¿Puede usted decir cuál es su estrategia?

¿Puede usted decir cuál es su estrategia?

Juan Antonio Cardozo Gonzales

Introducción

La gestión estratégica, la toma de decisiones y el pensamiento crítico son factores esenciales a la hora de analizar y acotar las estrategias organizacionales. Como gestores de alta dirección nos vemos en la necesidad de ir moldeando nuestro estilo de vida poco a poco para alinearnos en la misma dirección que las estrategias organizacionales que nos rodean. Sin embargo, la mayoría de los ejecutivos no son capaces de ello, es más, encuentran dificultad en alinear los objetivos y metas en una simple declaración. En este sentido, en el presente documento se analiza la importancia de la ventaja competitiva así como sus componentes. Por otro lado, es muy importante definir la posición del ejecutivo desde su alcance en el negocio, su posición respecto a lo que la empresa ofrezca y hasta donde desee llegar con la organización.

Cuerpo

Definir la estrategia es el paso clave que todo director debe de tener muy claro para desempeñar una correcta labor, tal y como dice la lectura, si él no es capaz de hacerlo será incluso más difícil que personas que no tienen el cargo y responsabilidad de que la compañía lo hagan. Por ejemplo, en cierta ocasión conocí una gerente general que debía gran parte del éxito de su compañía a la tercerización que realizaba; sin embargo, esta persona no fomentaba las buenas relaciones entre empresas pues su ego no permitía alinearse de esa forma. Así como este caso existen muchos casos de empresas reconocidas que no han podido establecer las directrices necesarias para encaminar una línea de acción que permita llegar a un fin determinado mediante un proceso eficiente. En consiguiente, la empresa está en la necesidad y el director en la obligación de tomar un mismo rumbo de beneficio compartido. Una vez que el director organizacional tenga claro los objetivos ya se pueden hablar de un desarrollo mucho más fructuoso y una visión de éxito holística.

El gerente que tiene los objetivos claros debe establecerlos en tres parámetros y cuantificables. En primer lugar, su objetivo debe ser específico para diseñar una línea ordenada de acción y evitar la tergiversación de las ideas por metas no muy claras. La importancia de un objetivo claro se debe a que es mucho más factible generar fines comunes si el camino está correctamente trazado. En segundo lugar, tiene que ser medible para poder evaluar constantemente el progreso, calcular el porcentaje avanzado y conseguir retroalimentación, además de la posibilidad de realizar correcciones si vemos una tendencia no regular o ineficiente. Por último, dimensionar los plazos de ejecución dan una visión más clara de la línea de acción y la medida de indicadores de desempeño, pues claro, decir que un objetivo es de largo plazo y no delimitar el mismo da paso a la postergación consecutiva para evitar las responsabilidades asociadas además que se hace mucho más factible cuantificar los objetivos estratégicos para dar paso al alcance del mismo.

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