Temas Variados
Enviado por EliasibAnderson • 21 de Noviembre de 2012 • 1.197 Palabras (5 Páginas) • 369 Visitas
Analisis de los personajes de CRONICAS MARCIANAS
1. Menciona varias actitudes humanas valiosas que hayas observado en los personajes. Cita los párrafos en el que se presenta.
El pensar por la senda correcta, de manera profunda, que es el caso de Spender, quien a diferencia de todo el grupo de humanos, él piensa que la civilización marciana merece ser aprendida, no destruida:
“- He visto que los marcianos tenían algo que nosotros nunca soñamos tener. Se detuvieron donde nosotros debíamos habernos detenido hace un siglo. (…)
-Es magnífico ese pueblo.
-No es sólo eso. Sí, sus ciudades son hermosas. Los marcianos sabían cómo unir el arte y la vida (…) Sabían cómo vivir con la naturaleza, y cómo entenderla. No trataron de ser sólo hombres y no animales. (…) Los hombres de Marte comprendieron que si querían sobrevivir tenían que dejar de preguntarse de una vez por todas: ¿Para qué vivir? La respuesta era la vida misma. (…) Renunciaron a empeñarse en destruirlo todo, humillarlo todo. Combinaron arte y ciencia, pues en verdad la ciencia no es más que la investigación de un milagro inexplicable, y el arte la interpretación de ese milagro. He encontrado un motivo para luchar y vivir Eso me hace más peligroso. (Pág. 108, 109, 110, Crónicas Marcianas, Ray Bradbury, edición Minotauro).
La Solidaridad, en el momento en que Belter, un joven negro que desea partir a Marte es ayudado por varias personas para pagarle una deuda
a el señor Teece quien no lo dejaba marchar:
“-¿Cuánto le debe este hombre, señor?
-Nada que te interese. (Responde el señor Teece)
El viejo miró a Belter. -¿Cuánto, hijo?
-Cincuenta dólares.
El viejo abrió las negras manos y miró a la gente de alrededor.
-Sois veinticinco. Que cada uno de dos dólares. Pronto, no es momento de discutir.
-¡Eh, un momento! –exclamó Teece poniéndose tieso, y erguido, muy erguido.
Aparecieron los dólares. EL viejo los metió dentro de su sombrero y se lo dio a Belter. –Hijo –comentó-, no perderás el cohete.
Belter miró sonriendo dentro del sombrero.- No, señor, me parece que no.” (Pág. 149, Crónicas Marcianas, Ray Bradbury, edición Minotauro).
Nuevamente, la solidaridad y bondad, de parte de un anciano amigo del señor Teece quien se ofrece a trabajar en el puesto del pequeño Silly, quien va partiendo a Marte con tal de que lo deje marchar:
“El viejo Quartermain sacó las manos rojas de encima de las rodillas, contempló pensativo el horizonte y dijo: - Teece, ¿sirvo yo?
-¿Qué?
-Tomo el puesto de Silly.
Todos callaron. Teece se balanceó en el aire.
-Abuelo- dijo Teece-, no te metas.
-Teece, déjalo ir.” (Pág. 154, Crónicas Marcianas, Ray Bradbury, edición Minotauro).
La fortaleza y valentía del protagonista del último relato, quien aparta la mirada de la Tierra que yace destruida y se dispone a comenzar nuevamente en Marte, de manera correcta, sin vicios, despidiéndose de
todas las malas costumbres humanas:
“Los papeles crepitaron como la piel de un hombre viejo, y la hoguera envolvió innumerables palabras:
-Estoy quemando toda una manera de vivir, de la misma forma que otra manera de vivir se quema ahora en la Tierra. (…) La Tierra ya no existe; ya no habrá viajes interplanetarios, durante muchos siglos. Aquella manera de vivir fracasó, y se estranguló con sus propias manos. (…) Somos bastantes para empezar de nuevo. Bastantes para volver la espalda a la Tierra y emprender un nuevo camino…” (Pág. 273, 274, Crónicas Marcianas, Ray Bradbury, edición Minotauro).
2.
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