Pagos serie de reformas de Servio Tulio
Enviado por EMILYBELTRANM • 1 de Mayo de 2014 • Tesis • 1.094 Palabras (5 Páginas) • 301 Visitas
Comentario
La serie de reformas de Servio Tulio forman un complejo coherente en el que una se constituye como base de la siguiente y así sucesivamente. Siguiendo este proceso concatenado, la primera de estas reformas sería la nueva organización del territorio. Todos los ciudadanos romanos fueron inscritos en una de las dieciséis tribus rústicas en que se dividió el ager romanus, si eran propietarios de tierras o en una de las cuatro tribus o circunscripciones urbanas si no eran propietarios de tierras. Las cuatro tribus urbanas eran: la Palatina, la Collina, la Esquilina y la Suburana. Sus integrantes serían principalmente artesanos, comerciantes y proletarios. Esta división fue la base de la elaboración del censo, ya que permitía una valoración de los ciudadanos en función de sus rentas. Para lograr esta valoración fue preciso también crear una monetación rudimentaria o, si se prefiere, un sistema premonetario: el aes rude. Se trata de una especie de panes de bronce en los que aparece inciso un dibujo que podría ser bien una rama seca o una espina de pescado. Su peso era de 330 gr.
Basándose en el censo, Servio Tulio introdujo un nuevo ordenamiento a la vez político y militar: los Comicios Centuriados. La descripción que de este proceso nos dan Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso es la siguiente: Servio Tulio repartió a la población romana en cinco clases, según el censo, valorado en ases. En la primera clase, se inscribió a los que poseían más de 100.000 ases. Estos debían costear su equipo militar que consistía en yelmo, escudo redondo, coraza, lanza, espada...todo de bronce. En la segunda clase, los que tenían más de 75.000 ases, debían costearse el escudo rectangular y las grebas. En la tercera se incluía a los de 50.000 ases, que llevaban yelmo y escudo rectangular. En la cuarta, los que tenían 25.000 ases, con jabalina y lanza y, en la quinta, con 11.000 ases, sólo tenían que proveerse de una honda y piedras.
La primera clase comprendía 80 centurias (40 de jóvenes y 40 de ancianos). La segunda, la tercera y la cuarta, 20 centurias cada una (10 de jóvenes y 10 de ancianos) y la quinta clase, 30 centurias (15 de jóvenes y 15 de ancianos). A estas habría que sumar otras 18 centurias de caballeros y 5 de proletarios, es decir, los que estaban censados no por sus bienes -que no tenían- sino sólo por su persona o fuerza de trabajo. En total, 193 centurias. En la Asamblea Centuriada o Comicios Centuriados, esto es, el organismo político y militar que reunía a todos los ciudadanos organizados en centurias, se votaba no a título personal sino por centurias, siendo cada una de ellas una unidad de voto y, como se desprende claramente, las de la primera clase más las 18 de caballeros (la elite del nuevo ejército) tenían siempre la mayoría.
Ciertamente en este relato hay una serie de anacronismos y discordancias evidentes. En primer lugar, la valoración del censo en ases no era posible en el siglo VI a.C. El número de centurias presupone una población demasiado elevada para la extensión de la Roma de esta época; incluso la precisa correspondencia entre centurias de jóvenes y ancianos resulta extremadamente improbable. Tampoco es creíble que la primera clase tuviera tantos inscritos como todas las demás juntas. A estas objeciones se añade también la que se refiere al armamento. Se sabe que el ejército de esta época era un ejército
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