Padre Rico Padre Pobre
Enviado por w1f2 • 29 de Septiembre de 2013 • 1.095 Palabras (5 Páginas) • 288 Visitas
Educación universitaria por 7.000 dólares.
Un día, un amigo mío estaba preocupado por el tema de lo que era ahorrar dinero para la futura educación universitaria de sus cuatro hijos. Estaba guardando US$ 300 por mes en un fondo común, y ya había acumulado US$ 12.000. Estimaba que necesitaría US$
400.000 para que sus cuatro hijos fueran a la universidad. Le quedaban 12 años para ello, dado que el mayor de sus hijos tenía entonces 6 años de edad. Corría el año 1991, y el mercado inmobiliario de Phoenix estaba terrible. La gente estaba regalando sus casas. Sugerí a mi compañero de clase que compran una casa con parte del dinero que teñía en el fondo común. La idea lo intrigó, y empezamos a analizar esa posibilidad. Su principal preocupación era que no tenía más crédito en el banco para poder comprar otra casa, dado que su disponibilidad estaba agotada. Le aseguré que existían otras alternativas para financiar unas propiedades, diferentes a la del banco.
Buscamos una casa durante dos semanas, una que cumpliera con todos los criterios que estábamos buscando. Había una infinidad para elegir, de manera que la búsqueda fue bastante divertida. Finalmente, encontramos una casa con 3 dormitorios y 2 baños, en un buen vecindario. El dueño había sido víctima de la reducción de la empresa para la cual trabajaba, y necesitaba vender ese día porque se
mudaba con toda su familia a California, donde lo aguardaba un nuevo empleo.
El pedía US$ 102.000, pero le ofrecimos solamente US$ 79.000. Aceptó inmediatamente. La casa tenía adjudicado un préstamo sin requisitos, lo que significa que aún un vagabundo sin trabajo podría comprarla sin la previa aprobación de un banco. El dueño debía US$
72.000, de manera que todo lo que mi amigo tenía que aportar eran US$ 7.000, o sea, la diferencia de precio entre lo que se debía y el precio de venta. En cuanto el dueño se mudó, mi amigo puso la casa en alquiler. Mensualmente, luego de pagar los gastos, incluyendo la cuota de la hipoteca, le quedaban US$ 125 en su bolsillo.
Su plan era conservar la casa durante 12 años y dejar que la hipoteca se pagara lo más rápido posible, mediante la deducción mensual de esos US$ 125 de la deuda. Nos imaginamos que en 12 años, estaría cancelada en gran parte y, para cuando su primer hijo fuera a la universidad, él podría estar recibiendo US$ 800 netos por mes. También podría vender la casa si su valor aumentaba.
En 1994, el mercado inmobiliario de Phoenix cambió repentinamente, y el inquilino que vivía allí, quien amaba esa casa, le ofreció comprarla por US$ 156.000. Nuevamente mi amigo me preguntó- qué pensaba yo, y naturalmente le dije ¡vende!, bajo el amparo del diferimiento 1031 de impuestos por recambio.
De pronto, él contaba con US$ 80.000 para operar. Llamé a una amiga en Austin, Texas, quien entonces pasó este dinero libre de impuestos a una participación limitada en un pequeño depósito para
almacenaje que ella estaba montando. Mi amigo, luego de tres meses, comenzó a recibir cheques apenas inferiores a US$ 1.000 por mes en ingresos, los cuales volvió a verter en el fondo para la universidad, el cual ahora crecía tanto más velozmente. En 1996, el pequeño depósito se vendió, y él recibió un cheque por US$ 330.000, procedentes de la venta, y que fueron involucrados en un nuevo proyecto que arrojaría más de US$ 3.000 por mes en concepto de rentas y, de nuevo, se depositaron en el fondo común para la universidad.
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