¿Qué mercado resulta más atractivo para introducir un producto de belleza basado en plantas y extractos de origen vegetal?

¿Qué mercado resulta más atractivo para introducir un producto de belleza basado en plantas y extractos de origen vegetal?

Basándonos en los datos suministrados por los dos estudios de mercado de cosmética de Japón y Bélgica hemos realizado un análisis para decidir cuál de ellos es el más conveniente para la introducción de productos de bellezas compuestos de plantas y extractos de origen vegetal.

Debido al gran mercado de consumidores de productos de alta gama en cosmética entre la población japonesa de mediana edad y dado que a partir de esa edad aumentan los cuidados estéticos, junto con el envejecimiento de la población, se puede considerar como una oportunidad para el sector de la belleza la introducción de este tipo de productos con componentes biotecnológicos en el mercado japonés.

Según los datos extraídos del estudio, hay una elevada demanda de productos naturales existiendo ya marcas españolas que están ya posicionadas en el mercado japonés.

Además, este mercado de cosméticos naturales y orgánicos es de amplio potencial al contar con el apoyo del gobierno japonés que ha declarado su intención de reducir componentes orgánicos en un 25% para 2020. Todo ello unido a que los japoneses están tomando conciencia de la protección ambiental.

En los últimos años, se ha extendido entre la población nipona el uso de champús y acondicionadores para realizar un cuidado exhaustivo de su cabello debido al excesivo uso de tintes y tratamientos agresivos. Hay que tener en cuenta también que la mujer japonesa da mucha importancia a los productos desmaquillantes tipo serúm, tónicos…pero con preferencia de uso los que están compuestos por productos naturales porque para ellas es muy importante proteger la piel de la aparición de signos de envejecimiento utilizando incluso cremas protectoras de sol en cualquier época del año.

A todo ello hay que unir las tendencias demográficas: se está reduciendo el número de hijos por familia con lo cual, aunque compren menos cantidad de productos, estos son de mayor valor, por lo que introducir productos de mejor calidad como es el caso de estos productos naturales que no utilizan productos químicos en su composición, podrá ser bien recibido entre la población japonesa.

Igualmente, habrá que introducir productos pensados en la población jubilada debido a que hay un incremento de dicha población que considera prioritaria la calidad antes que el precio. Es decir, se trata de un consumidor con un elevado nivel económico que estará dispuesto a pagar más siempre y cuando la calidad sea mayor.

Pero la implantación en el mercado japonés se debe plantear con un esfuerzo comercial diseñando bien los productos, organizando visitas con el importador y observando que empresas pueden ser competencia y teniendo en cuenta que el coste inicial es elevado.

Otro de los puntos a tener en cuenta son los canales empleados, en Japón la venta a domicilio por catálogo, por tele venta son de los más empleados, pero si pretendemos introducir productos de alta gama tendríamos que irnos a los grandes almacenes o tiendas especializadas porque aquí el comprador estaría asesorado en todo momento por los profesionales, tanto de las características como del beneficio del producto.

En Japón se realizan ferias dedicadas a productos de alto componente biotecnológico debiendo introducir este tipo de productos en el mercado primero a través de canales profesionales, dado que las marcas españolas no cuentan con el prestigio que gozan otros países europeos.

Por todo ello, podemos concluir que los consumidores japoneses pueden ser un fuerte mercado en cosmética basadas en plantas de origen natural, pero teniendo en cuenta que tiene preferencias distintas a los europeos y americanos, llevando a cabo grandes esfuerzos de inversión en I+D para lanzar productos innovadores empleando fuertes campañas publicitarias.

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