Resumen Los 7 Habitos De La Gente Altamente Efectiva
Enviado por santiymate • 26 de Enero de 2014 • 3.173 Palabras (13 Páginas) • 569 Visitas
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
Poderosas lecciones de cambio personal
Autor: Stephen Covey
Te recomendamos la lectura completa de este libro como parte de tu camino hacia la libertad financiera.
Resumen general
No importa a cuántas personas usted supervise, hay una sola persona a la cual puede cambiar: a usted mismo.
La mejor inversión que puede hacer, entonces, es en mejorarse a sí mismo desarrollando los hábitos que le
harán mejor persona y mejor gerente. Si usted quiere cambiar cualquier situación, tiene que comportarse
en forma distinta. Pero para cambiar su comportamiento, antes debe modificar sus paradigmas, su forma de
interpretar el mundo. “Los 7 hábitos” presentan una nueva forma para cambiar estos paradigmas, al instaurar
nuevos hábitos que le permitirán escapar de la inercia y encaminarse hacia sus objetivos. Los tres primeros
hábitos tratan del auto-dominio. Es decir, están orientados a lograr el crecimiento de la personalidad para
obtener la independencia. Los siguientes tres hábitos tratan de las relaciones con los demás, trabajo en
equipo, cooperación y comunicaciones; están orientados a lograr la interdependencia. Finalmente, el hábito
siete, se refiere a la renovación continua que le llevará a entender mejor los hábitos restantes.
Los hábitos
Un hábito está en la intersección de tres componentes que se solapan: el Conocimiento, las Habilidades y el
Deseo (o actitud). El Conocimiento le indica qué hacer y por qué. Las Habilidades le enseñan cómo hacer las
cosas. El Deseo es la motivación, sus ganas de hacerlas. Para convertir un comportamiento en un hábito,
necesita de los tres componentes.
La efectividad y el equilibrio P/CP
Los 7 hábitos están en armonía con la ley natural denominada por el autor “equilibrio P/CP”. Este principio se
ilustra mejor con la conocida fábula de Aesop: Un día, un granjero pobre descubre un huevo de oro en el nido
de su gallina. El no puede creer la suerte que tuvo. Sin embargo, cada día que pasa, aparece un huevo nuevo,
haciéndolo millonario. Pero a la vez, se vuelve codicioso e impaciente, decide matar a la gallina para obtener
todos los huevos a la vez, sin tener que esperar de un día al otro. Pero al abrir la gallina, se da cuente que no
hay huevos de oro en su interior. Esto ilustra la ley de la efectividad. Muchos piensan que ser efectivo es sacar
todos los huevos tan rápido como sea posible. Pero para ser realmente efectivo, necesita los huevos y la gallina
que los produzca. De allí la necesidad de equilibrio entre P (la producción, es decir los huevos) y la CP (la
capacidad de producir, en Inglés Production Capability, o sea la gallina). Sobre este equilibrio gira el verdadero
significado de la efectividad en todas las áreas de su vida. Este principio se puede aplicar a cualquier tipo de
activo: las personas que supervisa, los equipos que maneja, su salud, sus finanzas personales y sus relaciones
con otras personas en su hogar o en el trabajo.
Hábito 1 – Ser proactivo
Ser proactivo significa tomar la responsabilidad por su propia vida, ejercitar la habilidad de seleccionar su
respuesta ante cualquier estímulo. Esto implica comportarse según su decisión consciente, basado en sus
valores, no en las condiciones en las que se encuentra, ni en la forma como fue criado, ni en su carga genética.
La libertad en la elección de su respuesta se basa en:
- Auto-conciencia (self awareness): que le permite diferenciarse a usted de su estado de ánimo, sentimientos y
pensamientos.
- Imaginación: para crear ideas mas allá de su realidad presente.
- Conciencia: para distinguir lo bueno de lo malo.
- Voluntad independiente: para actuar basado en su autoconciencia.
Una persona proactiva es guiada por sus propios valores, a diferencia de la persona reactiva, quien entrega el
control sobres sus decisiones, dejando que el comportamiento y las opiniones de los demás le digan cómo se
deben sentir. Una vez que entienda esta diferencia, le quedará claro por qué nadie le puede hacer sentir mal a
menos que usted se lo permita.
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Esta verdad, sin embargo, no es fácil de aceptar, sobretodo si está acostumbrado a echar la culpa a los demás
o a la suerte por sus problemas. Una vez que admita “estoy aquí por las decisiones que tomé ayer”, puede
entonces declarar “decido ser algo distinto mañana”.
Una clave para determinar si usted es proactivo o reactivo encuentra en el lenguaje que utiliza. Si usted dice
cosas como: “el gerente de marketing me hace enojar”, está siendo reactivo, está dejando que otro tome
control de sus emociones. El enfoque proactivo sería “estoy dejando que el gerente de marketing me haga
enojar. Puedo elegir responder de otra forma”.
Para desarrollar su proactividad, pruebe lo siguiente:
- Ponga atención a las palabras que selecciona usted y quienes le rodean. ¿Con qué frecuencia escucha
expresiones reactivas como “tengo que…” en lugar de “quiero…”?.
- Identifique las debilidades de los demás, pero no como pretexto para sus propias fallas, sino como
oportunidades para elegir sus respuestas.
- Trabaje durante 30 días en probar los principios. Ponga énfasis en aquellas cosas que puede controlar.
Hábito 2 – Comience con un fin en mente
Este es el hábito del liderazgo personal, que indica la necesidad de comenzar cada día con un claro
entendimiento de su dirección y destino deseados.
Es necesario entender que todas las cosas son creadas dos veces. Piense en la construcción de una casa, antes
de comenzar la construcción, se dibuja un plano (la primera creación). Posteriormente, construye la casa (la
segunda creación). En los negocios ocurre igual: la primera vez, usted define lo que desea lograr,
posteriormente diseña todas las partes del negocio para lograr el objetivo.
Esto explica la diferencia entre liderazgo y gerencia. El liderazgo debe venir primero.
El liderazgo implica concentrarse en la pregunta “¿qué quiero lograr?”, a diferencia de la gerencia que se basa
en “¿cuál es la mejor forma de lograr lo que quiero?”. El hábito 2 cubre el: “qué quiero lograr” (liderazgo), y el
3 el: “cuál es la mejor forma” (gerencia).
Liderazgo vs. Gerencia – ejemplo
Imagine un grupo de personas abriendo un camino por la selva. El líder es la
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