PRÁCTICA INDIVIDUAL 3 DESARROLLO Y CRECIMIENTO DESAV S.A.

FUNDAMENTOS DE DIRECCIÓN DE EMPRESAS

CURSO ACADÉMICO 2022-23

PRÁCTICA INDIVIDUAL 3

DESARROLLO Y CRECIMIENTO

DESAV S.A.

OBJETIVO:

Analizar el proceso de crecimiento y desarrollo de la empresa, tanto en lo que se refiere a su dirección como a su modalidad.

TEXTO INTRODUCTORIO:

El texto para la realización de esta actividad es el caso “DESAV S.A.”, que se reproduce a continuación y que relata el proceso de crecimiento y desarrollo de una empresa ficticia del sector hortofrutícola.

Tarea:

1º Identifique las decisiones de crecimiento (desarrollo) llevadas a cabo por DESAV S.A y su grupo, desde su creación, explicando, en cada caso, la modalidad y dirección de crecimiento utilizadas. Para recopilar las respuestas puede utilizar el formulario en blanco adjunto al final del documento como plantilla de respuestas.

2º Responder a un cuestionario en aula Virtual en el que se formularán varias preguntas sobre algunas de las decisiones de crecimiento y desarrollo expuestas en el texto.

DESAV S.A.

En 1970, a Carlos Beltrán, ingeniero agrónomo y MBA con 5 años de experiencia, uno de sus tíos le dijo que un grupo de importantes propietarios agrícolas, con grandes plantaciones y extensos terrenos en las comarcas de la Ribera, la Safor, l’Horta, el Vinalopó y las Marinas, habían pensado en unir sus explotaciones en una empresa única, y buscaban un gerente. Carlos se reunió con ellos y tras una larga conversación, le ofrecieron ese puesto de gerente. Él aceptó y pocos meses después se creó DESAV S.A.

Para la constitución de la nueva empresa, se hizo un inventario de los terrenos y recursos que aportaba cada uno de los socios fundadores y se encargó una tasación independiente para valorarlos. El capital inicial de DESAV S.A fue la suma de esas valoraciones y de unas aportaciones en metálico que realizó cada uno de los socios equivalentes al 5% del valor de sus parcelas y terrenos. DESAV S.A. pasó a ser una empresa única en la que los antiguos propietarios de los terrenos quedaron como accionistas, en proporción al valor de sus aportaciones.

La nueva empresa disponía de plantaciones de cítricos, verduras, almendros, olivos, algarrobos y arroz, además de terrenos no cultivados, algunos próximos a playas, en zonas de secano que confiaban que algún día serían transformadas en regadío. Carlos se planteó dos grandes objetivos. El primer objetivo fue reestructurar las variedades cultivadas, empezando por las verduras, que, al ser de plantación anual, o con varias cosechas al año, permitía que se notaran los cambios más rápidamente que en los árboles. De esta manera se dedicarían a especies más valoradas en los mercados y que en conjunto proporcionaran cosechas en las distintas estaciones del año y así desestacionalizar la mano de obra y las ventas. En este sentido abandonaron el cultivo de forrajeras y redujeron el cultivo de las variedades más clásicas de patatas y cebollas, y ampliaron, ya en 1971, la variedad de su gama con cebollas dulces, chalotas, ñoras, yuca. Algo parecido quería hacer con los cítricos, pues a pesar de tener muchas hectáreas de cítricos, había pocas variedades, principalmente naranja california, navel y mandarinas. Elaboró un plan para ir introduciendo desde 1972, nuevas variedades con una gama más amplia y que permitiera ir recolectando frutos escalonadamente de septiembre a abril.

El segundo objetivo fue profesionalizar la comercialización. Hasta ese momento la mayoría de la producción se vendía en el campo, limitándose a que llegara un comprador que hiciera una oferta por el campo completo antes de la recolección, de la que en muchas ocasiones se ocupaba el propio comprador.

En la primera cosecha tras la creación de DESAV S.A. en 1971 se contrató el personal suficiente para la recogida. Al mismo tiempo se creó un departamento comercial, con tres empleados que se encargaría de la búsqueda de clientes mayoristas y minoristas. Este mismo departamento comercial se encargaba de contratar a transportistas que entregaran los productos a los clientes, obteniendo unos precios superiores a los de temporadas anteriores.

En 1972 se adquirió un almacén agroalimentario, que atravesaba dificultades de gestión, en Algemesí, donde se centralizó el proceso de lavado y clasificación de productos, por tamaños y calidades, de forma que se podía distinguir entre los productos de mayor calidad y presencia, destinados a consumidores domésticos y la parte de la producción que se destinaba a elaboración industrial de alimentos y zumos. A pesar de carecer de cámaras de almacenamiento en frío, proceso para el que se recurría a los servicios de empresas especializadas en el mismo, el éxito de esta nueva actividad hizo que el almacén quedara pequeño a los pocos meses.

En 1975 se construyó un nuevo almacén en Alzira sobre unas parcelas propias, en el que se centralizó la clasificación, lavado y etiquetado de toda la producción de cítricos y se incluyeron tres grandes cámaras de refrigeración, que permitían terminar los procesos de maduración de los productos y alargar el periodo de comercialización de cada variedad en el propio almacén, sin tener que recurrir a empresas especializadas en refrigeración como se había hecho hasta el momento, con lo que se podían negociar mejores precios. El antiguo almacén de Algemesí se dedicó exclusivamente a la producción de verduras y hortalizas.

En 1976 DESAV S.A. recibió una oferta del grupo inmobiliario ALSOL S.L., por unos terrenos de secano situados cerca de la playa, con la intención de construir una urbanización de chalets. Carlos negoció que, en lugar de vender esos terrenos, se creara una nueva empresa, que se denominaría PLAYA1, S.L., de propiedad conjunta al 50% entre DESAV S.A. y ALSOL S.L., en la que DESAV S.A. aportaba los terrenos y ALSOL S.L. se encargaba de la construcción y la venta de chalets. La empresa PLAYA1, S.L. se extinguiría cuando se lograra la edificación y venta de todos los chalets de la urbanización, lo que se consiguió en 1979.

Tras el éxito y el aprendizaje de la operación de PLAYA1, Carlos analizó la utilidad del conjunto de los terrenos de DESAV S.A., muchos de los cuales estaban sin cultivar por carecer de regadío o por otras circunstancias y concluyó que disponía de suficiente suelo para la construcción de varias urbanizaciones en la playa y en la montaña, lo que garantizaría una actividad inmobiliaria sostenida durante más de 10 años. Con la venta de varios campos poco productivos generó recursos suficientes para constituir en 1980 la nueva empresa INMODES, S.A. que adquirió el 80% del capital de ALSOL S.L., que se integró dentro de INMODES y perdió su denominación social. El restante 20% sigue siendo de los anteriores propietarios de ALSOL S.L. INMODES inició su actividad con la construcción de dos torres de apartamentos en Cullera y una urbanización de chalets en La Drova, en la comarca de La Safor.

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