RESUMEN libro, competidores de primera clase..

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RESUMEN LIBRO “COMPETIDORES DE PRIMERA CLASE “

Luis Gerardo Velez Aguirre

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CAPITULO 1. Competitividad: cambio de mentalidad.

René Descartes afirmaba que en 1937 al refugiarse en una casa por un frio invierno había desarrollado la mitad de su teoría filosófica, Descartes público su método y el segundo principio consistía en dividir cada una de las dificultades que examine en tantas parte como se pueda, ya que parecía ser un requisito para que fuera resuelto de la mejor forma posible.

Desde Descartes, el enfoque fundamental empleado para la comprensión de un problema se basa en una sola operación; la división.

La economía y la administración siguen la misma lógica de división, la economía está dividida en macroeconomía que habla de la inflación, dinero en circulación, etc. y en microeconomía, que habla sobre el comportamiento y el proceso de toma de decisiones de los hogares.

La administración de una empresa sigue el mismo principio de división, una empresa puede ser dividida en muchas maneras.
Los mercados se dividen en segmentos: viejos y jóvenes, ricos y pobres, consientes del status, preocupados por el ambiente, etc.

Las estrategias también tienen sus propias divisiones tales como liderazgo en costos y diferenciación. El método cartesiano de dividir todo se ha permeado en cada campo del conocimiento así produciendo al “experto”.

En las empresas esta tarea es principalmente responsabilidad de la alta administración y de los líderes gubernamentales en las naciones, estos individuos a veces no cuentan con la experiencia ya que en una gran parte de sus carreras profesionales han sido condicionados para ser exitosos bajo un paradigma de división, no de integración. El mayor reto para estas personas es integrar las múltiples capas de objetivos en una estrategia coherente.

Una empresa debe construir una alineación a través de un propósito compartido y un sistema de valores, una nación no puede ser gobernada como una simple colección de ciudadanos e instituciones.

Antes de que la prosperidad fuera un objetivo común, los líderes eran los únicos factores que unificaban, estaban más enfocados en la conquista de territorios, el desarrollo del poder, el crecimiento de su riqueza personal o simplemente en supervivencia, más que el bienestar y prosperidad de los individuos.

Cuando el propósito común se convirtió en incrementar la prosperidad general de la nación, los líderes se volvieron consientes de la necesidad de conocer cuáles eran las fuerzas que estaban impulsando la prosperidad de su país y de sus negocios.

Los estudiosos que analizaron la prosperidad, la determinación de sus factores de impulso y la articulación de sus políticas, fueron los fundadores originales de la economía.

Dentro de la administración las empresas han adoptado un enfoque más comprensivo para entender la prosperidad.

La competitividad analiza como las naciones y las empresas administran la totalidad de sus competencias para lograr la prosperidad.

Su responsabilidad es asegurar que los resultados de las actividades de la empresa sean transformados en signos tangibles de prosperidad para las personas.

La holística es la tendencia en la naturaleza de producir enteros organizados.

Para una empresa la productividad es la cantidad de bienes producidos o servicios prestados, dividíos por la unidad de insumo dinero, materia prima o mano de obra utilizada.

Para una empresa un incremento en la productividad se percibe como un signo de incremento en su competitividad al demostrar que su compañía se ha vuelto más eficiente.

En el caso de las naciones los indicadores utilizados son el producto interno bruto contra el número de personas empleadas, para detectar la productividad.

La productividad general de las empresas de una nación determina en gran medida la competitividad general, mientras que un gobierno establece sus propios objetivos de productividad.

Algunos especialistas han negado un concepto tal como competitividad nacional, las naciones no compiten unas con otras, solo las empresas lo hacen.

La productividad es un indicador de eficiencia; expresa cuanto producen las empresas o naciones a partir de recursos limitados, entre más produzca con menos, mejor.

El éxito económico de una nación depende más de su sistema educativo, de su infraestructura, el dinamismo de su inversión e incluso la calidad de su administración.

Los datos económicos producidos por los gobiernos no contabilizan la depreciación de los activos intangibles de una nación, por lo tanto no logran proporcionar un sistema de alerta temprana sobre el deterioro de la competitividad nacional.

La competitividad de las empresas depende en gran medida de los activos intangibles como marcas, lealtad del consumidor, imagen, habilidades y procesos, los cuales no son contabilizados en los libros de la empresa.

Las empresas intentan incorporar el valor de sus activos intangibles en sus reportes anuales. Las naciones también tienen una “marca”, la imagen de un país en el exterior, la administración de marca es crucial para su competitividad.

Los administradores saben que una base de clientes leales es uno de los atractivos más importantes de una compañía y que merece la mayor atención, sin embargo no es contabilizada en ninguna parte.

En el caso de los empleados es algo similar, este “más importante activo” es contabilizado como un costo.

Las valoraciones que dan a una empresa incluyen una aproximación del valor de sus activos intangibles, este rol, ha sido asumido por default, y los estándares usados para evaluar los intangibles son cuestionables.

A pesar que el propósito de la competitividad sigue siendo la prosperidad, la riqueza por sí misma no determina el éxito de una nación o una empresa, las naciones pueden ser ricas pero no competitivas.

Por ejemplo suiza que es un país extremadamente rico, pero las personas que heredan 100 millones y deciden estar todo el día acostados son muy ricos, pero desde el punto de vista de la competitividad son inútiles, no contribuyen en la prosperidad.

La riqueza ayuda, da a las naciones, empresas y personas ventaja de inicio en el desarrollo económico pero no garantiza que la prosperidad de hoy sea perpetuada hacia el mañana.

Los recursos naturales son abundantes, son considerados una bendición para un país. Un flujo de dinero regular de los recursos naturales provee una sensación de seguridad, sin embargo los recursos naturales no llevan necesariamente a la competitividad.

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