Se “desinfla” la inflación: IPC subió solo 0,2% en marzo y queda por debajo del rango de tolerancia del Banco Central

Se “desinfla” la inflación: IPC subió solo 0,2% en marzo y queda por debajo del rango de tolerancia del Banco Central.

Subió la educación y los alimentos, pero avance fue contrarrestado por el transporte y gasolina. 

Se confirman las bajas presiones inflacionarias de la economía chilena. El instituto nacional de estadísticas (INE) reveló que el índice de precios al consumidor (IPC) de marzo experimentó un alza de apenas 0,2% cifra que se ubicó por debajo de las proyecciones (0,3%-0,4%).

David Nogales T. | Diario financiero online, viernes 6 de abril de 2018.

Como una “buena noticia” calificó esta semana el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, respecto a las cifras del IPC correspondientes al mes de marzo publicadas por el INE. El alza de tan solo un 0,2% es considerada baja, respecto a las proyecciones del banco central, a su vez, la variación del IPC en 12 meses es de un 1,8% según el último boletín del instituto. Las alzas más importantes de la canasta estuvieron en Educación (3,8%), con una incidencia de 0,321pp y Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,2%) con una incidencia de 0,039pp. Por el contrario, aquellas divisiones de la canasta que influyeron negativamente en el índice fueron Transporte (1,6%) con una incidencia de -0,213pp y Equipamiento y mantención del hogar (0,6%) con una incidencia de -0,043pp.

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                       Fuente: Diario Financiero

“Consideramos que es una buena noticia (…) eso significa que los bolsillos de los chilenos tienen menor daño. La inflación lo que hace es quitarles poder adquisitivo a los chilenos y nosotros creemos que es importante cuidar eso” afirmó.

Lo que explica el ministro de Hacienda en el párrafo anterior tiene mucha importancia, ya que el IPC tiene un alto impacto en el corto plazo en el bolsillo de los chilenos, si se mantiene un IPC bajo, el poder adquisitivo de la población no se verá afectado en sobremanera. Lo cual mantendrá el nivel de consumo de los hogares chilenos explicado por lo anterior.

Si, al menos se mantiene un consumo debido al bajo IPC, la población podrá consumir más debido al mayor poder adquisitivo que tendrán ante posibles reajustes de salarios o pensiones, según sea el caso. Esto a su vez, generará una mayor demanda de bienes y servicios, lo que impactará en la producción de las empresas, ya que deberán invertir para poder cumplir con las nuevas expectativas de demanda de los clientes. Esto en conjunto con el inusual crecimiento de la fuerza de trabajo en el último trimestre móvil, puede ser crucial si el gobierno sabe aprovechar esta situación. A su vez, un IPC bajo y estable mejora la posición competitiva del país para con el exterior, pudiendo optar a mejores créditos y/o atrayendo capitales externos para que inviertan en el país. Estos agentes externos que vengan a invertir ayudaran a que crezca el PIB, ya que crearan más empleos y traerán consigo inversiones provenientes de divisas externas, por lo tanto, estas divisas entraran al país.

Sin embargo, la otra cara de la moneda viene dada cuando el IPC se mantiene establemente bajo, el banco central tiene un rango de aceptación que varía entre un 2%-4%. Un IPC bajo sostenido durante el tiempo, hará que los precios se mantengan o que aumenten a un ritmo más bajo que lo hacen por ejemplo otros países que consuman bienes similares a los que se consumen en Chile. Entonces, si en aquellos países los precios aumentan en mayor cuantía y además estos bienes se consumen a pesar de su precio, las empresas en Chile verán más factible exportar dichos bienes siempre y cuando se den las condiciones apropiadas al exportar que permitan obtener mayores beneficios en el extranjero que en chile. Esto provocará que las empresas disminuyan su oferta en el mercado local para priorizar las exportaciones.

Para el país son buenas noticias como se dijo anteriormente, pero también se debe considerar el indicador mensual de actividad económica (IMACEC) en conjunto con las cifras del IPC para que el gobierno evalué sus políticas gubernamentales para fomentar el crecimiento económico, que, dicho sea de paso, se encuentra “estancado” estos últimos años. Una de las estrategias a utilizar por el gobierno es fomentar la inversión en las pequeñas y medianas empresas a través de beneficios tributarios o simplificar el marco de este, a fin de incentivar la inversión en un sector tan importante de la economía chilena, concentrando estas aproximadamente el 95% de las empresas del país.^[1]

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