Sistema Financiero De El Salvador

Sistema Financiero de El Salvador

La liberalización del sistema financiero Salvadoreño enmarca uno de los objetivos prioritarios del Programa de ajuste estructural (PAE) para traer consigo mejores niveles de competencia, incremento de la inversión y mejor capacidad productiva. Mencionado lo anterior, la banca Salvadoreña llevo a cabo un proceso de privatización de la banca en la década de los noventa.

Para poder entender un poco de la evolución que ha tenido el sistema financiero en El Salvador, vamos analizar los eventos que conllevaron a la privatización de la banca Salvadoreña y cuales eran los objetivos de estos. A partir de Marzo de 1980, la banca Salvadoreña se nacionalizo, mismo tiempo en el cual se llevaba a cabo la guerra civil en el país.

Este conflicto interno conllevo a una crisis en el funcionamiento del sistema financiero, que por medio de la ayuda gubernamental no colapso y creó problemas a futuro. No obstante, el daño estaba hecho y es por esta razón que diez años después la crisis del sistema bancario era indiscutible, problemas tales como: reducción de una cuarta parte de los depósitos bancarios, los niveles de mora se habían triplicado, drástica caída de los coeficientes de liquidez que limitaban a los bancos a cubrir el encaje legal requerido. La desconfianza del sistema bancario se aceleró, con una fuga de capitales hacia el exterior, las condiciones para la reprivatización eran evidentes, ya que de esta manera se lograrían mejores niveles de eficiencia y competitividad.

Sin embargo, para la privatización de la banca era necesario el saneamiento de las carteras morosas de los bancos nacionales. Por lo que el Estado llevo a cabo la “Ley de Saneamiento y Fortalecimiento de Bancos Comerciales y Asociaciones de Ahorro y Préstamo” en Noviembre de 1990. Dada la situación de insolvencia, el estado tomaba su saneamiento mediante la creación de un fondo de saneamiento también conocido como (FOSAFI).

Ya para el año de 1992 existían 8 bancos privatizados y cuatro financieras, y en 1998 existían más de quince bancos comerciales y cinco financieras. Poco a poco los bancos Salvadoreños fueron reduciendo, debido a las compras y fusiones de bancos extranjeros. Dentro de las razones por las cuales dos empresas deciden fusionarse o inducen a un a empresa a comprar otra se encuentran:

• Aumento de tamaño tanto para ganar en economías de escala como para poder ganar poder de mercado.

• Crecimiento dentro del mercado.

• Diversificación de productos.

• Problemas de rentabilidad, liquidez y solvencia.

La Superintendencia del Sistema Financiero es la encargada de regular y aprobar las fusiones entre dos o más instituciones financieras, basando sus acciones en la Ley de Bancos del país. Dentro de las principales fusiones que se han llevado a cabo con los años se destacan las siguientes: Bank of Nova Scotia y Ahorros Metropolitanos 1997, Promerica y Bancorp, Banco de Comercio y Banco Atlacatl, Banco Agrícola Comercial y Banco de Desarrollo, Banco Salvadoreño y Bancasa, Banco Agrícola Comercial y Banco capital. Hay que tener en cuenta que a la hora de las compras y fusiones algunos bancos compradores se vieron afectados, ya que muchos de estos poseían altos niveles de mora crediticia, bajas e inclusive tasas negativas de rentabilidad sobre activos y patrimonios etc. Por lo que dichas empresas compradores tuvieron que destinar parte de su capital a fondos de saneamiento. Cabe mencionar que no todas las fusiones tuvieron el mismo resultado, en el caso de las dos fusiones del Banco Agrícola y Bank of Nova Scotia. La fusión mejoro la posición del banco comprador, beneficios como la confianza del público y altos niveles de rentabilidad.

Es importante recalcar que con las fusiones, diversos bancos pudieron contar con transferencias tecnológicas al igual que transferencias de conocimientos para forjar un sistema financiero más sólido. De tal manera que las fusiones liberaron al sistema de bancos que estaban siendo ineficientes

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