Unión Fiscal En La UE
Enviado por Miriamoops • 13 de Marzo de 2015 • 1.423 Palabras (6 Páginas) • 193 Visitas
El artículo Toward a Fiscal Union for the Euro Area publicado por el Fondo Monetario Internacional en Septiembre de 2013 explora los beneficios que una mayor integración fiscal tendría en la Eurozona.
El objetivo principal de la unión fiscal en la zona euro es reforzar la capacidad de resistencia de ésta ante posibles futuras crisis. Cuando comenzó la crisis se pusieron de manifiesto importantes deficiencias en la estructura de la zona euro, según el artículo, un mecanismo fiscal común también protegería la unión bancaria.
Estos mecanismos de seguridad entre países reducirían la probabilidad de futuras crisis y también la gravedad de éstas. La unión fiscal debería trabajar siempre alineada con una unión bancaria y aunque el establecimiento de esta unión será un proceso largo, es muy importante definir unas guías para implementarla, respaldando así los esfuerzos que se han hecho para gestionar la crisis actual.
Para lograr una mayor integración fiscal son condición esencial la implementación de importantes medidas de refuerzo de los marcos de gobernanza fiscal y económica y, a su vez, establecer sólidos mecanismos de cumplimiento. Si se cumplieran estas premisas antes de que se produjera la crisis se fortalecería mucho más la estructura y se garantizaría la estabilidad de la unión económica y monetaria.
Actualmente ya se han tomado diferentes medidas para mejorar la política económica y fiscal de la Unión Europea y se están proponiendo más avances hacia una mayor integración fiscal tanto por la Comisión Europea como por el Presidente del Consejo. Dichas propuestas son:
- Medidas a corto plazo (18 meses): Resolución para la unión bancaria y coordinación de mayores reformas estructurales.
- Medidas a medio plazo (18 meses- 5 años): Mayor control en presupuestos nacionales incluyendo la posibilidad de influir en las políticas fiscales de cada país.
Tras la implantación del Euro en los países de la Unión, y en contra de todas las previsiones, no se contribuyó a que con el tiempo las economías europeas se asemejaran entre ellas, ni a que soportasen mejor las crisis. La cohesión real resultó ser más débil de lo que se esperaba y los shocks específicos de cada país (propios o no de cada uno) siguieron siendo importantes y sucedieron más frecuentemente de lo que se pensaba. Un ejemplo sería la bajada de los tipos de interés que propició un aumento de forma localizada el crédito en algunos países. Adicionalmente se presentó otro inconveniente; el alto grado de integración comercial y financiera, que creó el gran riesgo de que los problemas que se originaban en un determinado país, pudieran contagiar a otros.
Esta desventaja que se plantea, quedó especialmente visible en el momento más crudo de la crisis actual, cuando surgieron problemas en los bancos que plantearon interrogantes con respecto a la solvencia de las entidades soberanas. Las tensiones de los bancos agravaron la presión sobre sus balances y posteriormente esta turbulencia se propagó entre los bancos interconectados de la Zona Euro.
Cuando estalló la crisis los países no tenían suficiente margen de maniobra para protegerse de la desaceleración económica. Esto fue debido a que las políticas nacionales débiles hicieron más graves los efectos de los shocks económicos y a que las normativas europeas no se implementaron de forma más estricta.
Al producirse el shock económico negativo, los precios y salarios no se ajustaron a la baja para compensar la pérdida de competitividad, lo que dio lugar a que no hubiera suficientes fuerzas de mercado para prevenir y corregir desequilibrios. Todo esto fue caldo de cultivo para el estallido de la crisis de 2010 de la Zona Euro debido a:
- Márgenes de maniobra fiscal limitados.
- No existía ningún instrumento de respaldo fiscal y económico en toda la zona.
- No había una estrategia para romper las conexiones tóxicas entre las entidades soberanas y los bancos.
Todos estos desequilibrios se produjeron primero en unos países concretos pero pronto se convirtieron en shocks sistémicos que afectaron a diversos países y llegaron a poner el peligro a la propia Unión Europea.
Hasta ese momento, la Unión Europea había adoptado una política de hacer frente a las crisis en el momento en que se producían. Esto fue costoso en varios sentidos:
- Respecto a la asistencia financiera directa.
- Pérdidas de producto.
- Incremento del desempleo.
Tal y como especifica el informe, se recomienda que se tomen medidas más eficaces antes de que ocurran las crisis. La integración fiscal de todos los países pertenecientes a la Unión Europea proporcionaría un marco
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