexicana, ya que influye directamente sobres los precios de los productos y las materias que se importan. Además, afecta al empleo y al producto interno bruto.

México ha padecido las consecuencias de diferentes épocas de devaluación. Una de las más importantes ha sido sin duda la década de 1980.

En las siguientes líneas trataremos de analizar el tipo de política fiscal y monetaria que tuvo lugar en este periodo, con la finalidad de conocer los efectos económicos que tuvieron dichas políticas sobre la economía del país.

Debido al incremento en los precios del petróleo en la década de 1970, el país adquirió grandes cantidades de deuda internacional, ya que se encontraba respaldado por sus exportaciones petroleras. Sin embargo, al incrementarse las tasas de interés en Estados Unidos, la deuda externa se duplicó, sumado a esto la caída de los precios internacionales del petróleo, por una sobreproducción del crudo. Esto ocasionó que la economía en México se desplomara.

Todos estos factores dieron como resultado la implementación de una fuerte Política Fiscal Contraccionista. Con el fin de intentar contraer la demanda y bajar la inflación.

El gobierno tomó entonces serias medidas contraccionistas sobre la economía mexicana. El gasto gubernamental se redujo y se incrementó la recaudación de impuestos. Esto redujo el gasto y el ahorro.

En cuanto a la Política Monetaria, el país venia implementando un modelo expansionista que buscaba promover el crecimiento económico. Pero, debido a la crisis de la devaluación en la década de los 80s, fue necesario implementar un sistema cambiario fijo y controlado. Con esto la devaluación se redujo, pero fue necesario, realizar ajustes diarios en el tipo de cambio para compensar las diferencias de inflación entre México y Estados Unidos, con quién se comparaba la moneda.

Este cambio en la Política Monetaria derivó en una política contraccionista, disminuyendo así la oferta de dinero y aumentando las tasas de interés, esto originó una desaceleración en el crecimiento económico, lo que daño al empleo y redujo considerablemente el PIB.

Estas y otras medidas, permitieron al final del periodo, frenar la inflación, que los capitales fugados regresaran, y que la inversión interna y externa aumentara, el producto per cápita también empezaba a crecer.

Si bien ambas políticas venían trabajando para apoyar el crecimiento económico en México, el periodo de la gran devaluación de la moneda provocó que el gobierno adoptara medidas sumamente contraccionistas para combatir la inflación a costa de caer en un estado muy fuerte de recesión donde México no representaba ninguna competencia hacia el exterior.

Con el paso del tiempo la política monetaria ha

...