Una Carta A Garcia

UNA CARTA A GARCIA

INTRODUCCIÓN:

Tomar decisiones y tener iniciativa son una de las cosas que se refleja en esta historia, ya que muestra que debemos estar en la búsqueda continua de García, es decir ser todos como Rowan realizar las cosas sin preguntar, donde, como o para cuando lo necesitan, deberíamos vigorizar nuestras tareas, aprender a no limitarnos en solo pesar y hacer bien las cosas, sino al contrario EXCELENTE, con una extraordinaria actitud no solo podríamos ser buenos empleados sino grandes personas.

La persona creativa puede llegar a diferenciarse de los demás ya que es capaz de adoptar diversas perspectivas y maneras de hacer, teniendo una investigación continua de aprender más, elabora nuevas ideas dando respuestas puntuales a situaciones concretas que permitirán ser persistentes en el problema hasta que le halla la solución.

La creatividad, es importante ya que toma nuevos desafíos con los que nos topamos a diario, la gente verdaderamente creativa esta acostumbra a mirar el mundo desde un punto de vista optimista, sin tener miedo a los obstáculos que pueden encontrarse en el camino.

DESARROLLO

Todo comenzó que en aquella guerra, cuando los Estados Unidos decidieron intervenir en favor de los rebeldes cubanos, se vio muy clara la necesidad de un entendimiento inmediato entre el Presidente norteamericano y el jefe de los patriotas, el General Calixto García se vio obligado a ocultarse en las profundidades de la jungla. Nadie conocía su paradero. El no tenía ningún contacto con el mundo exterior. No podían llegar hasta él ningún telegrama ni carta, pero Mac Kinley, el entonces Presidente tenía que ponerse, rápidamente en contacto con García.

¿Quien podía hacerlo?

Un colaborador del Presidente formuló una certada sugerencia: “Conozco a un hombre que sabrá encontrar a García. Se llama Rowan”.

Mac Kinley hizo venir al tal Rowan y le entregó una carta, diciéndole:

“Entregue este escrito al General García y tráigame su respuesta”. Rowan

envolvió el mensaje en un paño de seda y se lo amarró al pecho;tras cuatro días de viaje; cómo cumplió su misión después de una marcha de tres semanas a través de territorio enemigo.

Rowan al hacerse responsable de la carta, no hizo preguntas como: “¿Dónde está García?”, “¿Como llego a Cuba?”, “¿Tengo que alquilar una barca o comprarla?”, “¿Cómo atravesaré las líneas enemigas sin que me atrapen?”, “¿De dónde obtendré el dinero para pagar el viaje?”. Mac Kinley encargó a Rowan una misión y dejó en sus manos el hallar respuestas a las interrogantes que surgieran, pues sabía muy bien que él mismo no podía prever todas las situaciones con las que Rowan se habría de enfrentar.

Esta historia, que puede parecer normal y poco extraordinaria

la figura de ese hombre debería

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