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Repsol y su ineficiente plan de contingencia


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2022  •  Ensayo  •  982 Palabras (4 Páginas)  •  82 Visitas

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UNIVERSIDAD PERUANA DE CIENCIAS APLICADAS

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ENSAYO

Curso: Introducción a la Administración en la Globalización

Sección: KS1E

Profesor: Jose Luis Lopez Calle

Integrantes:

Castillo Araos, Dariel Aleck - U202116213

Chang Macavilca, Juan Pablo - U201912377

Chavesta Armey, Ricardo Manuel- U20211G431

Gonzales Cueva, Britney Linette - U20211G416

Torres Gutierrez, Ayelin Madeley - U202218883

Lima, 2022

Repsol y su equivocado plan de contingencia

¿Sabías que el derrame petrolero de Repsol no fue el primer desastre ecológico en el mar peruano? Según Ojo Público (2022) , la primera vez que Repsol tuvo un incidente fue el 4 de febrero del 2013, donde este tergiversó información sobre la cantidad exacta de barriles derramados. Debido a ello, la

OEFA lo sancionó con 15,40 UIT. Además, Repsol al no contar con un plan de contingencia que pueda mitigar el impacto negativo generado en el mar, recibió una multa de 118,5 UIT. Si bien, esta compañía contaba con el dinero suficiente para pagar sus deudas, al año siguiente apeló a dichas multas, dando como resultado la reducción de un 50%. En ese mismo año se le comunicó a la OEFA de una fuga localizada en las instalaciones de Repsol. Cuatro años después, este organismo público registra la información sobre un derrame de petróleo en los interiores de la empresa. Como se ve, Repsol es una entidad que ha tenido muchas infracciones a lo largo de su fundación. Esto da mucho de que hablar sobre la dirección, la imagen que muestra al público y la calidad de empresa que es. Notamos que Repsol en el pasado careció de un plan ante incidentes y que en su último percance utilizó un plan poco elaborado. Por ello, en el presente ensayo se explicará las razones de porque este plan fue ineficiente y se dan a conocer las consecuencias de esta índole.

El último incidente de Repsol fue el mayor desastre ecológico ocurrido el 15 de enero de 2022, donde una vez más se vio el lado no ético de la empresa. Comenzamos por las cinco multas que le impuso la OEFA. La primera es por incumplir con la identificación de las zonas afectadas, la segunda por no encargarse de limpiar estas zonas, la tercera por no contener los hidrocarburos, la cuarta por no evitar a tiempo que el vertido tóxico llegue a las zonas naturales y la última por no detener el hidrocarburo del segundo derrame realizado el 25 de enero (Castro, 2022). Estas multas indican la irresponsabilidad e incapacidad de Repsol para solucionar problemas de esta magnitud, dándonos a suponer que previamente no contaban con un plan de contingencia en caso de que pasara una tragedia como esta. Sin embargo, por la legislación peruana, Repsol tuvo la obligación de elaborar este plan. El cual consideramos ineficiente por varios motivos. En primera instancia por no tener un personal capacitado, ya que estos no contaban con implementos necesarios. La evidencia es que se apreció en los primeros días a personas removiendo el crudo con simples recogedores caseros. El segundo motivo es por minimizar el vertido y no comunicarlo al Mercado de valor. La empresa quería evitar lo inevitable, pero aun así se registró una caída de 8.4% en el valor de las acciones (Gestión, 2022). El tercer motivo es por interferir con las investigaciones de Osinergmin al no retirar a tiempo el PLEM (estructura submarina llamado colectores) que darían a conocer las causas del derrame. Y el cuarto motivo es por reportar información inexacta sobre la cantidad de barriles vertidos al mar. Esta mala administración de la empresa Repsol generó desastres en la fauna marina. Según los reportes del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre; las especies más afectadas por el derrame de petróleo fueron las aves cormorán, piqueros, gaviotas y pingüinos de Humboldt. Contaminaron el medio ambiente y según la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón (Apescaa) alrededor de 800 pescadores y otros 400 trabajadores de altamar habían detenido sus actividades como producto del derrame. Además, Sánchez (s.f.) proyectó una perdida de 52 millones de dólares aproximadamente en el sector turístico.

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