¨ Relación Entre Globalización, Identidad Nacional E Identidad Personal En México¨

Eva Ramírez

Ensayo final: ¨ Relación entre globalización, identidad nacional e identidad personal en México¨

Ética, persona y sociedad

María Victoria de Vales

27 de Junio de 2012

Relación entre globalización, identidad nacional e identidad personal en México

¿Quién soy y a dónde pertenezco? Las continuas transformaciones que ha experimentado en los últimos tiempos el sistema histórico social en el mundo no sólo se han expresado en el terreno económico-financiero, convirtiendo virtualmente al mundo en un mercado único, sino también han alentado un modo de vida global o lo que ha sido conocido sociológicamente como homogeneización ó estandarización cultural. El propósito de este ensayo es exponer los argumentos que vinculan la globalización con la pérdida de identidad nacional y personal en México. Este tema conlleva su importancia debido a que es un fenómeno económico y social actual, presente en el futuro que da mayor prioridad y atención a los valores económicos y materiales, dejando en segundo término a los valores espirituales, morales y religiosos que conforman la integridad de la identidad de los ciudadanos mexicanos, como resultado de una decadencia de concientización por el proceso de globalización al que estamos siendo sujetos. De esta forma, la identidad va construyéndose a partir de las posibilidades culturales que se tienen al alcance en la sociedad en la que se vive. Por consiguiente, el presente ensayo desarrollará dos puntos claves: el análisis acerca de la globalización y su impacto en la pérdida de la identidad nacional y el impacto de la globalización en la pérdida de identidad personal. Es así, que el punto central es que la globalización ha generado diferentes transformaciones que han modificado la identidad y el estilo de vida provocando la pérdida de cultura e identidad en México.

Con respecto a la identidad nacional en México, como primer punto de este ensayo, la producción de una cultura nacional requiere del establecimiento de fronteras y de una segmentación del flujo global. A pesar de que los miembros individuales son únicos, todos comparten características esenciales que constituyen su identidad nacional; la igualdad supera la diferencia. El papel de la globalización define que México vive en una sociedad mundial, en la que no hay espacios cerrados y ningún grupo ni país puede vivir al margen de los demás. La globalidad es, pues, pluridimensional, afecta a los planos social, político, cultural, económico, ecológico.

Sin embargo, la necesidad de afirmar la identidad nacional ha llevado a establecer que la globalización es una contradicción a su objetivo de querer manejar a toda la comunidad mundial como una sola, sin tomar en cuenta aspectos culturales, políticos y económicos de los demás países; ya que es imposible incluir en una identidad a todos. Por lo que, “identidad nacional” es el momento en el que el ciudadano, para adquirir una serie de derechos, debe definirse como perteneciente a una nación o a otra (Alsina 2006), por lo que es necesario el reconocimiento al carácter nacional mexicano que forma parte de cada ciudadano para poder ejercer la libertad, justicia y moral precisas para el desarrollo de una sociedad integra y en paz.

De esta forma, otra razón que se plantea en este primer aspecto de análisis, es el reencuentro con nuestra identidad mexicana, que se constituye como una cultura única y rica en tradiciones, costumbres, fiestas, patrimonio territorial, gastronomía, etc. , que se ha ido formando a partir de las diversos hechos históricos como la conquista española y de influencias culturales territoriales, al encontrarse situado al norte con Estados Unidos de América y al Sur con países centroamericanos. No obstante, las nuevas prácticas festivas como el ¨Halloween¨ ( costumbre americana que poco a poco ha ido sustituyendo el día de muertos en México) , determinada por el consumismo y estrategia empresarial de las transnacionales que venden productos en México, y la constante venta de ¨comida rápida¨( alimentos altos en grasa y que conllevan poco tiempo en su preparación) o comida china, italiana o japonesa de las grandes cadenas de restaurantes, han determinado imponerse sobre lo que conforma la cultura mexicana. El propósito económico que inspiró la globalización es, sin lugar a duda, el de crecimiento económico de la clase empresarial (Mateus 2002). Por lo que, quien se determina beneficiando con la globalización son aquellas empresas extranjeras de mayor rango político y económico; por otro lado, las familias mexicanas son las que terminan por hacer permanentes estas festividades o regímenes de alimentación, que ponen en abandono la cultura de México.

En adición, como comunidad cultural, México está amenazado en su identidad por la imposición del pensamiento único, la implantación de contenidos a través de la circulación masiva de bienes culturales, la expansión informática, consumismo, y por la propia incapacidad para reconocerse en el espejo de nuestras raíces, es decir, porque cada vez más se va perdiendo el reconocimiento de ser mexicano (Samper 2004). Por ejemplo, la preferencia por la compra de ropa extranjera u objetos, en lugar de aquellos de origen mexicano, por moda internacional. Además, la influencia de medios de comunicación y el internet sobre el razonamiento de ideas iguales para todo el mundo acerca de conductas, siendo que cada nación, en este caso México, se fija ser único por la importancia de sus valores y principios. Cabe mencionar, que es necesaria la interacción con otras culturas para ampliar el conocimiento y poner en acción nuestra tolerancia, pero lo que no es de provecho es la imposición de ideas para todo el mundo, siendo que cada país es diferente y se constituye esencialmente en esa diversidad que lo hace ser único.

La Unesco señala como meta fundamental de la nueva agenda cultural global reaprender a vivir juntos. Más, el nuevo espacio multicultural que resulta de una globalización bien entendida debe permitirnos recuperar, en el nivel de país, el sentido de nación, orientar el destino de las regiones, reordenar nuestras relaciones sociales en función de una nueva propuesta de identidad y, simultáneamente, mantenernos como productores y consumidores de bienes culturales, sin alienarnos (Pedro et al. 2007). Gracias a la globalización es posible conocer culturas externas hasta hoy totalmente ignoradas; el contrapeso de este conocimiento, sin embargo, ha sido el desarraigo cultural de miles de personas cuyos referentes tradicionales de identidad mexicana han sido desbordados

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