Resumen ejecutivo еl Banco Central de Chile (BCCh)
Enviado por estebanwilliam • 27 de Noviembre de 2014 • Trabajo • 3.435 Palabras (14 Páginas) • 255 Visitas
Resumen ejecutivo
El Banco Central de Chile (BCCh) estructura su política monetaria en un marco conceptual de metas
de inflación, que se complementa con un régimen de tipo de cambio flexible. El desarrollo de esta
concepción de la política monetaria requiere de un alto grado de transparencia y comunicación de las
políticas y acciones realizadas, objetivo al que apunta la publicación de este documento.
Marco legal e institucional
El BCCh es un organismo autónomo, de rango constitucional, de carácter técnico, con personalidad
jurídica, patrimonio propio y duración indefinida, según lo establece el artículo 1° de su Ley
Orgánica Constitucional (LOC). Sus objetivos son “velar por la estabilidad de la moneda y el normal
funcionamiento de los pagos internos y externos” (artículo 3°).
El objetivo de estabilidad de la moneda significa evitar que su valor se deteriore como resultado de la
inflación de precios. Esto se consigue en la medida que se mantenga la estabilidad de precios, lo que se
debe reflejar en una inflación baja, estable y sostenible en el tiempo. A su vez, el normal funcionamiento
de los pagos implica preservar las funciones primordiales de intermediación del crédito y del ahorro,
la provisión de los servicios de pago y el logro de una adecuada asignación de riesgos por parte de los
mercados financieros.
Para el cumplimiento de sus objetivos, la ley confiere al BCCh una serie de facultades, entre ellas el
empleo de los instrumentos de la política monetaria y la política cambiaria, así como algunos aspectos
de la regulación de los mercados financieros y de capitales. Con plena autonomía de gestión y de
decisiones de política, el BCCh informa de sus acciones al Presidente de la República y al Senado.
La autonomía del BCCh es el primero de los cuatro pilares de la institucionalidad macroeconómica y
financiera de Chile, en los cuales se sustenta el marco de la política monetaria. El segundo es la aplicación
de una política fiscal responsable y predecible. El tercero es un marco de regulación y supervisión del
sistema financiero, para asegurar que este se desarrolle con altos estándares de gestión y solvencia. La
integración comercial y financiera con el resto del mundo es el cuarto pilar.
El Banco Central está dirigido por un Consejo al que se le encomienda la dirección y administración
superior. Este Consejo está integrado por cinco miembros designados, uno a la vez, cada dos años,
por el Presidente de la República previa aprobación por parte del Senado, para ejercer por períodos de
diez años. El Presidente del Consejo es elegido por el Presidente de la República entre los Consejeros
y ocupa el cargo por cinco años o el período que le reste, si este es menor.
La ley incluye diversos mecanismos para que haya coordinación entre la política monetaria y la política
fiscal, respetando la necesaria autonomía entre las autoridades que las conducen. El BCCh debe “tener
presente la orientación general de la política económica del Gobierno” (artículo 6°). Además, el Ministro
de Hacienda participa con derecho a voz en las reuniones del Consejo del BCCh y se le confiere la
facultad de suspender por un plazo no superior a 15 días la aplicación de un acuerdo del Consejo,
salvo que la totalidad de los Consejeros insista en ella (artículo 19°).Política monetaria y la meta de inflación
El BCCh conduce su política monetaria sobre la base de un esquema de metas de inflación y de flotación
cambiaria. Este incorpora el compromiso de utilizar los instrumentos para que la inflación anual del
IPC se ubique la mayor parte del tiempo en torno a 3%, con un rango de tolerancia de más/menos un
punto porcentual. Este compromiso orienta las expectativas de los agentes económicos y transforma
el centro de la meta en el ancla nominal de la economía.
En el marco de metas de inflación, el objetivo primordial de la política monetaria es la estabilidad de
precios. Sin embargo, condicional a alcanzar una inflación cercana a la meta en un horizonte de mediano
plazo, la política monetaria tiene un carácter contracíclico, lo que contribuye a reducir la volatilidad
de la inflación y del producto. En otros términos, que haya una meta de inflación no significa que se
ignoren sus efectos de corto y mediano plazo sobre la actividad económica.
La meta de inflación se define para la variación anual en 12 meses del Índice de Precios del Consumidor
(IPC), elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), un indicador que tiene gran
representatividad y confianza. El BCCh ha fijado el centro del rango de la meta de inflación en 3%
anual. Esto significa que la política monetaria se orienta a que la variación promedio y esperada del
IPC sea cercana a 3% anual. La elección de este valor cuantitativo está basada en una evaluación de las
ventajas y desventajas que tendría una inflación diferente en la economía chilena.
La amplitud del rango meta está fijada en más/menos un punto porcentual. Este rango comunica tres
aspectos: la tolerancia de desviaciones transitorias de la inflación efectiva respecto de 3%, la preocupación
simétrica respecto de desviaciones por encima y por debajo de la meta, y el nivel de variabilidad normal
esperable de la inflación en el ciclo económico.
El objetivo operacional de la política monetaria es que la inflación proyectada se ubique en 3% anual
en un horizonte de política en torno a dos años. Este horizonte constituye el período máximo en el
cual el BCCh habitualmente intenta que la inflación retorne hacia 3%. Da cuenta del rezago promedio
entre cambios en el instrumento de política y sus efectos sobre la actividad y los precios, y acomoda la
preocupación por la volatilidad del producto y de otras variables y la presencia de movimientos pasajeros
o por una sola vez en algunos componentes del IPC. Proyecciones a otros plazos también influyen en
las decisiones porque su análisis contribuye a evaluar la sostenibilidad del control inflacionario.
La aplicación de un régimen de flotación cambiaria permite implementar una política monetaria
independiente, es decir, con una orientación que puede diferir de la de las principales economías,
facilita el ajuste de la economía a shocks reales, ayuda a prevenir desalineamientos pronunciados en el
tipo de cambio y ataques especulativos contra la moneda.
Bajo el esquema de flotación, el
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